Análisis comparativo del Realismo y Naturalismo: contexto, características y autores

Realismo y Naturalismo en la literatura española del siglo XIX

Introducción

Durante la segunda mitad del siglo XIX, destacaron dos géneros literarios: el Realismo y el Naturalismo. Estos dos géneros se parecen tanto que casi llegan a confundirse, puesto que muchos autores, en sus novelas, utilizan rasgos de ambos géneros, llevando a la confusión de qué autor pertenece a qué movimiento.

El Naturalismo no tuvo tanta importancia en España como el Realismo. Muchos autores no se pueden denominar, ni siquiera, naturalistas del todo, porque son contrarios a muchas ideas del movimiento.

Por ejemplo, Emilia Pardo Bazán, a pesar de ser defensora del Naturalismo, es completamente contraria al anticlericalismo, idea clara en el Naturalismo.

Realismo

Comenzó en Francia, en 1860, con las novelas de Gustave Flaubert, aunque no llega a España hasta 1870. A pesar de que el realismo ha existido, periódicamente, a través de la historia, en todas las artes, el término se restringe habitualmente al movimiento literario que comenzó a mediados del siglo XIX, como reacción frente al Romanticismo.

Los escritores realistas se documentan tomando notas de la realidad o a través de los libros. Buscar datos en las bibliotecas se convierte en una actividad muy importante. Desean ser historiadores del presente.

Por eso los personajes, problemas y los ambientes siempre intentaban ser lo más cotidianos posible.

Publicar novelas en esta época no era fácil, puesto que las novelas, o se publicaban por entregas (en publicaciones periódicas, revistas o periódicos), o corrían a costa del autor. Un ejemplo de uno de estos casos es Benito Pérez Galdós, el cual costeó su primera obra con el dinero de una tía suya. El Realismo está algo relacionado con el Romanticismo, puesto que algunos autores realistas pertenecen al género romántico.

Características

El realismo supone el intento por describir el comportamiento humano y su entorno, o por representar figuras y objetos tal y como actúan o aparecen en la vida cotidiana. El escritor realista quiere que su obra refleje la realidad social, pero siempre de manera objetiva. Intenta captar en su obra la vida tal y como es; quiere suprimir su punto de vista de todo aquello que escribe. Nos enseña un retrato lo más exacto posible de lo que le rodea.

El contexto de las obras realistas siempre será el más cotidiano posible, tanto en el lugar en el que se desarrolla la narración como el tiempo. El lenguaje realista es sencillo, intenta hacerse lo más claro posible y reproducir un lenguaje familiar y coloquial.

Los temas tratados en los escritos realistas son muy variados, tratarán siempre sobre la realidad del momento: política, proletariado, opresión, mundo rural, infidelidad en el matrimonio.

En cuanto a técnicas narrativas, estas obras presentarán descripciones minuciosas, siempre se dedica especial atención a la ambientación.

Este movimiento literario predomina en la novela, aunque también se da en la lírica.

Más que una corriente literaria que tiende a reproducir la realidad, el Realismo es un método estilístico de la narración y de la forma descriptiva.

Autores del Realismo

Cada país tuvo su precedente diferente:

En Francia comenzó con las novelas de Gustave Flaubert así como con los relatos cortos de Guy de Maupassant, en los que reaccionan contra el lirismo y la idealización románticas.

En cuanto a España, son bastantes los destacados en este movimiento, aunque en las obras de estos escritores realistas muchas veces pueden aparecer características naturalistas.

