LA NOVELA REALISTA Y NATURALISTA DEL S.XIX
El Realismo surge en Francia en la primera mitad del s.XIX con autores como Balzac, Stendhal o Flaubert (Madame Bovary).
Es un movimiento artístico que se propuso representar la realidad del s.XIX lo más fielmente posible, en un ámbito principalmente urbano e industrial (que está en pleno desarrollo) y centrándose en una clase social: la burguésía, cuyo ascenso al poder se consolida en esta época. En España, surge hacia 1870, tras “La Gloriosa”. En su aparición influyen géneros del Romanticismo como la novela histórica o los artículos de costumbre; la tradición realista española (nov. Picaresca y El Quijote)
Y las obras de novelistas extranjeros, como los franceses o Dickens o Tolstoi.
LA NOVELA es el género que más se desarrolla, pues se convierte en el más adecuado para escribir sobre la vida diaria. Sus carácterísticas están relacionadas con el principio fundamental del Realismo: la verosimilitud, la representación exacta de la realidad: Las descripciones minuciosas de lugares, seres u objetos. Para realizarlas se utilizan métodos de las ciencias experimentales: la observación y la documentación (trabajo de calle; apuntes sobre vestidos, habla, costumbres…). La descripción del espacio, urbano o rural, adquiere tal importancia, que podemos conocer lugares de la época a través de estas novelas (Madrid-Galdós). El léxico pretende reflejar las variedades geográficas, sociales o de situación; por lo que se reproducen por primera vez dialectalismos o voces de otras lenguas (galleguismos-E.Pardo Bazán), vulgarismos… En cuanto a los temas, estas novelas suelen mostrar un conflicto entre el individuo y la sociedad en la que vive, por la que es derrotado. Presentan una actitud crítica hacia esta, sin una orientación ideológica homogénea (tradicionalistas: Pereda; más liberales: Galdós) Son frecuentes las referencias a hechos históricos del s.XIX; convirtiéndose, a veces, la historia en materia novelada (Episodios Nacionales, Galdós). Los personajes suelen ser muy numerosos y muchos suelen aparecer en otras novelas del mismo autor, cambiando, a veces, su importancia (de personaje principal a secundario, o al revés), como sucede, por ejemplo, en las novelas de Galdós. El narrador cuenta la historia en primera o tercera persona y, a veces, combina ambas. Suele ser omnisciente e interviene en la historia: comenta, opina.. Con intención satírica, educativa. En cuanto a las técnicas narrativas, destaca el uso del diálogo, el estilo indirecto libre y el monólogo interior. Entre los autores más representativos:
GALDÓS
Autor de una extensa producción literaria (novelas, cuentas, teatro…), destaca por su capacidad para crear personajes y para integrar la historia del país en la vida de esos seres. Su obra se puede clasificar en:
Novelas de la primera época o de tesis, llamadas así, porque muestran las ideas del autor en conflictos ideológicos; sus ideales de libertad, tolerancia y progreso, que se enfrentan al conservadurismo, la intolerancia. Es frecuente el simbolismo (Doña Perfecta)
. Ej.:
La fontana de oro, La familia de León Roch, Doña Perfecta, Marianela.
Novelas contemporáneas
Se centran principalmente en Madrid (habitantes, comercios, calles.. ); sus personajes son más complejos e incorpora en ellas elementos naturalistas (causas biológicas y, especialmente, sociohistóricas de la conducta de los personajes).
Novelas espiritualistas
Son obras que manifiestan la desilusión del autor hacia la burguésía por su incapacidad para transformar la sociedad. Esta crisis de valores, le incita a acudir a religión, defendiendo los valores evangélicos: el amor y la caridad cristiana. Son obras relacionadas con la corriente espiritualista de escritores rusos (Tolstoi) interesada en los conflictos éticos. Aparecen personajes humildes con altos valores morales y un gran sentido del deber. El espacio preferido ya no es el Madrid de la burguésía, sino los barrios más miserables de la época. Destacan: Nazarín, Misericordia, El abuelo.
En las últimas novelas (Casandra, La razón de la sinrazón)
Mezcla el Realismo con elementos fantásticos y, en general, manifiestan confianza en la educación como medio para transformar el país. De forma paralela, Galdós escribe los Episodios nacionales, narraciones breves de los sucesos históricos más importantes de la España del s.XIX, a los que hacen referencia los títulos de los mismos:
Trafalgar, Bailén…
En ellas, los protagonistas son personajes sin importancia, que funcionan como testigos de dichos hechos relevantes. Destacan además:
PEREDA, que evoluciona del costumbrismo (tipos y paisajes santanderinos) al Realismo, mediante el cual defiende valores tradicionales: catolicismo, el campo frente a la ciudad, la sociedad patriarcal. Ej.
