Contexto Histórico y Literario
Corazón tan blanco: En cuanto al contexto histórico de esta obra, situada entre 1975 y el final del siglo XX, se producen varios hechos relevantes que provocan un cambio fundamental en todos los niveles de la sociedad española en comparación con el periodo anterior. En 1975 muere Franco y Juan Carlos I de Borbón le sucede, quien inicia el camino hacia la monarquía parlamentaria. Esto abre una etapa de libertad, donde se elimina la censura y se publican obras que antes estaban prohibidas. España entró en la OTAN y en la actual Unión Europea, y esto trajo una importante modernización gracias a la llegada de subvenciones.
En el contexto literario, se puede decir que la obra se sitúa en la época contemporánea debido a la clase media pudiente del protagonista, Juan Ranz (hijo), y a la pintura de los lugares a los que este viaja, que se muestran bastante modernos. También cabe destacar los saltos al pasado cuando Juan recuerda su niñez y la vida pasada de su padre.
Narrativa Española desde 1975
En la narrativa de los años 70-80 se produjo un acusado descenso de los experimentos técnicos. Los autores pretendían que el público volviera a disfrutar de una lectura entretenida sin renunciar a la calidad literaria. En este periodo se produce un acercamiento a la subliteratura.
- Novela negra: Tipo de relato policiaco, con argumentos llenos de violencia. Eduardo Mendoza (La verdad sobre el caso Savolta). Otro autor destacado es Manuel Vázquez Montalbán (Los mares del sur).
- Novela realista: Influencia de Benito Pérez Galdós. Destaca Luis Mateo Díez (La fuente de la edad).
- Metaficción: El tema es la propia literatura. Francisco Umbral (La noche que llegué al Café Gijón), Juan José Millás (El desorden de tu nombre) y Carmen Martín Gaite (El cuarto de atrás).
- Novela lírica: Francisco Umbral: Mortal y rosa, Javier Marías (Corazón tan blanco).
- Novela histórica: Arturo Pérez-Reverte (El Capitán Alatriste).
- Novela sentimental: Almudena Grandes (Las edades de Lulú).
Teatro Español desde 1940
Teatro de los 40
En la posguerra, el teatro se convierte en uno de los principales medios de evasión de la dura realidad española. Es un teatro sencillo, escapista y sin complicaciones. Impera la comedia burguesa; en ella, los personajes, generalmente de clase media, viven diversas situaciones que van de la risa al llanto. Podemos destacar a Joaquín Calvo Sotelo o José María Pemán. Otra corriente de mayor éxito en la época es el teatro de humor. Enrique Jardiel Poncela (Eloísa está debajo de un almendro).
Teatro de los 50
Los gustos del público siguen estando en la línea del teatro comercial, teatro de humor, etc. Con el paso del tiempo, empieza a surgir otro tipo de público, con lo cual se demanda otra clase de teatro. Aparece el teatro social. Surge un enfrentamiento entre posibilismo e imposibilismo.
- Antonio Buero Vallejo (posibilismo): Su teatro trata de adentrarse en algunos aspectos de la naturaleza humana, como la soledad. Su obra se divide en tres etapas: la existencial, la social y la existencial y social. (Historia de una escalera).
- Alfonso Sastre (imposibilismo): En sus primeras obras muestra la originalidad de su teatro (Escuadra hacia la muerte, La mordaza).
- Miguel Mihura: Escribió su primera y mejor comedia (Tres sombreros de copa).
Teatro de los 60
Es un teatro de orientación realista en el que se reflexiona sobre la sociedad, la protesta… Los años 70 traerán consigo un periodo de experimentación formal y temática. La comedia burguesa se trata de un teatro de evasión dirigido a un público sin demasiadas inquietudes. Juan José Alonso Millán (El cianuro, ¿solo o con leche?) Alfonso Paso (Enseñar a un sinvergüenza).
Teatro social de protesta: Se consolida una generación de dramaturgos en torno a la mitad del siglo que muestran en las obras la preocupación por la injusticia social. José Martín Recuerda (El teatrito de don Ramón), José María Rodríguez Méndez (Los inocentes de la Moncloa), Laura Olmo (La camisa), Antonio Buero Vallejo (Un soñador para un pueblo).
La producción de Antonio Buero Vallejo evoluciona a partir de los últimos años 50 y, sobre todo, 60. Lo que podríamos llamar segunda etapa aporta a su obra un nuevo enfoque temático. La tercera etapa de Buero comienza en torno a los 70; en ella se hace más patente el contenido social y político.
Teatro desde 1975
Tras la muerte de Franco, el teatro español se vio muy favorecido. La tendencia principal fue llevar a los escenarios todo lo que antes estaba prohibido.
- Formas tradicionales: Llegan con facilidad al público, ya que no persiguen la innovación. Antonio Gala (Anillos para una dama), José Luis Alonso de Santos (Bajarse al moro) recupera la tradición del sainete. José Sanchis trata el tema de la guerra civil (¡Ay, Carmela!).
- Teatro innovador: En el nuevo teatro, los más importantes fueron los dramaturgos de la generación anterior. Después de ellos surgieron nuevos autores: Miguel Romero Esteo (El vodevil de la pálida), Manuel Martínez Mediero (Los clandestinos), Alfonso Vallejo (Orquídeas y panteras), Luis Riaza (Medea es un buen chico), Antonio Martínez Ballesteros (Pisito clandestino).
- Teatro más reciente: Sigue existiendo en el teatro la dicotomía entre las obras comerciales, que persiguen la aprobación de un público lo más amplio posible, y las obras más innovadoras.