  • Benito Pérez Galdós escribió La Fontana de Oro, la primera novela realista en España.
    (Nació en Las Palmas de Gran Canaria (1843), fue a Madrid a estudiar derecho en 1862. Se transforma en un madrileño que frecuenta tertulias literarias, y se interesa por los problemas políticos y sociales del momento; se define a sí mismo como progresista. En 1868, viaja a París y descubre a los grandes novelistas franceses. A su regreso traduce a Dickens, escribe teatro y en 1870 decide publicar su primera novela, La Fontana de Oro. Esta obra era todavía romántica pero en ella ya empezaba a verse sus ideas radicales que aparecerán en la década siguiente. Con esta obra se iniciará el realismo español.)
  • Juan Valera es un claro representante del Realismo, aunque difiere en algunas cosas de Galdós, a Valera no le gusta representar exactamente la realidad. Pepita Jiménez (1874).
    Valera se manifiesta en contra del Naturalismo en su obra Apuntes sobre el nuevo arte de escribir novelas (1887).
  • Leopoldo Alas Ureña, que firmó todas sus obras con el seudónimo de “Clarín”, escribió una de las mejores novelas del siglo XIX La Regenta (1885). Comparado con los autores de su época publicó muy pocas novelas, tan sólo dos; La Regenta y Su único hijo (1890).
  • José María Pereda, con su publicación, El sabor de la tierruca (1882), escribe lo que se podría llamar novela regionalista realista.

Naturalismo

El naturalismo es una teoría según la cual la literatura debe basarse en una representación objetiva y familiar del ser humano. Surge como una derivación del Realismo, se puede considerar como una forma extrema del Realismo, que cree que las acciones del ser humano están controladas por el destino.

En cierto modo, el Naturalismo, no es sólo una tendencia literaria, sino que es una forma de comprender al ser humano y entender sus costumbres.

Los escritores naturalistas representan a sus personajes en situaciones extremas de pobreza y marginación, suelen describir los ambientes más bajos y sórdidos con el fin de poner al descubierto los defectos de la sociedad. La descripción de estos ambientes la utilizan para ver cómo reacciona el ser humano en determinados medios, normalmente hostiles.

Fue entre 1880-1882 cuando la cultura española entró en contacto con el Naturalismo. En España no tuvo el mismo recibimiento que en Francia.

Algunos críticos opinan que en realidad el Naturalismo en España, más que una corriente literaria, se plasmó en obras y periodos concretos de escritores, como: Benito Pérez Galdós, con La desheredada (1881), (se podría decir que esta fue la primera novela de carácter naturalista), Leopoldo Alas “Clarín”, en La Regenta (1884) y Armando Palacio Valdés, El señorito Octavio (1881).

Emilia Pardo Bazán fue, seguramente, la única escritora que defendió abiertamente el naturalismo. Sus novelas Los pazos de Ulloa (1886) y El cisne de Vilamorta (1885), entre otras, se consideran naturalistas.

Características

El Naturalismo dice que la existencia del ser humano está determinada por fuerzas naturales, que la humanidad no puede controlar. Está basado en la filosofía del determinismo.

Esta filosofía dice que el hombre está controlado por sus instintos, sus pasiones y por su entorno social y económico. El objetivo del Naturalismo es reproducir la realidad con total imparcialidad.

Se diferencia del Realismo en que incorpora una actitud amoral en la representación objetiva de la vida.

En el Naturalismo se destaca la dependencia del ser humano a las condiciones ambientales y denuncia los límites concretos de su personalidad ética. Se niegan los principios estéticos tradicionales para proponer una revolucionaria comparación entre lo “bello” y lo “feo”.

En la novela naturalista aparecen los personajes más variados, desde alcohólicos, psicópatas, seres que obedecen a sus impulsos más primarios, sin percatarse de ello.

Las técnicas narrativas utilizadas en las novelas naturalistas son muy parecidas a las que se pusieron en práctica en el Realismo, aunque es mucho más descriptivo.

Conclusión

En conclusión, se puede decir que en España el Realismo fue un movimiento literario muy importante y que algunos de los escritores realistas fueron influenciados por el Naturalismo, pero este último no tuvo la influencia en España que tuvo en Francia.

Los límites entre Naturalismo y Realismo son difíciles de definir.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *