Análisis Literario de Amor y Muerte en la Obra de Gabriel García Márquez

Amor y Muerte en García Márquez

El Amor entre Fermina Daza y Florentino Ariza

Analizar el amor entre Fermina Daza y Florentino Ariza, basado en un juramento de amor y fidelidad que perdura 51 años, 9 meses y 4 días, no es tarea fácil. Desde su primer encuentro hasta la reiteración de su amor medio siglo después, Florentino y Fermina nunca tuvieron la oportunidad de estar solos o hablar de su amor.

Florentino llenaba el vacío de su amor ilusorio por Fermina con amores terrenales. En la plenitud de sus relaciones, se preguntaba cuál de los dos era el verdadero amor: el de la cama turbulenta o el de las tardes apacibles de los domingos. Así, llega a la definición del amor dividido: amor del alma, de la cintura para arriba, y amor del cuerpo, de la cintura para abajo.

El regreso de Florentino a la vida de Fermina le resulta imprevisto. Para ella, ese amor nunca había existido, y a su edad, solo les quedaba esperar de la vida. Florentino decide utilizar un nuevo método de seducción, un borrón y cuenta nueva. Tenía que enseñarle a pensar en el amor como un origen y un fin en sí mismo.

Cuando comienzan a verse, sin nada en común más que el recuerdo de un pasado efímero, Fermina piensa que Florentino se convencerá de la irrealidad de su sueño. Estuvo a punto de pedirle que no volviera, pero la idea de una pelea de novios le pareció tan ridícula a su edad que le causó una crisis de risa. Los intentos de acercamiento de Florentino le parecían cosas de niños.

Fermina le reprocha la constante evocación del pasado y su terquedad por no envejecer con naturalidad. No entendía cómo un hombre capaz de hacer las reflexiones que la habían ayudado a sobrellevar la viudez, se comportaba de forma infantil al aplicarlas a su propia vida. Los papeles se invierten, y es ella quien intenta darle ánimos para ver el futuro.

Florentino invita a Fermina a un viaje por el río, y ella acepta. Es entonces cuando Fermina se pregunta qué hacer con el amor que le ha quedado sin dueño, con unos incontenibles deseos de vivir.

El Amor entre Fermina Daza y Juvenal Urbino

El doctor Juvenal Urbino de la Calle era el soltero más codiciado hasta que sucumbió a los encantos de Fermina. Solía decir que no experimentó ninguna emoción al conocer a la mujer con quien viviría hasta su muerte. Ella fue más explícita: el joven médico le pareció un pedante incapaz de querer a nadie más que a sí mismo. Con él se casó, tuvo hijos y se creyó la elegida del destino, la más feliz.

A pesar de las crisis matrimoniales, hubiera preferido a su marido antes que a cualquier otro hombre. Cuando Fermina tuvo que tomar la decisión de casarse con Juvenal, sufrió una gran crisis al darse cuenta de que no tenía razones válidas para preferirlo después de haber rechazado a Florentino. Lo quería tan poco como al otro.

Las pretensiones de Juvenal nunca se plantearon en términos de amor. Era curioso que un católico como él solo le ofreciera bienes terrenales: seguridad, orden, felicidad; cifras que sumadas podrían parecerse al amor, pero no lo eran. Estas dudas aumentaban su confusión.

Formaban una pareja admirable. Sin embargo, a lo largo de su matrimonio, atravesaron varias crisis. Lo más absurdo era que nunca parecieron tan felices en público como en aquellos años de infortunio. Juvenal era consciente de que no amaba a Fermina.

La Poesía Española desde Principios del Siglo XX hasta la Posguerra

Desde finales del siglo XIX, surgen en España corrientes inconformistas que renuevan las tendencias existentes. Estos jóvenes escritores, llamados modernistas, abominan del mundo y buscan la belleza en lo raro, proponiendo una renovación estética.

El Modernismo (1880-Primera Guerra Mundial) rompe con la estética vigente. Su temática revela un anhelo de armonía, una ansia de plenitud y una búsqueda de raíces en medio de una crisis que produce desarraigo. De ahí la desazón romántica, el escapismo, el amor, el erotismo, el cosmopolitismo, los temas americanos y lo hispánico.

Influidos por el Parnasianismo y el Simbolismo franceses, los modernistas buscan un lenguaje bello, lleno de valores sensoriales. Con un manejo prodigioso del idioma, sus poemas están repletos de recursos literarios: palabras cultas, metáforas y una métrica que busca el ritmo, con preferencia por el verso alejandrino, el dodecasílabo y el eneasílabo.

