El concepto de la Generación del 98, se le atribuye a Azorín, que lo definíó en sus artículos, incluía en este término a los autores que cumplían las siguientes carácterísticas:
nacimiento en años poco distantes (1864-1875), relaciones personales entre los autores, participación en actos colectivos, marcados por el acontecimiento generacional (desastre de 1898) y el lenguaje generacional común.
El estilo de esta corriente, es común a todos los autores, y se caracteriza por el uso de un lenguaje sencillo, la introducción de las expresiones populares, estructuras en la sintaxis decoordinadas y párrafos breves, la renovación de la novela y predilección por el ensayo.
Dentro de la temática, destacarán dos preocupaciones principales, el sentido de la vida y el tema de España, que serán manifestadas en temas como el paisaje, destacando principalmente Castilla, descrita de manera subjetiva para reflejar tristeza y amor por ella.
La historia reciente, será analizada de forma introspectiva, para buscar respuesta a los problemas de la época, también Unamuno habla de la intrahistoria, que es el testimonio de las personas que son los verdaderos protagonistas. Es importante el anhelo por la europeización de país. La preocupación por el sentido de la vida, será reflejada en el tema de los problemas existenciales, buscando respuesta al sentido de la existencia del hombre, marcados por una profunda angustia vital.
En la lírica, los autores tomarán influencias de los ROMánticos Bécquer y Rosalía de Castro, además de autores del Siglo de Oro como Góngora y Berceo. El principal literato fue Antonio Machado (1875-1939), que tendrá las influencias del Simbolismo y de Bécquer, y será un poeta muy personal. Tendrá tres etapas: Laprimera es la de Soledades, galerías y otros poemas(1907, obra modernista), trata temas universales como el tiempo, la muerte y Dios, e incorporará los símbolos. La segunda etapa, está representada por Campos de Castilla (1912), donde expresa mediante la representación de los paisajes castellanos mediante la sintonía entre alma y paisaje, la crítica a España, y la tristeza y melancolía por la enfermedad y muerte de Leonor, su esposa. Su tercera etapa, es con Nuevas canciones (1924) donde hay poemas con paradojas y problemas filosóficos.
Dentro de la novela noventayochista, encontramos que los autores la conciben como un arte en sí misma, desde un punto de vista subjetivo. La temática viene dada por la preocupación de los problemas existenciales (muerte, soledad). Dentro de las carácterísticas, no sigue una estructura tradicional, por lo que observamos la renovación de la novela.
Los personajes son antihéroes, pesimistas y marginados. El estilo es sombrío y triste, a la vez que cuidado, sencillo y ágil. Los autores de esta novela, son:
Pío Baroja (1872-1956), que escribíó lo que denominaba como novela abierta, donde destaca la imaginación y la observación; muestra un estilo rápido, preciso y sencillo, mediante frases y párrafos cortos, todo ello complementado con un tono ácido. En su extensa producción encontramos las “Trilogías”, de las cuales destacamos Tierra vasca, La vida fantástica, La lucha por la vida, y La raza.
También conocemos Memorias de un hombre de acción, que son 22 novelas históricas.
Miguel de Unamuno (1864-1936), que cultivó todos los géneros, pero destacó sin duda, en la novela. Dentro de la temática, están los dos ejes carácterísticos de este movimiento, la preocupación existencial (obsesión por la inmortalidad) y el problema de España (europeización e intrahistoria)
. Dentro de su obra, encontramos lo que él llamó como nivolas, relatos cortos que profundizan en los problemas humanos, dejando de un lado las descripciones.
Niebla, es sin duda su obra más importante.
José Martínez Ruiz, “Azorín”
Escribíó novelas que reflejaban la realidad, con descripciones minuciosas, pero sutiles, sencillas y claras. Muestra preocupación por el tiempo, por lo que su prosa es melancólica pero con viveza. De sus obras, destacamos Antonio Azorín (1903) y Don Juan (1922).
Ramón María del Valle-Inclán (1866-1936). Aunque la mayoría de sus novelas son clasificadas como modernistas, la trilogía de La guerra carlista (1908), El ruedo ibérico (1926-36) y Tirano Banderas (1926)
, se incluyen dentro de la prosa del 98. También cabe mencionar a Ángel Ganivet, con La conquista del reino Maya (1897), y a Ramiro de Maeztu con La guerra de Transvaal.
Por último, en el teatro, sólo encontramos a Valle-Inclán, que tras su etapa modernista, entra en la época de los esperpentos, con su obra Luces de Bohemia (1920), donde en la escena XII, se encuentra la teoría del género de los esperpentos, que son obras dramáticas que quieren superar lo convencional, de forma extravagante y absurda. El lenguaje de sus obras será directo, crudo y popular. Son importantes las obras de teatro como Divinas palabras y Martes de carnaval.