Don Gonzalo González de la Gonzalera
VALERA identifica la novela con la poesía, teniendo en común la creación de belleza. El tema más frecuente es el amor y, en concreto, el asunto del viejo y la niña. Sus novelas suelen estar ambientadas en Andalucía. Ej.
Pepita Jiménez, Juanita la Larga.
Como evolución del Realismo, surge el Naturalismo.
Es una corriente influida por los avances científicos, principalmente por las teorías sobre la herencia (Mendel) y el determinismo, según el cual el comportamiento del ser humano está “determinado” por el medio en que vive. La novela se convierte en una especie de experimento científico, en el que los protagonistas (alcohólicos, tarados, psicópatas..) explicarían su comportamientos por la herencia biológica recibida y el ambiente deprimido en que están inmersos. Este movimiento, impulsado por el francés, Émile Zola, tiene un escaso seguimiento en España, aunque sí se incorporan temas, como la influencia de la herencia biológica o técnicas, como la observación minuciosa o las descripciones exhaustivas de aspectos repulsivos o desagradables. Entre los autores que presentan rasgos naturalistas destacan:
CLARÍN
En su variada obra (ensayo, cuento, novela) mezcla rasgos naturalistas con las corrientes espiritualistas de fines del s.XIX (conflictos éticos). Su novela más destacada es La Regenta, en la que trata el conflicto de la búsqueda del amor ideal en un ambiente mediocre y hostil (una ciudad, Vetusta, que se identifica con Oviedo, donde prima la hipocresía, la ambición, la inmoralidad, la incultura..). El comportamiento del personaje principal, “la Regenta” está determinado por sus orígenes y dicho ambiente. E. PARDO BAZÁN, con obras como:
Los pazos de Ulloa, en la que muestra la oposición civilización-barbarie. V. BLASCO IBÁÑEZ muestra rasgos naturalistas en sus novelas situadas en Valencia:
La barraca..
EL Modernismo Y LA GENERACIÓN DEL 98
A fines del s.XIX se observa una crisis ideológica basada en la pérdida de confianza en los valores de la sociedad burguesa; que se suma en España a una decadencia política (Desastre del 98). Todo ello se traduce en una actitud de rebeldía reflejada en dos movimientos: el Modernismo y la Generación del 98. En la actualidad, estas dos corrientes se consideran una sola que evoluciona en el tiempo: de una mayor importancia del lenguaje colorista y la evasión (Modernismo) a un lenguaje más sobrio y la importancia de temas relacionados con España o existenciales. El Modernismo surge en Francia a mitad del s.XIX influido por dos corrientes literarias: el Parnasianismo y el Simbolismo.
Entre los temas que trata: El escapismo.
El mundo que los rodea no es el más propicio para encontrar la belleza que persiguen; por ello, se evaden, evocando mundos perfectos: en el tiempo (mundo clásico; E. Media…) y en el espacio, recrean mundos exóticos; especialmente orientales, americanos, París.
Sentimientos de insatisfacción:
tristeza, melancolía, tedio… que expresan la oposición ante su mundo. Los paisajes serán un reflejo de estos sentimientos (otoño, ocaso…)
Amor, de dos formas: idealizado (amor imposible) o sensual, erótico, frente a las convenciones morales del momento.
España
Este tema se intensifica tras el Desastre del 98 y es el principal nexo de uníón con la G-98. La renovación del lenguaje será la gran aportación de este movimiento: En la versificación, destaca la variedad de metros (alejandrinos, dodecasílabos, eneasílabos); las nuevas estrofas: sonetos con alejandrinos o libertad métrica con versos largos y amétricos, que dejan vía libre para el poema en prosa y el verso libre. En el plano fónico, la búsqueda de la musicalidad:
aliteración, rimas internas. En el plano morfosintáctico, la adjetivación profusa, a veces, doble. En el plano léxico: los campos semánticos de los sentidos, principalmente la vista (cromatismo) y el oído; los cultismos (ebúrneo – de marfil) o términos de mundos exóticos: unicornio, dromedarios; los símbolos (cisne: elegancia, erotismo o lo enigmático) o la sinestesia.
