Camilo José Cela: Pionero de la Experimentación Narrativa

Camilo José Cela es autor de una densa, desigual y variada obra literaria en la que, entre otras creaciones, caben novelas, narraciones cortas y libros de viaje. Si algo caracteriza la novelística de Cela es su constante búsqueda de nuevos modos narrativos y nuevas formas de expresión. Tuvo siempre viva su pasión por experimentar.

La Familia de Pascual Duarte y el Tremendismo

Con su primera novela, La familia de Pascual Duarte, destaca ya como un autor sólido. Es una obra calificada de “tremendista” por la crítica, debido al mundo amargo y truculento que novela y a la violencia en que nos sumerge el autor.

La Colmena: Realismo Social y Complejidad Narrativa

Tras dos obras bien diferentes, en 1951 publica su mejor creación: La colmena. Con esta novela, el autor abre el camino del realismo social. Cela modifica en estas páginas sus modos narrativos para construir una mirada compleja y pesimista dirigida a la mísera y triste España de la inmediata posguerra. La colmena es una de las mejores novelas de nuestras letras. Algunas de las notas que la caracterizan son la sucesión de breves secuencias narrativas, el protagonista colectivo, la multiplicación de personajes, con vidas a menudo entrecruzadas, el desorden cronológico, la brillantez del lenguaje, la ironía de muchos momentos o la crueldad de otros.

Nuevos Caminos Narrativos y Experimentación

Con sus siguientes obras, de menor fortuna, Cela experimenta nuevos caminos narrativos: en Mrs. Caldwell habla con su hijo (1953) bucea en la locura de una mujer que dirige unas cartas a su hijo muerto; San Camilo 1936 (1969) no es sino un extenso monólogo interior; Oficio de tinieblas 5 está formada por múltiples y variados párrafos sin puntuación alguna.

Últimas Novelas: Renovación y Experimentación Constante

Sus últimas novelas tienen también el sello de lo renovador y experimental. Mazurca para dos muertos (1983) es una obra de ambiente campesino gallego y magnífica prosa. La acción de Cristo versus Arizona (1988) transcurre en un pueblo del oeste americano donde el calor empuja a sus habitantes a un mundo de violencia y sexo. Madera de boj (1999), obra de larguísima gestación, nos envuelve a llevar a Galicia. Esta vez el verdadero protagonista es la Costa de la Muerte.

Narraciones Cortas y Libros de Viaje: La Mirada Irónica y el Lenguaje Extraordinario

También escribió narraciones cortas. En estas creaciones, el autor dirige su mirada irónica, cruel o tierna para detenerla en multitud de situaciones y de personajes. Entre otras colecciones, podemos señalar Esas nubes que pasan, El bonito crimen del carabinero y Café de artistas y otros cuentos. Cela, con su mejor hacer literario, sabe como nadie escribir libros de viajes, recrear ambientes, lugares, personajes, y acercarlos al lector al ritmo de sus pasos y de un lenguaje extraordinario. Tal ocurre en Viaje a la Alcarria, una de las mejores obras de toda su producción, o Del Miño al Bidasoa.

Miguel Delibes: Compromiso con la Dignidad Humana y la Naturaleza

Miguel Delibes es un autor comprometido siempre con la dignidad del ser humano y con la naturaleza. Su obra es extensa, bien construida, redactada con prosa pulcra y transparente. Se ha mantenido independientemente de modas y de corrientes narrativas. Ha gozado siempre de gran éxito de crítica y de lectores. En muchas de sus páginas laten el mundo rural, sobre todo el de su tierra castellana, y el mundo de la ciudad de provincias.

Inicios: Existencialismo y Realismo

En 1947 gana el premio Nadal con La sombra del ciprés es alargada, de tono existencialista. Poco después publica El camino, una obra de carácter realista en la que aúna dos de sus temas preferidos: el campo y la infancia.

El Campo y la Naturaleza: Temas Centrales

El campo y la naturaleza entran también de lleno en la narración autobiográfica de su protagonista, el bueno de Lorenzo, en Diario de un cazador. En La hoja roja, Delibes reconstruye la vida y los recuerdos de un jubilado, Eloy —cerca ya del final de su vida, como anunciaba esa hoja roja de los antiguos librillos de papel de fumar—, y las conversaciones con su criada Desi.

Mundo Rural y Marginalidad: Las Ratas

En Las ratas, el autor vuelve al mundo rural con una obra descarnada y trágica en la que dos seres marginales, el ratero y el Nini, un niño, viven de su libertad y de cazar ratas.

Cinco horas con Mario: Innovación Narrativa y Crítica Social

En 1966 publica Cinco horas con Mario, una obra de gran riqueza expresiva en la que Delibes cambia la técnica narrativa. La novela es el largo monólogo de una viuda que vela el cadáver de su marido durante cinco horas. El autor, además de adentrarse en sus vidas, nos ofrece una disección social y moral de la clase media de aquellos años en una capital de provincias.

Infancia, Mundo Rural y Diálogo: El Príncipe Destronado y Las Guerras de Nuestros Antepasados

Con El príncipe destronado, de ambiente urbano, retoma el mundo de la infancia. Las guerras de nuestros antepasados es una excelente obra en la que vuelve al mundo rural. Cambia de técnica para escribir novela dialogada: la concibe como una transcripción magnetofónica.

Los Santos Inocentes: Denuncia de la Marginación

Los santos inocentes es otra de sus grandes creaciones. Es una novela de ambiente rural, muy bien construida y donde, más que nunca, el autor denuncia la situación de marginación que sufren los pobres y los abusos a los que los someten los “señoritos”. Termina de forma trágica.

Últimas Obras: Historia, Tolerancia y Libertad Religiosa

Entre sus últimas obras, destacamos las magníficas páginas de El hereje, en las que Delibes hace una incursión en la historia y en el tema de la tolerancia y de la libertad religiosa mediante la recreación de la penetración reformista en la España del siglo XVI.

Estilo y Técnicas Narrativas: Sobriedad, Riqueza Expresiva y Lenguaje Coloquial

En su narrativa, Delibes nos muestra de modo magistral ambientes y personajes. Su lenguaje es sobrio, cuidado y de gran riqueza expresiva. En toda su obra sabe captar de forma extraordinaria el lenguaje coloquial y el habla rural, que el autor conoce como nadie. Delibes hace uso, además, de diversas técnicas narrativas.