El Modernismo
Mariana Cruz Álvarez: Algunas de las características del Modernismo son:
- La desazón romántica: Existe una gran similitud entre el Romanticismo y el Modernismo, compartiendo un malestar, rechazo a una sociedad en la que no encuentran lugar para la poesía, desarraigo y soledad. La melancolía y la profunda tristeza son los sentimientos fundamentales, de ahí la presencia de lo otoñal, lo crepuscular y la noche.
- El escapismo: Se observa una evasión tanto en el espacio (exotismo oriental) como en el tiempo (hacia el pasado medieval, renacentista, dieciochesco y el gusto por la mitología clásica por su brillantez y sensualidad pagana). Aparecen en los poemas dioses, ninfas, vizcondes, caballeros, marquesitas, castillos, salones versallescos con jardines perfumados, cisnes, libélulas, marfil y perlas.
- Cosmopolitismo: Se considera otra forma de evasión. El poeta se siente ciudadano del mundo. Este sentimiento desembocó en la devoción por París, sus cafés, sus salones elegantes y sus dandys.
- El amor y el erotismo: Se idealiza el amor y a la mujer o aparece un erotismo desenfrenado. Destaca el tema del amor imposible.
- Temas americanos: En principio, se trató de una forma más de cosmopolitismo, pero los modernistas hispanoamericanos incrementaron el cultivo de los temas autóctonos con el anhelo de buscar las raíces de una personalidad colectiva.
- Lo hispánico: En los orígenes hubo un desvío de lo español, pero después se asiste a una vuelta a lo hispánico para buscar en ello las raíces. Rubén Darío exalta lo español como modelo de valores humanos, morales y culturales frente a la civilización anglosajona.
- Variedad métrica: Se experimenta con estrofas, versos y acentos. Versos típicos modernistas son los alejandrinos, los dodecasílabos, los eneasílabos y también los versos libres. En cuanto a las estrofas, predominan los sonetos más diversos, las silvas, los serventesios, junto a estrofas de la lírica popular como coplas, seguidillas o romances.
- Estilo selecto y rebuscado: El lenguaje y los recursos expresivos se renuevan. La literatura es más sensual, el léxico se enriquece con cultismos y los recursos más usuales son: las imágenes, los símbolos, la aliteración y la sinestesia.
El Teatro de Federico García Lorca
Federico García Lorca es el máximo representante del teatro del 27 y uno de los mayores dramaturgos del siglo XX. Fue una persona polifacética (pintor, músico, poeta, actor y director teatral), y su teatro es conocido dentro y fuera de España. Creó el verdadero teatro poético, pues en él se integran palabra, música, ritmo, imagen y expresión dramática.
Su producción dramática expresa los problemas de la vida y de la historia a través de un lenguaje cargado de connotaciones y símbolos. Para él, las principales características de su teatro son: el carácter poético y humano, el reconocimiento de su función didáctica y su poder para sacar al pueblo de la incultura (creación del grupo teatral La Barraca). Sus obras giran en torno al sentimiento de frustración en sus diversas variantes: amor imposible, la separación, choque entre la realidad y el deseo, la fuerza de las convenciones sociales y la muerte. Hay un enfrentamiento entre el principio de autoridad y el principio de libertad, choque que lleva a la tragedia y la muerte.
Cobran especial importancia los personajes femeninos, la presencia del arma blanca, el ambiente andaluz y la influencia de la técnica cinematográfica.
Estilos y Subgéneros en el Teatro de Lorca
- Primeros dramas y farsas: Sus primeros dramas están emparentados con el teatro modernista (El maleficio de la mariposa y Mariana Pineda). Sus cuatro farsas desarrollan el conflicto derivado del matrimonio entre el viejo y la joven. Las divide en farsas para guiñol con las que lucha contra el teatro comercial (Tragicomedia de don Cristóbal y la señá Rosita y Retablillo de don Cristóbal); y farsas para personas (La zapatera prodigiosa y Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín).
- Las tragedias: Es lo más conocido de su teatro. Expresan el dolor y el sufrimiento humanos ante las convenciones sociales y el sentido del destino trágico. En estas obras, el protagonismo lo tienen las mujeres y se inscriben, excepto Doña Rosita la soltera, en el medio rural. Esto sucede en la trilogía formada por Yerma, Bodas de sangre y La casa de Bernarda Alba. En las dos primeras se combinan la prosa y el verso, utiliza coros como en la tragedia griega y están presentes elementos simbólicos. La tercera es toda en prosa y se busca una sobriedad expresiva que acentúa la dureza de la situación. Los temas del amor, la muerte, el fracaso y la soledad se plantean con una técnica muy elaborada, con un estilo en el que se combina una aparente sencillez con una estructura muy cuidada.
- El teatro vanguardista: El público, Comedia sin título y Así que pasen cinco años han sido denominados teatro «imposible» o «surrealista» y constituyen un intento de romper con todo lo anterior.