Antonio Machado: Vida, Obra y Evolución Poética

Vida y Obra de Antonio Machado

Antonio Machado nació en Sevilla en 1875. Fue catedrático de francés en Soria, donde se casó con la joven Leonor en 1909, quien falleció tres años más tarde. Su muerte lo sumió en una profunda tristeza que se reflejará en su obra poética:

Señor, ya me arrancaste lo que yo más quería. / Oye otra vez, Dios mío, mi corazón clamar. / Tu voluntad se hizo, Señor, contra la mía. / Señor, ya estamos solos mi corazón y el mar. (“Campos de Castilla”)

Pidió traslado a Baeza, volviendo después a Castilla. En 1928 conoció a Pilar Valderrama (Guiomar en sus poemas), con la que tuvo una relación secreta, pues estaba casada. Republicano, al final de la Guerra Civil pasó a Francia, acompañado de su madre. Falleció en Collioure en 1939.

La Poesía de Machado: Esencia y Tiempo

Machado dijo que “la poesía es la palabra esencial en el tiempo” y “el diálogo del hombre con su tiempo”. Con esta definición, consideraba que la poesía tenía dos objetivos claros: captar la esencia de las cosas y captar el fluir del tiempo. Por eso, varias obsesiones se repiten en su obra:

  • El paso del tiempo.
  • La nostalgia por la niñez y la juventud perdidas.
  • La falta de amor.
  • La correspondencia emocional entre el paisaje y su estado de ánimo.

En cuanto a la religiosidad, se entiende en Machado como una preocupación profunda por el origen y destino del ser humano, y por el problema de Dios (“siempre buscando a Dios entre la niebla”). Fluctuó entre el escepticismo y la creencia, entre la desesperanza y la esperanza.

Etapas en la Obra Poética de Machado

Primera Etapa: Influencia de Darío y Bécquer

La primera etapa, de formación, bajo el influjo de Rubén Darío y Bécquer, está representada por Soledades (1903), obra ampliada en Soledades, Galerías y otros poemas (1907). Muestra al poeta de la soledad, de la melancolía y los paraísos perdidos. El tono es intimista y destacan el empleo de símbolos (la tarde, el agua…) y el constante diálogo del poeta consigo mismo y con el paisaje en una perfecta simbiosis alma-naturaleza. La influencia modernista se observa en la versificación (dodecasílabos, alejandrinos…), pero también hay formas más sencillas, como la silva.

Segunda Etapa: Madurez y Compromiso con Castilla

La segunda etapa (1907-1919), de madurez, está representada por Campos de Castilla (1912, versión definitiva de 1917). Sus 56 poemas son muy variados y prestan una mayor atención al paisaje y a los temas político-sociales, por eso es la obra en la que más se acerca a las preocupaciones noventayochistas: Castilla se convierte en símbolo de España. Los poemas son evocaciones del paisaje castellano; las descripciones se convierten en meditaciones en las que se contrapone el esplendor del pasado con su presente monótono y gris. Además, Machado proyecta sus sentimientos sobre Castilla y acentúa lo que sugiere soledad, fugacidad o muerte. Su amor a Castilla no excluye una actitud crítica frente a la realidad histórica del país al que ve empobrecido, despoblado, sin cultura, en la línea ideológica del regeneracionismo. Incluye una serie de elogios dedicados a hombres a los que admira, poemas de paisaje (“A orillas del Duero”), evocaciones de Soria o de la esposa muerta (“A un olmo seco”). También hay que mencionar los “Proverbios y cantares”, serie de poemas brevísimos, inspirados en formas populares, y el extenso romance “La tierra de Alvargonzález”, leyenda en verso sobre el tema de la envidia (el cainismo).

Tercera Etapa: Reflexión y Sentencias

La tercera etapa (1919-1939), más reflexiva, se caracteriza por su libro Nuevas Canciones (1924), una obra breve y variada donde llega a un tono sentencioso. Predominan los temas filosóficos y los poemas se inspiran en coplas populares. Lo más característico de este ciclo es el centenar de “Proverbios y cantares” nuevos. Consisten en sentencias o pensamientos, frecuentemente paradójicos, que parecen encerrar intuiciones profundas. Sus últimas producciones líricas son: Canciones a Guiomar, De un cancionero apócrifo y Poesías de Guerra (que incluyen una elegía a García Lorca). También fue un gran prosista, sobre todo en su Juan de Mairena, donde este personaje apócrifo habla de las más variadas cuestiones estéticas, políticas o religiosas con fina ironía.

Características de la Poesía de Machado

  • Empleo de símbolos: la tarde, el camino, los sueños, el agua, el huerto, el jardín, las galerías; la colmena, las abejas y la miel, el sol, los árboles, el río y el mar… En general, suelen relacionarse con la temporalidad, el recuerdo, la melancolía y el ansia de trascendencia. Algunos símbolos como el agua tienen diferentes significados: símbolo de vida cuando brota, de fugacidad cuando corre, de muerte cuando está quieta o cuando es el mar.
  • Técnica impresionista: Machado, que toma como referente a Jorge Manrique de las “Coplas”, nos ofrece una mirada intuitiva, que capta impresiones, momentos fugaces, como en un mosaico.
  • Antirretoricismo: que le llevó a ser parco en el empleo de la metáfora. Utiliza el símil, la personificación y las enumeraciones.
  • Métrica y recursos expresivos: presenta variedad de metros y estrofas. Machado emplea la asonancia en los versos pares, en forma de romance o silva arromanzada.

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