Análisis de Crónica de una muerte anunciada

El tema del honor

El tema del honor. La obra centra su argumento en la muerte de Santiago Nasar por honor. Este es uno de los temas fundamentales de la obra y que según el propio García Márquez le movió a escribir la obra. Bayardo, al descubrir que su esposa no es virgen, la devuelve a casa de su madre tras golpearla. Los hermanos planean la venganza del causante de la deshonra, que, según declaración de Ángela, es Santiago Nasar. La violencia es la única respuesta a una violación del código del honor, enfocado en el tema de la sexualidad que exige a la desposada llegar virgen al matrimonio, García Márquez se vale del tema del honor y los elementos de la comedia del Siglo de Oro. De un dudoso y trivial lance de honor, ocurrido 27 años atrás en el municipio de Sucre, García Márquez elabora su Crónica, agregándole elementos que pertenecen puramente a la ficción literaria; con la ironía y la exageración de estos elementos García Márquez ridiculiza a los personajes y su código moral para subrayar el carácter absurdo y brutal de los restos de esta herencia cultural española que aún persiste en Latinoamérica hoy. La acción de Crónica de una muerte anunciada se desarrolla en medio de un ambiente de casualidades, contradicciones y equivocaciones, torpezas que posibilitan la tragedia. Solo hay dos puntos claros y firmes: el asesinato de Santiago Nasar y la creencia de todo el pueblo en la validez de su código de honor. Es decir, sobre lo único que se ponen de acuerdo los vecinos del pueblo es sobre un valor, el de la honra que, visto a su manera, solo puede ocasionarles tragedias. Santiago Nasar tuvo la desgracia de vivir en un pueblo de valores invertidos, poco o nada razonables. García Márquez no describe estos valores en su obra, pero quedan claramente expuestos en lo que dicen y hacen sus personajes. María Alejandrina Cervantes arrasó con la virginidad de mi generación. No parece pues, que el concepto moral del pueblo censure de ninguna manera la práctica y el ejercicio de la prostitución. Este código popular del honor está tan absolutamente aceptado que nadie en el pueblo se pregunta por qué carece de importancia que María Alejandrina hubiera arrasado con la virginidad de toda una generación masculina, mientras que sí la tiene, y de modo bien trágico, que Ángela Vicario la hubiera perdido con quien fuera.

Otra inversión moral

Otra inversión moral que se ve en los personajes del pueblo es su materialismo. Quien mejor lo ejemplifica es Bayardo San Román derrocha su dinero en una boda casi inverosímil, pero también es sintomático que no se entienda que el viudo se niegue durante bastante tiempo a vender su casa, aunque Bayardo le ofrezca cantidades desorbitadas. Más referencia a la honra en sentido sexual hacen las normas vigentes referentes a la crianza de los hijos. Los hermanos fueron criados para ser hombres. Ellas para casarse. Los hermanos Vicario matan a Santiago Nasar porque lo consideran su deber ya que han sido educados para eso; de ahí que se consideren inocentes, en ningún momento se arrepientan del crimen y todo el pueblo espere que se comporten de ese modo. Se insiste en la obra en que no son personas violentas y en que no los mueve la sed de venganza, solo un deber que no parece gustarles mucho. Por ello intentan por todos los medios evitar el asesinato: se demoran bebiendo, informan de sus intenciones a todo el mundo con el fin de que alguien avise a Santiago o los detenga. También el abogado que defiende a los hermanos acepta el código popular del honor. La mayoría de los habitantes del pueblo lo aceptan, entre otras cosas porque los exculpa por no haber impedido el crimen. E incluso las mujeres: Prudencia Cotes- novia de Pablo Vicario- declara que no se hubiera casado con él si no hubiera vengado el honor y demostrado su hombría. En conclusión, García Márquez ha querido expresar con esta novela una crítica irónica al código de honor, que es el verdadero desencadenante de la tragedia.

El fatum

El fatum. La fatalidad, el destino, envuelto en un FATUM o sino trágico, pesa sobre la figura de Santiago Nasar en forma de una serie de circunstancias adversas que lo conducen a la muerte. En su mismo título ya se dice que hay una muerte sabemos que el personaje está condenado, lo cual elimina las sorpresas. Todo el pueblo sabía que el crimen iba a producirse, pero nadie lo impide, lo cual sugiere la presencia de un destino fatal ineludible que influye decisivamente sobre el desarrollo de los hechos. El Fatum en la obra se debe a un conjunto de contradicciones, ambigüedades, casualidades, coincidencias o torpezas humanas. Señalamos algunas de las más destacadas:

Contradicciones: • Todo el pueblo sabe que los Vicario van a matar a Santiago Nasar, menos él, que no se entera hasta el final y, desde luego, no entiende nada.• En una sociedad cerrada y puritana donde todos se enteran de todo, Ángela Vicario pierde la virginidad con un joven del pueblo y nadie se entera.

Ambigüedades: Hechos que ni los personajes, ni el lector, ni siquiera el narrador consiguen despejar. • ¿Quién cometió el crimen de honor del que es víctima Ángela Vicario? La sensación que queda al lector es la de que Santiago Nasar fue asesinado por algo que probablemente no cometió. Pero cuando –y aquí viene la ambigüedad– Ángela se encuentra en situación propicia para revelar la verdad al narrador, muchos años después, ratifica con convicción su versión.

Casualidades: • Santiago, que casi nunca salía de casa por la puerta del frente, ese día lo hizo allí lo esperaban los Vicario para matarlo.• El mensaje deslizado debajo de la puerta de Santiago avisándole del peligro, no es visto hasta mucho tiempo después del crimen…

Torpezas: • Meme Loizano no le advirtió del peligro porque lo vio tan contento que pensó que el asunto ya se había arreglado… y era que todavía no lo sabía.• Plácida Linero cerró la puerta de la casa cuando vio a los Vicario porque pensó que querían meterse dentro para matarlo, y con ello sentenció a muerte a su hijo, que no tuvo escapatoria.• Cristo Bedoya no consiguió proteger a su amigo porque pensó que estaba desayunando en casa de los García.• El padre Carmen Amador, cuando lo ve sano, piensa que todo había sido un bulo.

El fatum se consuma gracias a las múltiples torpezas que cometen los personajes de la obra y conducen inexorablemente al mal. La fatalidad somete a todos, no solo a Santiago Nasar. Los gemelos Vicario, antagonistas, son los instrumentos del crimen, pero asimismo son también víctimas de esta sociedad porque se sienten obligados a matar por la presión del pueblo. Bayardo San Román no podrá superar la humillación y vergüenza final que lo convierten en un “pobre hombre”, condenado a la soledad y al olvido, hasta que, mucho después, acepte volver con Ángela.

El amor

El amor. La novela es también la historia de la pasión amorosa de Bayardo y Ángela, que crece en la separación de los amantes y que es capaz de vencer la ofensa, la soledad, el silencio e incluso el paso del tiempo. Es la única fuerza en la obra capaz de vencer al destino fatal. Ángela tras ser repudiada por su esposo y castigada por su madre, envía durante largos años cartas de amor a Bayardo San Román. Este gesto la libera de su personalidad apocada y del control de su familia y, con ello, consigue torcer el signo de los hechos, ya que Bayardo acepta reconciliarse con ella. Logra demostrar que el destino solo es una coartada con la que se justifican las torpezas humanas, la cual queda eliminada en el momento en el que el ser humano asume las responsabilidades de su propia libertad.

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