Análisis literario de Crónica de una muerte anunciada

El amor

Las diferencias entre sexos: Toda la novela está llena de pasiones amorosas, acompañada siempre de matices machistas. Los hombres viven una vida llena de sexo bien con las mujeres de la casa de placer de María Alejandra Cervantes o bien en el abuso de las mujeres que no pueden defenderse de los deseos de los hombres. Este temor iba en camino de hacerse realidad, ya que el protagonista se esforzaba en reproducir el modelo de conducta de su progenitor para, de esa forma, asegurar la perpetuación del estilo de vida de su clase social. Así, tocaba indebidamente a la niña Divina Flor con una “mano de gavilán carnicero”. Por eso, Victoria Guzmán se convierte en cómplice directa del asesinato del joven, pues habiendo sido avisada de las intenciones de los gemelos Vicario, ella decide callar de manera consciente lo que sabía facilitando la ruta de la muerte para el joven Nasar. En el momento decisivo, la mujer deshonrada logra triunfar sobre el hombre que la humilló vengándose en su heredero.

La educación y el poder del dinero: La más joven de las hijas de los Vicario pertenecía a una de las familias más pobres del pueblo que, sin embargo, poseía un intenso orgullo, no exento de altanería. Debido a eso, el padre manifiesta que “o nuestras hijas se casan en nuestro chiquero o no se casan”; la madre era la férrea defensora de la dignidad de la familia, no obstante no tiene reparos en forzar a su hija a un matrimonio no deseado. La propia madre de Ángela Vicario hace que calle con esta frase demoledora: «También el amor se aprende». Pero es en la aparentemente “pobre de espíritu”, Ángela, en quien reconocemos las mayores señales de arrogancia: rehúsa ser casada por el propio obispo, no se viste con el traje de novia hasta la llegada de Bayardo, además “detestaba a los hombres altaneros” y no sigue los consejos de sus amigas para fingir la virginidad, quizá porque ya se estaba enamorando de él. Un sentimiento que comenzará a incubarse desde que Bayardo San Román la lleva de regreso a su casa.

Bayardo San Román, considerado por algunos personajes como la única víctima de esta tragedia, no lo es tanto ante los ojos del hado. Él también es culpable del pecado de soberbia. Su manera de seducir a Ángela, en realidad, a su familia, se da mediante la más desvergonzada ostentación: compra todos los números de la rifa de la ortofónica para impresionar a la joven, adquiere la casa del viudo Xius a un precio escandaloso, organiza la boda más cara que había visto el pueblo. / La novela relaciona el amor con la caza, en concreto con la caza de cetrería. Esto es especialmente claro en la relación de Bayardo San Román con Ángela. Bayardo fija sus ojos en Ángela y actúa desplegando sus artes y su poder para conseguir casarse con ella. Ángela, por su parte, se comporta como una “garza guerrera”, pues se enfrenta a San Román descubriendo que no es virgen y, más adelante, cuando, a través de las cartas, inicie la recuperación de San Román.

Perspectivismo

La voz narradora de la obra es la contrafigura de Márquez. Es un Cronista que ha de ir reconstruyendo los hechos según se los vayan contando. / Por otro lado, él mismo es testigo y, en parte, partícipe de la acción, aunque no recuerda nítidamente lo sucedido, recordemos que él es un habitante del pueblo. / Para esclarecer los hechos se sirve de los documentos escritos:

  1. Correspondencia con la madre de Santiago Nasar.
  2. El informe jurídico: sumario.
  3. El informe de la autopsia.
  4. Los testimonios de los testigos entre los cuales está él mismo.

Personas narrativas y enfoque:

  1. Cuando él se sirve de lo que recuerda, lo hace como un narrador omnisciente en tercera persona.
  2. Cuando el narrador hace uso de su doble condición de personaje (secundario) y narrador le lleva al empleo de la narración subjetiva en 1ª persona.
  3. Cuando el narrador se sitúa más como simple testigo que como protagonista, emplea entonces una combinación del “yo plural” con la distancia de la 3ª persona.
  4. Los narradores nos narran sus recuerdos en estilo directo, en 1ª persona.

En cuanto al perspectivismo en sí, es tanta la polifonía que veces los personajes coinciden en sus interpretaciones o recuerdos, pero en otras ocasiones se contradicen; la historia se presenta, entonces, como ambigua, llena de dudas, sobre todo en lo que se refiere a quién fue quien ‘deshonró’ a Ángela o, por ejemplo, el clima del día; que varía de ser fúnebre a ser radiante, según los testimonios. / Crónica de una muerte anunciada es una novela de enfoque polivisional puesto que los puntos de vista son variados. Por otro lado, se ha comparado esta ruptura múltiple de la realidad con el enfoque del cubismo pictórico. Desde luego el punto de vista dominante es el del narrador, sobre todo en el recuento de la historia de Nasar, Bayardo y Ángela Vicario. Pero el mismo narrador, en estilo indirecto y en su labor de cronista recoge múltiples visiones sobre un mismo hecho. Victoria Guzmán se disculpa por no actuar ni avisar a Nasar porque ni ella ni su hija sabían que lo matarían pero con el paso del tiempo reconoce que sí lo sabían cuando él entró en la cocina a tomar café. Es el lector el que ha de ir ensamblando las piezas que se presentan para lograr comprender lo acaecido, el lector debe ser activo.