Rubén Darío, autor de Azul, Prosas profanas y Cantos de vida y esperanza, es la figura más destacada. Otros escritores, inicialmente llamados modernistas, luego se les conoció como la Generación del 98, incorporan los problemas del momento a su temática.

Hacia 1914, surgen novedades en el ambiente literario: el Novecentismo. Destacan dos grandes poetas:

  • Antonio Machado: Con un estilo personal caracterizado por la sencillez formal, la profundidad filosófica y la preocupación por España. Obras: Campos de Castilla y Nuevas canciones.
  • Juan Ramón Jiménez: Premio Nobel de Literatura en 1956. Su poesía se caracteriza por la preocupación formal, la búsqueda de la perfección, la sencillez y la belleza. Obras: Diario de un poeta recién casado, Dios deseado y deseante.

Ramón Gómez de la Serna introduce las vanguardias europeas en España. Hacia 1925, las vanguardias alcanzan su máximo ímpetu. En 1927, aparece La Gaceta Literaria, revista orientada hacia las vanguardias. Estas rechazan la herencia romántica del Modernismo y la herencia realista.

Rasgos del nuevo espíritu vanguardista:

  1. Afán de experimentación.
  2. Fascinación por la técnica.
  3. Vocación universal.
  4. Integración de las artes.
  5. Nueva concepción de la realidad.

Hacia 1923, el impulso vanguardista decae. El nuevo arte se considera un juego, puro, deshumanizado, minoritario e impopular. Ultraísmo, Creacionismo y Surrealismo son las vanguardias más influyentes en España.

Con el Grupo poético del 27, se alcanza el máximo esplendor literario del siglo, dando lugar a un segundo Siglo de Oro.

Gabriel García Márquez y el Boom de la Novela Hispanoamericana

La literatura hispanoamericana surge con el Modernismo de José Martí y Rubén Darío. Su mayor auge llega con el Boom, correspondiente a la literatura real-maravillosa. El Boom hispanoamericano se refiere a un grupo de escritores de la segunda mitad del siglo XX, promocionados en Europa tras el éxito de La ciudad y los perros de Mario Vargas Llosa.

A mediados de la década de 1960, tras la publicación de varias novelas decisivas, estalla el fenómeno del Boom, que reflejaba la realidad social latinoamericana. Factores que contribuyeron al auge:

  1. El auge del mercado editorial.
  2. El exilio de intelectuales españoles a países como México y Argentina en la década de 1940.
  3. La influencia de la novela innovadora europea.

Rasgos de la nueva narrativa:

  1. Temática y ambientación: Predominan los problemas existenciales.
  2. Estilo y técnicas narrativas: Empleo de técnicas innovadoras como el monólogo interior.
  3. Estructura y punto de vista: Renovación total de la estructura del relato.

Obra de Algunos Representantes del Boom Hispanoamericano

  • Argentina:
    • José Luis Borges (1898-1986): Obras: Luna de enfrente, Ficciones, Oro de tigres. Escribe cuentos que él mismo define como ficción o símbolo.
    • Julio Cortázar (1914-1985): Influenciado por Borges. Obras: Final del juego, Rayuela, La vuelta al día en 80 mundos. Su estilo brillante y su maestría en la dislocación de situaciones familiares se expresan en sus relatos.
    • Ernesto Sábato: Cultiva una novela con fragmentos ensayísticos. El túnel muestra la angustia vital y su combinación con el amor. Sobre héroes y tumbas es una visión apocalíptica del mundo.
  • Cuba:
    • Alejo Carpentier (1914-1982): Incorpora estudios musicales a su prosa. Obras: Los pasos perdidos, El siglo de las luces. La música es la columna vertebral de su obra.
  • México:
    • Carlos Fuentes: Critica la burguesía y el sistema político mexicano. Obras: La muerte de Artemio Cruz, Aura.
  • Perú:
    • Mario Vargas Llosa (Premio Nobel 2010): Obras: La ciudad y los perros, La casa verde, Los cachorros. Sus obras tienen gran complejidad técnica.
  • Colombia:
    • Gabriel García Márquez (Premio Nobel 1982): Máximo exponente del realismo mágico. Recrea lugares imaginarios y decadentes en un tiempo indeterminado. Utiliza un estilo sencillo y claro, con narrador omnisciente en tercera persona.

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