El Modernismo es el movimiento artístico que se inició hacia 1.880 y se mantuvo vigente a lo largo de los primeros años del Siglo XX, hasta la primera Guerra Mundial aproximadamente. La palabra modernista fue utilizada en un principio para referirse con tono despectivo a los jóvenes que intentaban romper con la estética del Realismo. Estos jóvenes modernistas también se opónían al materialismo burgués de su generación, adoptando para ello posturas inconformistas y de rebeldía, como la vida bohemia. Las primeras manifestaciones tuvieron lugar en Hispanoamérica a partir de 1.880 y sus figuras principales fueron Rubén Darío y el cubano José Martí. Se entiende por Generación del 98 a un grupo jóvenes escritores que empiezan a publicar sus obras a finales del Siglo XIX empujados por el deseo de renovar la literatura española y de dar una respuesta a los graves problemas que en esos momentos vivía España (En 1898 España perdíó sus últimas colonias : Cuba, Puerto Rico y Filipinas). Los autores más relevantes son: Azorín, Pío Baroja, Ramiro de Maeztu, Antonio Machado, Miguel de Unamuno y Valle- Inclán. En su conjunto, estos autores cultivan todos los géneros./En lo estético, influyeron decisivamente en el Modernismo dos movimientos literarios franceses: el Parnasianismo que busca la perfección formal y siente preferencia por los elementos bíblicos, mitológicos y exóticos, y el Simbolismo que se propone descubrir los significados profundos que se esconden tras la realidad aparente. Otras influencias son: Berceo, Arcipreste de Hita, el Romanticismo intimista de Bécquer, la poesía cargada de misterio del norteamericano Edgar Allan Poe y el arte refinado de Óscar Wilde. En cambio en la Generación del 98 sus preocupaciones son filosóficas (el sentido de la vida, el destino del hombre…), derivadas de la influencia de filósofos como Nietzche, Schopenhauer y Kierkegaard. Innovan los géneros literarios, principalmente novela y ensayo./El Modernismo busca la belleza (esteticismo)
Como único medio de huir de la realidad cotidiana y lo consigue a través de un léxico muy seleccionado, el empleo de recursos estilísticos y la renovación de la métrica. Los temas recurrentes de los modernistas son la crisis espiritual, la evasión y el sentimiento amoroso (idealización del amor). Tratando de evadirse del tiempo y del espacio hace evocaciones históricas y mitológicas o se esconde en el mundo de los sueños; y en su crisis espiritual prevalecen las sensaciones de melancolía, soledad y tristeza para expresar su malestar existencial. La Generación del 98 proyecta la triste realidad de España y Castilla estará en su punto de mira, buscan la indagación crítica en el pasado (Unamuno la llamó “intrahistoria”, “la vida callada de los millones de hombres sin historia”), renuevan la lengua literaria y hacen uso de las palabras terruñeras, propias de las tierras castellanas, la base de su temática existencial es el desengaño, la soledad, el sueño, la fe y la inmortalidad , y todo con un lenguaje sencillo y natural, alejado de la retórica./El Modernismo español se caracteriza por una menos brillantez externa y un mayor intimismo; es menos parnasiano (menos perfección) y más simbolista (más intimista), de este modo nuestros escritores españoles se sitúan en la segunda fase del Modernismo, llamada Postmodernismo. En sus inicios fueron modernistas muchos escritores de la Generación del 98 aunque luego siguen rumbos más personales. La estética modernista está muy presente en la obra de Manuel Machado sobre todo en libros como Alma. Aunque Juan Ramón Jiménez es más bien un escritor del Novecentismo, su primera época es modernista y se caracteriza por la influencia de Bécquer. Y Valle Inclán también cultivó la poesía con cierta estética modernista. El autor más importante en este periodo fue Rubén
Darío, considerado como el gran renovador de la poesía en lengua española, tanto en los temas como en la métrica. De su obra poética destaca Azul, pero su libro más brillante en la línea del Modernismo esteticista fue Prosas profanas. El autor se nos muestra más intimista en Cantos de Vida y Esperanza. En España destacan dos autores: Salvador Rueda y Francisco Villaespesa.
Francisco Villaespesa es capaz de unir las ideas del Romanticismo y del Colorismo. Con La copa del rey de Thule se inserta decididamente en el Modernismo./La Generación del 98 se centró más en la narrativa.
En Niebla se ahonda más en los personajes y sus conflictos interiores que en la acción. Con San Manuel Bueno, mártir refleja a un sacerdote en conflicto entre la razón y la fe. Y en La Tía Tula trata el sentimiento de la maternidad frustrada de la protagonista.
En sus obras destacan los ensayos y artículos.
Influido por la estética modernista y simbolista, crea “el esperpento “: el autor manipula la realidad y la caricaturiza y ejemplo de ello es su novela Tirano Banderas.
