Ramón María del Valle-Inclán: Renovador del Teatro Contemporáneo
Valle-Inclán se considera uno de los grandes renovadores del teatro contemporáneo por su renovación técnica, formal y temática. Este poeta evolucionó desde un teatro modernista hacia un nuevo teatro renovador originado por una nueva técnica: el esperpento. Técnica satírica y deformadora a través de la cual critica la situación política y social del país. Valle fue dramaturgo modernista y noventayochista.
Rasgos Modernistas
- El cosmopolitismo: influencias de otros países.
- El uso del verso (prosa poética).
- La creación de belleza (función poética de las acotaciones). “Un café que prolongan empaña espejos. Mesas de mármol. Divanes rojos.”
- Estilo refinado y aristocrático.
- Recursos retóricos, neologismos y cultismos.
- Impresión y vaguedad.
Rasgos Noventayochistas
- Uso predominante de la prosa.
- Estilo sobrio y austero.
- Se recuperan localismos y arcaísmos.
- Se busca, asimismo, precisión y exactitud en el uso del vocabulario.
- En cuanto a la temática, destacan:
- El problema de España.
- El paisaje.
- La historia contemporánea.
- La literatura.
- Los problemas existenciales.
- Como rasgo más destacado: el esperpento. A través del esperpento, el autor hace una crítica ácida de la España de la época y sus instituciones, y muestra un mundo absurdo en el que todo está del revés. Utiliza los siguientes procedimientos:
- Deformación caricaturesca de la realidad y de los personajes.
- Creación de situaciones absurdas y exageradas.
- El uso de contrastes: aparecen lo doloroso y lo grotesco, etc.
- Utilización de la ironía y la sátira.
- El tipo de humor utilizado.
- Literaturización: gran cantidad de citas y referencias literarias.
- Los numerosos personajes que aparecen y que son degradados.
- Los continuos cambios de escenario también degradan la realidad.
- El uso de un lenguaje coloquial, que llega incluso a lo vulgar, lleno de casticismos y de juegos de palabras.
- Las acotaciones son esenciales. Describen la caracterización de los personajes.
Los conceptos de tiempo y espacio son tratados con libertad; hace referencias a hechos históricos, se presentan sin orden cronológico. Luces de Bohemia sintetiza perfectamente todas las características del esperpento y ofrece la visión amarga que Valle-Inclán tenía de la condición humana.
Ciclo Final
Son cinco obras recogidas en: Retablo de la avaricia, la lujuria y la muerte. Son tragedias de carácter simbolista protagonizadas por personajes cotidianos o marginados donde las pasiones capitales de la avaricia y lujuria arrastran a los desdichados personajes.
Trayectoria Dramática
Ciclo Modernista
Son poemas dramáticos escritos en versos sonoros y ambientados en la Edad Media. Destacamos dos obras: El Marqués de Bradomín y El Yermo de las Almas.
Ciclo Mítico
El autor adopta un tono más crítico y agresivo y un lenguaje más duro. Representa una sociedad arcaica. Los conflictos se centran en la lujuria, la soberbia. Las obras más importantes de esta etapa son:
Comedias Bárbaras
Son tres obras protagonizadas por Don Juan Manuel de Montenegro, personaje vicioso que acabará muerto por sus hijos. Se refleja un mundo primigenio, de pasiones violentas y desatadas.
Divinas Palabras
Una de sus obras más conocidas. La acción gira en torno a un personaje deforme. El mundo que representa es una Galicia rural y regida por la corrupción moral.
Ciclo de las Farsas
Es una transición del modernismo al esperpento. Valle-Inclán escribe cuatro farsas: La Marquesa Rosalinda, Farsa infantil de la cabeza del dragón, Farsa italiana de la enamorada del rey y Farsa y licencia de la reina castiza.
Ciclo Esperpéntico
Valle-Inclán descubre una nueva estética teatral: el esperpento. El esperpento es, según Valle-Inclán, una estética deformadora que resalta lo grotesco y supone «una superación del dolor y de la risa». El autor hace una crítica ácida de la España de la época y sus instituciones. La realidad es destruida, transformando por completo su imagen.
- La obra esperpéntica más importante de Valle-Inclán es Luces de Bohemia.
- Valle-Inclán escribe otros tres esperpentos conocidos como Martes de Carnaval, en los que radicaliza aún más su visión deformadora de la realidad.
Luces de Bohemia
Describe la última noche en la vida de un poeta bohemio, ciego y pobre llamado Max Estrella. Durante su largo paseo nocturno con Don Latino de Hispalis, hombre aprovechado y egoísta, aparecen caricaturescamente deformados los aspectos más miserables de la vida española y de la condición humana. La obra está estructurada en quince escenas por las que pasean personajes distintos que sirven a Valle-Inclán para hacer una crítica social y política de la España del momento. El autor ridiculiza instituciones de todo tipo: la policía y su brutalidad. Las acotaciones son muy largas y descriptivas y tienen valor literario.