Análisis de Tormento de Benito Pérez Galdós

Benito Pérez Galdós: Vida y Obra

Primeros años y comienzos literarios

Benito Pérez Galdós (Las Palmas de Gran Canaria, 1843 – Madrid, 1920) nació en una familia de clase media. Su padre era militar. Recibió una educación rígida y religiosa, pero desde joven entró en contacto con el liberalismo, doctrina que guio sus primeros pasos en la política. Cursó el bachillerato en Las Palmas y en 1867 se trasladó a Madrid para estudiar derecho, carrera que abandonó para dedicarse a la literatura. Su primera novela, La Sombra (1870), de estilo romántico, fue seguida por La Fontana de Oro (1871). En 1872, mientras trabajaba como articulista para La Nación, Galdós emprendió la redacción de los Episodios Nacionales.

Trayectoria literaria

Durante este período, también escribió novelas como Doña Perfecta (1876) y La familia de León Roch (1878), obra que cierra una etapa literaria marcada por el propio autor, quien dividió su obra novelada en Novelas del primer período y Novelas contemporáneas. Estas últimas se inician en 1881 con La Desheredada. Según Galdós, la lectura de La Taberna de Zola lo introdujo al naturalismo. Bajo esta influencia, escribió algunas de sus obras más importantes: Fortuna y Jacinta, Miau y Tristana.

Actividad política

En 1886, el presidente del partido liberal, Sagasta, lo nombró diputado de Puerto Rico, cargo que ocupó hasta 1890. En este tiempo, terminó su relación secreta con Emilia Pardo Bazán e inició una vida en común con una joven de condición modesta, con quien tuvo una hija. Durante sus últimos años, se dedicó a la política. En 1907, fue elegido diputado por la coalición republicano-socialista, cargo que, debido a la fuerte oposición de los sectores conservadores, le impidió obtener el Premio Nobel. Paralelamente, problemas económicos lo obligaron a continuar los Episodios Nacionales desde 1898.

Análisis de Tormento

Contexto

Tormento se encuentra entre El doctor Centeno y La de Bringas, compartiendo personajes como don José Ido del Sagrario y Rosalía de Bringas.

El folletín como modelo

La obra empieza y termina con conversaciones dramatizadas, exponiendo la base dialógica de la novela: el «realismo» frente a la «imaginación». La relación dialógica entre el texto folletinesco y el realista se define por la parodia. El texto realista adopta las formas del texto parodiado, la novela por entregas. Entre estas formas, se encuentra la mezcla de géneros: discurso teatral (principio y final de Tormento), discurso narrativo y cartas (cartas de Agustín Caballero y de Amparo). Los finales de cada capítulo crean intriga o «suspenso». Los nombres de los personajes parodian los del folletín. Amparo y Tormento simbolizan la parodia de la pureza de las protagonistas folletinescas. Ido del Sagrario, escritor de novelas de folletín, parodia a los escritores folletinistas (Ido: tonto, loco).

Personajes

La ambivalencia del diálogo intertextual se manifiesta en los personajes. Los del texto central son trasplantados del texto folletinesco de Ido del Sagrario. Las dos niñas son Amparo y Refugio; el marqués es el sacerdote, D. Pedro Polo; la duquesa es Rosalía Pipaón Calderón de la Barca; y el banquero es Agustín Caballero. En Tormento también dialogan los conceptos de tiempo y espacio.

Tiempo

En el texto de Ido predomina el tiempo presente. Las dos huérfanas felices «viven con más apuro que el último día de mes», son «honradas» y «sirven de ejemplo a las mozas del día». Más adelante, cuando el marqués les envía dinero, «se ponen furiosas» y «le escriben al marqués».

Espacio

El espacio de la novela de Ido se concentra en un cuarto con una «ventanita», un tejado y una puerta. En este local, las dos heroínas folletinescas trabajan, son felices y viven asediadas. Este espacio cambia en el texto realista, transformándose en una serie de ámbitos: la casa de la familia de Bringas, la vivienda de Amparo, el aposento de Polo, la mansión de Agustín, la iglesia y la calle. Irónicamente, es en la calle donde Ido da rienda suelta a su «imaginación».

Estructura de la obra

La estructura es enmarcada, la acción se sitúa entre fragmentos narrativos o dramáticos que son alusiones, comentarios o referencias a ella. En Tormento, comienza con el diálogo entre Felipe Centeno y don José Ido del Sagrario, y se cierra con uno entre ellos y otro entre Rosalía Bringas y su marido. Tres novelas se manifiestan en la estructura: la del novelista (donde Ido es personaje), la que Ido escribe o imagina, y la del narrador. Hay un centro de consciencia, el narrador, pero la novela incluye los puntos de vista del folletinista y del novelista. El novelista omnisciente conoce la novela de Ido y tiene una perspectiva que le permite ver lo que él y los demás cuentan.

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