Don Quijote de la Mancha: Un Clásico Inmortal
Edición de la obra: Primera parte: prólogo con poemas burlescos y 52 capítulos en 4 partes. Segunda parte: prólogo y 64 capítulos. Un año antes, Alonso Fernández firmó el Quijote apócrifo.
Fuentes: Modelos narrativos anteriores y entremés de los romances.
Prólogo:
Es una crítica a los libros de caballerías. Cervantes parodia la novela de caballerías para criticar este género, que se convierte en ingrediente fundamental del libro.
Estructura de la obra:
La obra consta de tres salidas en las que Don Quijote vive diferentes aventuras:
- Salida de la aldea: Don Quijote sale en busca de aventuras solo.
- En las otras dos salidas le acompaña su fiel escudero Sancho Panza.
- Serie de aventuras: Se enfrenta con la realidad y fracasa.
- En la tercera salida, los demás desfiguran la realidad para burlarse de él.
- Regreso a la aldea: El camino desempeña un papel fundamental.
Los encuentros con otros personajes originan episodios ajenos a la acción central. Los personajes de estas historias interpoladas participan en los hechos de los protagonistas.
Tiempo y espacio:
La narración es cronológica y lineal. Las alusiones temporales son escasas, incoherentes y disparatadas. Recorren desde La Mancha hasta Sierra Morena. El espacio fundamental es la venta. En la segunda parte, van por Aragón y Cataluña, y el espacio fundamental es el palacio de los duques.
Personajes:
Se distinguen personajes de todas las categorías sociales. Don Quijote y Sancho Panza son dos figuras distintas y complementarias, pero permanecen unidos por la amistad y lealtad.
Don Quijote:
Es un hombre delgado y alto. El tema de la locura es central en la obra, ya que constituye la base del conflicto entre el héroe y la realidad.
Sancho Panza:
Opuesto a su amo, Sancho es bajo y gordo, un campesino que acepta servir a Don Quijote por su simpleza y por la prometida recompensa de una ínsula.
Dulcinea:
Es una ficción de Don Quijote. De acuerdo con el modelo caballeresco, el héroe necesitaba una dama, y Don Quijote la crea según sus ideales.
Temas y sentido de la obra:
Al principio, El Quijote fue vista como una obra satírica y cómica, pero luego se demostró que era una obra realista y perspectivista. Entre los múltiples temas del Quijote está la literatura, que se encuentra de forma crítica, en la lectura o en la escritura.
Narración y narradores:
El narrador principal, de nivel superior y externo a la historia, es omnisciente y en ocasiones emplea la primera persona para designarse a sí mismo como responsable de lo narrado. También hay autores ficticios y narradores-personajes que cuentan relatos.
Tipos de discursos y lenguajes:
Discursos del narrador, discursos de los personajes y discursos de los personajes-narradores. El lenguaje de Don Quijote es arcaico y caballeresco, mientras que el de Sancho Panza hace alusión a los refranes. El Quijote evoca e ironiza los géneros y estilos literarios de la época.
La Novela Picaresca: El Lazarillo de Tormes
La picaresca se entiende como una reacción a los personajes idealizados de la novela pastoril. Su protagonista es un pícaro antiheroico y muy real. Desde el punto de vista sociológico, la picaresca ha sido considerada un documento social que refleja la verdad de la España de la época.
Características:
- El protagonista es un pícaro, una persona de clase baja cuyos padres carecen de honra o son marginados.
- La novela tiene forma autobiográfica; el pícaro cuenta sus hazañas en primera persona.
- Tiene una estructura abierta, es decir, la novela se compone de escenas sueltas en diferentes lugares y con distintos personajes cuyo único lazo de unión es el pícaro, mozo de muchos amos.
- Determinismo: Los padres del pícaro pertenecen a grupos sociales bajos, y en la conducta del niño no solo influye su genética, sino el entorno social en el que se mueve.
- Es una novela realista con carácter satírico.
Temas:
El honor y la honra:
En el prólogo, Lázaro confiesa que escribe su historia para que sus lectores vean en el libro un ejemplo de virtud. El pícaro es un personaje opuesto al concepto moral y social de la honra, y puesto que el honor era el principio sociomoral en torno al cual se estructuraba la sociedad española, la actitud del pícaro implica una crítica a la corrupción.
El hambre:
Es un tema que aparece de forma gradual en los tres primeros tratados y luego desaparece. En el primer tratado, tiene que engañar al ciego para poder comer; en el segundo, roba los panes al clérigo; y en el tercero, mendiga para él y para sus amos.
La religión:
El sentido religioso de Lazarillo ha dado pie a interpretaciones diversas. Es evidente que de los 9 amos de Lázaro, 5 pertenecen al estamento eclesiástico, aunque solo a sus estratos inferiores. Todos explotan con mayor o menor crueldad a Lázaro. Quizás por eso esta novela sea una visión satírica de una España muy religiosa en la que muchos de sus habitantes, a pesar de su afán por alcanzar la honra y el honor, carecen de dignidad.
Estilo:
El lenguaje de la novela mantiene el equilibrio entre el habla coloquial y el habla culta. Los rasgos más característicos son: sencillez expresiva, uso de coloquialismos, empleo de algunos recursos retóricos como la antítesis y presencia constante de la ironía.
Interpretación de la novela:
Esta novela permite tres interpretaciones:
- Se puede considerar como una novela de aprendizaje que narra la evolución del protagonista desde la infancia hasta la edad adulta. La miserable vida del muchacho va justificando su progresiva degradación; su malicia no está en su carácter, sino que viene por el maltrato de los amos (determinismo).
- El Lazarillo tiene una fuerte crítica social. Desgraciadamente, en el siglo XVI, el hambre que obsesiona a Lázaro era un problema real. El concepto de honra es también objeto de la ironía del autor del Lazarillo, e incluso es el motivo del relato de la fe.
- Es una novela que critica el concepto de religión imperante, pues denuncia la mezquindad del clérigo, los engaños del buldero y la hipocresía del arcipreste. Esta ideología, que probablemente fue la causa de la condena de esta obra, fue propia de muchos humanistas durante el reinado de Carlos I y Felipe II.