6.aspectos
“La casa de los espíritus” fue publicada en 1982, durante la dictadura de augusto Pinochet, y con ella Isabel Allende realiza una revisión histórica de la historia de su país y un exorcismo personal desde su exilio. La novela es, por un lado, una novela de testimonio y denuncia, una confesión sentimental e histórica que pretende el desahogo de fantasmas personales y colectivos; por el otro, la denuncia del terror que siembra la dictadura de Pinochet en su país, pero que bien podía representar cualquier dictadura en cualquier país de Hispanoamérica.La obra se centra en las vicisitudes de una saga familiar: los Trueba. Su retrato nos permite contemplar la evolución social y política de Chile durante todo el siglo XX. Se trata de un relato eminentemente feminocéntrico, que plasma el devenir de cuatro generaciones en las que cuatro mujeres de la familia Nívea, Clara, Blanca y Alba, junto al patriarca, Esteban Trueba, constituyen el eje del drama familiar y político del país andino.El punto de partida de la novela fue una larga carta que escribió Isabel allende a su abuelo materno, con 99 años, ya moribundo. En ella pretendía repasar y comprender ese último siglo.Este es el motivo de que las etapas de la vida de Esteban Trueba sean un fiel reflejo de la realidad chilena del siglo XX con la evolución de una estructura social arcaica a otra más moderna con sus desigualdades sociales, su inestabilidad política, la corrupción en las votaciones, la reforma agraria, el golpe de Estado y la involución política.A partir de este planteamiento, podemos comentar dos grandes ejes temáticos: uno testimonial (crónica histórica, social y política de Chile) y otro sentimental (la amalgama de odios y amores que marcan las relaciones entre los personajes.El eje testimonial puede ser abordado desde dos perspectivas: un retrato histórico-político y un retrato histórico-social.La novela, desde el punto de vista histórico-político presenta la evolución del siglo XX en Chile, vista esta evolución como un proceso que culmina en el Golpe de Estado. Este proceso se explica con múltiples referencias concretas a lo largo de la novela: datos que remiten al pasado colonial (escasa industrialización y riqueza derivada de los latifundios y de la minería), aspectos socio-económicos (reforma agraria, desabastecimiento, marcha de las cacerolas), referencias históricas y políticas (elecciones, corrupción en las mismas, voto femenino en 1952, huelgas, consolidación sindical, lucha obrera, golpe de Estado, censura, las dos guerras mundiales), referencias culturales (existencialismo europeo, consumo de hachís). Algunos personajes están inspirados en personalidades históricas o en familiares representativos de la vida de la autora. Los abuelos Clara del Valle y Esteban Trueba son sus abuelos maternos. El Poeta es Pablo Neruda. El Candidato y Presidente es Salvador Allende, tío de la autora y muerto en las primeras horas del golpe de Estado en el palacio presidencial = Palacio de la Moneda. Salvador Allende fue elegido senador en 1945; fue candidato a la presidencia cuatro veces y en 1970 ganó las elecciones con el Frente de Unidad Popular (fue el primer presidente marxista en el mundo que accedió al poder democráticamente). Pedro Tercero García es Víctor Jara, cantautor martirizado y asesinado en la dura represión llevada a cabo en el Estadio Chile cinco días después del golpe militar que instauró la dictadura de Pinochet. El personaje Pedro Tercero-Víctor Jara es un homenaje a la fuerza popular de la canción en el movimiento revolucionario chileno (canción de la fábula de “las gallinas que picotea n a un zorro” o el nombre de Amanda: Te recuerdo, Amanda.)
Otras referencias históricas exactas son: la intervención de la CIA estadounidense para derrocar a Salvador Allende por miedo a un gobierno marxista en el continente americano; los desencuentros entre Salvador Allende y la extrema izquierda, representada por el MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria, en la novela esta ideología la encarna Miguel), desestabilizan el gobierno y propician el alzamiento militar con el apoyo de la extrema derecha y EEUU.Desde el punto de vista histórico-social, la novela refleja la evolución de una estructura social arcaica a otra más moderna.
La introducción de los ideales revolucionarios provocará, aunque muy lentamente, algunos cambios en las estructuras sociales (triunfo de Salvador Allende en las urnas y posterior golpe de estado). Estos cambios vendrán apoyados por la clase media –grupo pequeño entre la minoría privilegiada y la mayoría oprimida-.
Completan el panorama social dos instituciones de poder totalizador: el Ejército y la Iglesia. El Ejército, con el dictador a la cabeza, se sitúa al lado de los poderosos y ejerce de forma clara su poder. La Iglesia presenta dos facetas: una reaccionaria e inmovilista (el padre Restrepo) y otra progresista social (José Dulce María).
Para concluir, hemos de admitir que la obra puede ser tomada como un fresco histórico del Chile del siglo XX. Rastreando personajes y actitudes, resulta evidente que Allende ofrece un amplio muestrario del sustrato social e ideológico que dio lugar a los acontecimientos que en la novela se narran.
Las clases altas,por una parte, muestran una ambivalencia ideológica. Personajes tradicionalistas, terratenientes o burgueses capitalistas con presencia política (Severo del Valle y Esteban Trueba) se encuentran con la oposición de miembros de su propia familia, representantes de sectores más comprometidos o solidarios (Alba y Jaime). A su vez, aparecen otros familiares que reivindican la igualdad de derechos dentro del sistema (El feminismo de Nívea) o que se evaden mediante la trascendencia (Clara), el amor (Blanca) o las aventuras más o menos descabelladas (El tío marcos, Nicolás)
Aparece igualmente una amplia muestra de actitudes sociales diferentes entre las clases bajas.
Hay personajes revolucionarios: por las palabras, como Pedro tercero; o por las armas, como Miguel. Se da cabida a las clases marginales idealistas (Amanda) o más prácticas y de carácter arribistas (Tránsito Soto). Y, en último término, también se muestra a personajes humildes y conformistas (Pedro García o Pedro Segundo, por ejemplo).