Generación del 27: Poesía española entre tradición y vanguardia
Durante la primera mitad del siglo XX, surgió en España un grupo de escritores con afinidades y características comunes que escribieron entre 1920 y 1930. Estos constituyeron la Generación del 27, cuyo nombre se debe a que en ese año se reunieron para homenajear la muerte de Luis de Góngora.
Afinidades e influencias
La afinidad común de los miembros del 27 viene dada por:
- El mismo contexto cultural.
- La parecida procedencia social y actividad profesional.
- La colaboración en las mismas revistas literarias como medios para difundir su poesía.
- Su estudio de toda la literatura hasta la época.
Sus influencias literarias son diversas, aunque podemos resaltar:
- La admiración por Luis de Góngora.
- La poesía pura de Juan Ramón Jiménez.
- El vanguardismo, del que tomaron la importancia de la imagen y la metáfora. Los movimientos vanguardistas más influyentes fueron el creacionismo y, sobre todo, el surrealismo.
La principal característica de la poesía del 27 es buscar el equilibrio entre la tradición y la innovación de las vanguardias.
Etapas de la Generación del 27
En general, podemos distinguir tres etapas dentro de la producción literaria de la Generación del 27:
Primera etapa (hasta 1928)
Época de tanteos en la que cada autor busca su estilo propio. Aunque la mayoría se ve influenciado por el vanguardismo, también toman la poesía pura de Juan Ramón Jiménez.
Segunda etapa (hasta 1936)
Poesía deshumanizada. Se toman elementos del surrealismo.
Tercera etapa (después de 1936)
Después de la Guerra Civil española, se produce el exilio y la dispersión de los autores. Por ello, los temas de su poesía son la nostalgia de España y de los amigos.
Poetas de la Generación del 27
Pedro Salinas
Distinguimos tres etapas en su poesía:
- Etapa inicial: Parte del vanguardismo y la poesía pura, destacando Presagios y Fábula y signo.
- Etapa de madurez: Publica sus obras más importantes, La voz a ti debida y Razón de amor, donde funde lo intelectual y lo sentimental consolidándose como el poeta del amor.
- Época del exilio: Muestra nostalgia por la patria perdida, como en El contemplado.
Jorge Guillén
Es el representante de la poesía pura. Se caracteriza por una gran exigencia estética, la perfección y el rigor de sus obras, aunque muestra cierta evolución. Toda su obra se engloba en el título Aire nuestro, dividido en tres libros: Cántico, Clamor y Homenaje.
Gerardo Diego
Es el principal impulsor del grupo, pues reunió poemas de sus compañeros en una sola antología. Su influencia es creacionista y sus obras alternan la poesía vanguardista o de creación como Imagen y Manual de espumas y la tradicional o de expresión con El romancero de la novia.
Vicente Aleixandre
Recibió el Premio Nobel de Literatura en 1977. En un principio se mostraba muy influenciado por el surrealismo y publicó La destrucción o el amor. En sus siguientes obras trata de comunicarse con los seres humanos a través de En un vasto dominio. Pero en su última etapa intenta de nuevo comunicarse consigo mismo, primando la reflexión como en Poemas de la consumación.
Federico García Lorca
Fue el miembro más fecundo del grupo. Hasta 1928 se advierten rasgos modernistas, simbolistas y de la poesía de Juan Ramón Jiménez con obras como Libro de poemas y Poema del cante hondo. Aunque luego se muestra más tradicional ahondando en el sentimiento popular y el folclore andaluz, como en Romancero gitano. Tras vivir en Estados Unidos, publica Poeta en Nueva York de corte surrealista con una visión negativa de la ciudad y del mundo mecanizado que destruye lo humano. Una de sus obras cumbres es la elegía Llanto por Ignacio Sánchez Mejías.
Rafael Alberti
Su poesía se sustenta en la nostalgia del Puerto de Santa María y del mar. Con su primer libro Marinero en tierra comienza a unir la tradición y las vanguardias presentando el mar como símbolo de libertad y recuerdo de infancia. El carácter surrealista se acentúa con Cal y canto y Sobre los ángeles. También escribe poesía comprometida y al acabar la guerra, con el exilio, la nostalgia y el rechazo al fascismo con Entre el clavel y la espada.
Luis Cernuda
Agrupa su producción poética en La realidad y el deseo, que resume la diferencia entre el ser y el querer ser, aúnan el dolor y el amor. Su trayectoria poética distingue la poesía surrealista para expresar su mundo interior (Donde habite el olvido), la poesía del exilio con la preocupación de la patria perdida (Las nubes, que adopta un tono más meditado y reflexivo) y la poesía de tintes intimistas con La desolación de la quimera, volviendo a la amargura.
Otros miembros y el epígono
Otros miembros de la Generación del 27 fueron Dámaso Alonso, Emilio Prados y Manuel Altolaguirre. A este grupo se le añadirán posteriormente Concha Méndez y Josefina de la Torre.
Miguel Hernández es considerado el epígono de la Generación. En la Guerra Civil se alista en el ejército republicano, fue encarcelado y murió tuberculoso en la cárcel de Alicante. Su plenitud llega con El rayo que no cesa en el que el tema fundamental es el deseo de vivir y de amar que chocan con obstáculos insalvables como la muerte. La guerra lo lleva a una etapa comprometida con Vientos del pueblo y El hombre acecha. Sus últimos años en la cárcel escribe Cancionero y romancero de ausencias, donde habla del amor a su mujer e hijos frustrado por la separación y la ausencia.