El tiempo es un tema recurrente en su obra poética y predomina el tono nostálgico y expresivo, así lo vemos en Soledades y Campos de Castilla. En prosa (ensayo) crea dos personajes Abel Martín y Juan de Mairena para tratar sus ideas filosóficas, literarias, etc. Sus piezas teatrales fueron realizadas en colaboración con su hermano.
Como único medio de huir de la realidad cotidiana y lo consigue a través de un léxico muy seleccionado, el empleo de recursos estilísticos y la renovación de la métrica. Los temas recurrentes de los modernistas son la crisis espiritual, la evasión y el sentimiento amoroso (idealización del amor). Tratando de evadirse del tiempo y del espacio hace evocaciones históricas y mitológicas o se esconde en el mundo de los sueños; y en su crisis espiritual prevalecen las sensaciones de melancolía, soledad y tristeza para expresar su malestar existencial. La Generación del 98 proyecta la triste realidad de España y Castilla estará en su punto de mira, buscan la indagación crítica en el pasado (Unamuno la llamó “intrahistoria”, “la vida callada de los millones de hombres sin historia”), renuevan la lengua literaria y hacen uso de las palabras terruñeras, propias de las tierras castellanas, la base de su temática existencial es el desengaño, la soledad, el sueño, la fe y la inmortalidad , y todo con un lenguaje sencillo y natural, alejado de la retórica./El Modernismo español se caracteriza por una menos brillantez externa y un mayor intimismo; es menos parnasiano (menos perfección) y más simbolista (más intimista), de este modo nuestros escritores españoles se sitúan en la segunda fase del Modernismo, llamada Postmodernismo. En sus inicios fueron modernistas muchos escritores de la Generación del 98 aunque luego siguen rumbos más personales. La estética modernista está muy presente en la obra de Manuel Machado sobre todo en libros como Alma. Aunque Juan Ramón Jiménez es más bien un escritor del Novecentismo, su primera época es modernista y se caracteriza por la influencia de Bécquer. Y Valle Inclán también cultivó la poesía con cierta estética modernista. El autor más importante en este periodo fue Rubén
Darío, considerado como el gran renovador de la poesía en lengua española, tanto en los temas como en la métrica. De su obra poética destaca Azul, pero su libro más brillante en la línea del Modernismo esteticista fue Prosas profanas. El autor se nos muestra más intimista en Cantos de Vida y Esperanza. En España destacan dos autores: Salvador Rueda y Francisco Villaespesa.
Salvador
Rueda creó una estética literaria de tipo parnasiano denominada “Colorismo” que le hizo predecesor español del Modernismo hispanoamericano. Ejercíó algún influjo renovador sobre poetas más jóvenes, como Juan Ramón Jiménez.Francisco Villaespesa es capaz de unir las ideas del Romanticismo y del Colorismo. Con La copa del rey de Thule se inserta decididamente en el Modernismo./La Generación del 98 se centró más en la narrativa.
Miguel de Unamuno
De espíritu crítico, socialista y revolucionario. Su novela o nívolá gira en torno al interior del personaje y sus problemas íntimos.En Niebla se ahonda más en los personajes y sus conflictos interiores que en la acción. Con San Manuel Bueno, mártir refleja a un sacerdote en conflicto entre la razón y la fe. Y en La Tía Tula trata el sentimiento de la maternidad frustrada de la protagonista.
Pío Baroja
Destaca por su visión pesimista de la vida y el mundo, su actitud individualista, su escepticismo ante religión, política y sociedad. Los protagonistas de sus novelas rechazan la vida burguesa y suelen ser de dos tipos: hombres inconformistas o aventureros como Zalacaín el Aventurero y hombres contemplativos, intelectuales pesimistas, como Andrés Hurtado en El árbol de la ciencia.Azorín
Demostró gran capacidad para describir las pequeñas cosas cotidianas. Describe y evoca nostálgicamente paisajes, sensaciones e impresiones. En su novela encontramos fragmentos de la vida, autobiográficos, y descripciones de personajes y ambientes. La voluntad.Ramiro de Maeztu
Junto a Azorín y Baroja formó el grupo de “Los Tres”. De ideología revolucionario en su juventud, pasó a posturas tradicionalistas.En sus obras destacan los ensayos y artículos.
Valle Inclán
Destaca por sus posturas tradicionales y carlistas en su juventud y posteriormente su postura revolucionaria./Influido por la estética modernista y simbolista, crea “el esperpento “: el autor manipula la realidad y la caricaturiza y ejemplo de ello es su novela Tirano Banderas.
Antonio Machado
De carácter existencial y espiritual.El tiempo es un tema recurrente en su obra poética y predomina el tono nostálgico y expresivo, así lo vemos en Soledades y Campos de Castilla. En prosa (ensayo) crea dos personajes Abel Martín y Juan de Mairena para tratar sus ideas filosóficas, literarias, etc. Sus piezas teatrales fueron realizadas en colaboración con su hermano.