En la difusión del Modernismo por España fue decisiva la segunda visita de R.Darío (Nicaragua) a Madrid en 1.899 y en cuya trayectoria poética se pueden distinguir dos etapas: La primera se inicia con Azul (símbolos: “azul”, el color del arte; el “cisne”, la pureza; marcada musicalidad y sugerencia). Posteriormente, con Prosas profanas recrea un ambiente aristocrático con cisnes, princesas, palacios versallescos. La relación con los escritores españoles a partir de 1.898 puso al poeta en contacto con las preocupaciones sociales y existenciales, reflejadas en:
Cantos de vida y esperanza
Producto de la influencia de la obra de R.Darío, fueron las primeras obras de :
Juan R. Jiménez , premio Nobel. Inicia su producción poética con el Modernismo más brillante en:
Arias tristes, Elejías, La soledad sonora, que culmina con un libro en prosa poética:
Platero y yo
Antonio Machado
Su obra presenta una temática recurrente: el paso del tiempo, los sueños, la falta de amor, la muerte, Dios. Sus primeros poemas se recogen en:
Soledades. Galerías y otros poemas
En ellos son constantes los símbolos: el agua que fluye (vida o monotonía), estancada (muerte), la tarde (muerte).
Manuel Machado refleja el Modernismo sobre todo en su primer poemario:
Alma
La renovación estética del Modernismo se extienden a la novela, principalmente en las obras de Valle-Inclán:
Las Sonatas, cuatro libros(Sonata de primavera, Sonata de estío, Sonata de otoño y de Sonata de invierno)
, ejemplo del Modernismo más brillante. Sin embargo, el Modernismo español duró poco; pronto los escritores centran su obra en la penosa realidad de su país, adoptando carácterísticas propias de la “Generación del 98”.Esta denominación la acuña Azorín y dentro de ella incluiríamos a: Unamuno, Azorín, Baroja, Maeztu, Machado y Valle-Inclán. Entre los temas más frecuentes:
España
Sus obras reflejan la inquietud por la decadencia del país. Grandes viajeros, estos escritores utilizarán las descripciones del paisaje para denunciar la situación del país (pobreza, atraso..); destacarán el paisaje castellano y sus gentes, como símbolos de unos valores permanentes necesarios para la regeneración del país (austeridad, trabajo..). Igualmente, se interesan por la historia, buscando las causas de los males presentes y destacando los considerados valores propios del país. Llama especialmente la atención el concepto de intrahistoria, la “vida callada de los millones de hombres sin historia” que, con su trabajo diario, han mantenido el país. Junto con esta revitalización de los valores españoles, encontramos el anhelo de europeización.
Las preocupaciones existenciales
En sus obras se preguntan sobre el sentido de la existencia humana, el tiempo, la muerte…; siendo frecuentes los sentimientos de hastío o de angustia existencial (influencia de los filósofos alemanes). En poesía, este periodo está representado por Unamuno o Valle-Inclán y, principalmente, por Antonio Machado.
Tras sus primeros poemas modernistas, publica Campos de Castilla, con una temática carácterística de la G-98: paisajes castellanos que son un reflejo del alma del poeta, al sugerir soledad o fugacidad y donde medita de forma crítica sobre la realidad española (atraso, pobreza, incultura, desigualdades, injusticias, envidia); junto a ello, el anhelo de europeización. En sus últimas obras (Nuevas canciones)
Se mostrará una actitud más reflexiva y filosófica, acercándose a lo sentencioso (Proverbios y cantares)
. En novela, los escritores del 98 (Baroja, Valle-Inclán, Unamuno, Azorín) desarrollarán los temas propios de esta generación, experimentando con nuevas técnicas. Entre ellas: La historia narrada pierde importancia a favor de cómo se narra. Las novelas se centran en el mundo interior de un héroe. No interesa reproducir la realidad, sino su reflejo en el individuo, los procesos que desencadena en su conciencia. La fragmentación de la historia, los saltos temporales, la elipsis contribuyen a la indeterminación de los hechos narrados. El diálogo adquiere gran importancia, frente a la narración, a la que, a veces sustituye. Reflejo de esta experimentación son las novelas de Baroja :
El árbol de la ciencia o la trilogía:
La lucha por la vida
La nívolá, de Unamuno, centrada en los conflictos religiosos, existenciales.., como:
San Manuel Bueno, mártir, Niebla;
La novela impresionista de Azorín, en las que se anula el tiempo y la acción, como:
La voluntad, Antonio Azorín o las continuas innovaciones presentes en la novela de Valle-Inclán, que conducirán al esperpento, en obras como:
Tirano Banderas o El ruedo ibérico.
Por otra parte, el ensayo se convierte en uno de los géneros más apreciados por estos autores, contribuyendo a la creación del ensayo moderno, en el que la reflexión crítica se une a la subjetividad, a elementos autobiográficos y al diálogo constante con el lector.Reflejo de ello serían los ensayos de Unamuno:
En torno al casticismo, Vida de Don Quijote y Sancho o Del sentimiento trágico de la vida o de Azorín:
La ruta de Don Quijote o Castilla.