Análisis de la Obra Literaria ‘Don Quijote de la Mancha’

Contexto Histórico y Literario

Se trata de una novela que responde plenamente a la visión del mundo en el tránsito del Renacimiento al Barroco. El Quijote es la obra de madurez de un autor que vivió y se formó estéticamente en el siglo XVI y que en su edad avanzada contempló la evidente decadencia que estaba sufriendo el imperio en el siglo XVII. Por ello, puede entreverse en algunas ocasiones un cierto sentimiento de tristeza, aunque no el amargo desengaño y el pesimismo que caracteriza a los autores barrocos.

Intención de la Obra

El propio Cervantes afirma que la intención que lo movió a escribir su obra fue hacer aborrecer a los lectores las novelas de caballerías, género de ficción que había ido degenerando a lo largo del siglo XVI y que ya había sido condenado por muchos moralistas de su época. Para ello, parece que tuvo la intención de escribir una novela breve, cuyo propósito sería ridiculizar los libros de caballerías mediante una gran parodia.

Cervantes hace que su personaje, un hidalgo cincuentón, se vuelva loco a fuerza de leer libros de caballerías y que su locura lo lleve a hacerse caballero andante y a intentar resucitar los ideales caballerescos en la España real del siglo XVII. Naturalmente, todas las aventuras que emprende este caballero resultan un fracaso. Con ello, quedan puestas en ridículo, por imposibles, todas las hazañas de los caballeros andantes.

Pero esta intención inicial de la parodia de los libros de caballerías se vio desbordada muy pronto, en cuanto el propio autor se dio cuenta de las posibilidades que le ofrecía su personaje. Así, poco a poco los lectores nos vamos dando cuenta de que debajo de lo divertido de las aventuras se nos está diciendo algo más serio. Y es que, independientemente de la forma ridícula en que nuestro caballero lleva a cabo sus intentos fallidos, los valores que intenta imponer son en sí valores positivos: la justicia, la defensa del débil…

Argumento de la Obra

El Quijote se estructura en torno a las tres salidas que hace Don Quijote de su aldea: dos de ellas en la primera parte y una en la segunda.

a) Primera Parte

El hidalgo Alonso Quijano se vuelve loco por leer tantas novelas de caballerías que se cree un caballero, saliendo de su aldea con su rocín con el propósito de ayudar a los menesterosos para poder conseguir el amor de su dama Dulcinea del Toboso (labradora del pueblo de al lado), de quien está enamorado y dispuesto a morir por ella.

En una venta que él cree que es un castillo se hace armar caballero según los ritos leídos, ante las burlas de las mozas. Salva a un joven al que su amo le está azotando, pero solo consigue que, cuando él se va, el amo le pegue más fuerte. Recibe una paliza de unos mercaderes y queda inconsciente. Es recogido por un vecino de su aldea que lo lleva allí.

En la aldea, el cura y el barbero hacen una gran hoguera con los libros de la biblioteca del hidalgo y le dicen que un encantador se los ha llevado. Don Quijote convence a Sancho Panza con promesas de llegar a gobernar una ínsula, y junto con él parte en busca de aventuras: lucha contra los molinos de viento que parecen gigantes, contra dos rebaños que le parecen ejércitos, pone en libertad a unos presos atacando a sus custodios, conquista el yelmo de Mambrino y sufre finalmente un encantamiento que pone fin a sus correrías, devolviéndolo enjaulado a su aldea.

b) Segunda Parte

Se inicia cuando los protagonistas se enteran de que se ha escrito un libro con sus aventuras (primera parte), y Don Quijote se muestra preocupado por si habrá escrito la crónica de sus hazañas con veracidad.

Se cuenta una salida de estos dos personajes con una victoria sobre el Caballero del Verde Gabán, su entrada en la cueva de Montesinos, su larga estancia en el castillo de los Duques y su derrota final en Barcelona por el caballero de la Blanca Luna, quien le impone como castigo regresar a su aldea y no salir nunca más, cosa que cumple. Recupera el juicio a última hora y muere.

Análisis del Quijote: La Primera Novela Moderna

Con el Quijote ha nacido una novela moderna, no solo porque los capítulos tienen una trabazón entre sí y van mostrando la evolución psíquica del personaje, sino también porque cada uno de sus personajes se expresa en un registro lingüístico apropiado a su condición social, a su personalidad y al personaje a quien se dirige.

Desde el punto de vista del narrador se plantean unas complicaciones pocas veces igualadas en la literatura occidental. Desde el punto de vista de los límites entre la realidad y la ficción sucede lo mismo: «un tal Cervantes», personaje de la realidad, es el autor de una obra (La Galatea) que ha leído Don Quijote, el cual, a su vez, se entera de que ha publicado en 1605 la primera parte de El Quijote, y así sucesivamente.

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