El tiempo

En cuanto al tiempo externo, el narrador dice haberle propuesto a Mercedes Barcha “que se casara conmigo”. García Márquez se casó con Mercedes en 1958, por lo que los hechos suceden en 1944. /

El tiempo de la historia: En lo que atañe concretamente a la duración temporal podemos hablar de tiempo abreviado, de condensación temporal que abarca desde la mañana del domingo de la boda hasta el alba del lunes en que los Vicario matan a Nasar: Pero la historia tiene ramificaciones que amplían esas 24 horas:

  1. La autopsia se realiza en la tarde del lunes.
  2. El sumario judicial se empieza a redactar 12 días después.
  3. El narrador tarda en rescatar 5 años 322 pliegos salteados del mismo.
  4. El reencuentro y conversación del narrador con Plácida Linero, la madre de Nasar: ella evoca a su hijo 27 años después de su muerte

El tiempo en el relato: Cuestión diferente es la radical alinealidad del tiempo en el discurso. Un discurso que camina en círculos, anticipando o haciendo retroceder las partes de la historia y presentando los sucesos a veces en estricta simultaneidad. / Aparece la ruptura del orden lineal de la narración mediante “flash-backs” o vueltas al pasado y anticipaciones de hechos futuros, o “flash-forwards”. – Entre los primeros destaca el inicio del segundo capítulo, en donde la narración se retrotrae al momento en que Bayardo San Román llegó al pueblo, seis meses antes de los acontecimientos. – Como ejemplo de anticipación de sucesos venideros destacaremos el inicio de la obra, anticipo de la acción final: “El día en que lo iban a matar”. / En el tratamiento del tiempo destacan además las elipsis narrativas, al decir el narrador que Ángela escribió cartas durante diecisiete años.

Fatum

Introducción

El fatalismo defiende la tesis de que el porvenir es tan inalterable como el pasado y que la ineludible predeterminación es el porqué de todo suceso. A veces el vocablo se utiliza con el sentido de la aceptación de la propia doctrina determinista, admitiendo consecuentemente la inexistencia del libre albedrío. Lo que está por suceder, sucederá, por mucho que queramos cambiarlo. / La muerte en esta obra es el personaje principal. El lector, por tanto, ya conoce desde el comienzo la inevitabilidad de la muerte; una muerte que viene acompañada por una serie de símbolos. Sin embargo, ni su madre ni Santiago Nasar, que había pasado una mala noche, son capaces de interpretar esta funesta premonición.

Adversidades y contratiempos

Respecto a las notas más realistas, nos ceñimos a los juicios emitidos por distintos personajes Afrontamos así la labor de desentrañar las numerosas casualidades que habían hecho posible el absurdo asesinato. / El examen comienza con las figuras que no actúan por diferentes causas:

a) No conocen la sentencia

A pesar de la alarma, quedan todavía algunos sujetos ajenos a la situación. Entre ellos se alzan el propio Nasar y su madre, Plácida. Y ambos conviven en una casa donde yace una carta «anunciadora» que no es descubierta hasta después del crimen.

b) Incredulidad

Se insertan en este grupo aquellos convecinos que intuyen la magnitud del desafío. Aun así, desechan la previsión de un cruento desenlace, considerando el prestigio alcanzado por los gemelos.

c) Diferencias sociales y personales

Este apéndice delinea a Victoria Guzmán, cuyos viejos resentimientos influyen en la opinión que Nasar le merece. Se le antoja que es «idéntico» a su padre.

d) Negligencia

Despunta un foco de crítica social en la ostensible incompetencia de los representantes de determinadas instituciones. Es el caso de don Lázaro Aponte que recibe notificación por dos vías diferentes, pero no interrogó a los Vicario.

e) Decisiones truncas

Manifiesta una firme voluntad de avisar a Nasar, Indalecio Pardo que, al fin, no se atreve a prevenirlo por retraimiento.

f) Gestos de menosprecio

Los seres en que repercute esta coyuntura no guardan una relación directa con Santiago. De las afirmaciones de Polo Carrillo y Fausta, su mujer, se desprende una agria censura la riqueza de los Nasar. Polo pensaba que su serenidad no era inocencia sino cinismo.

g) Aprobación del ajusticiamiento

Entra aquí la defensa a ultranza del honor, propia de ambientes culturales semejantes. Prudencia Cotes exhibe esta actitud. Ella «no sólo estaba de acuerdo, sino que nunca se hubiera casado con él si no cumplía como hombre».

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