Vanguardias: Definición y Rasgos Comunes

El término «vanguardia» proviene del francés avant-garde. Se trasladó al ámbito del arte para denominar a los movimientos artísticos que se desarrollaron a principios del siglo XX en Europa, con una voluntad de rebeldía frente a la concepción del arte basada en la imitación de la realidad.

Contexto Histórico-Cultural

El contexto histórico-cultural se caracteriza por grandes conflictos y tensiones. Además de la Primera Guerra Mundial, tuvo lugar la Revolución Rusa, que abrió la esperanza de un cambio en el modelo económico. Tras los felices años 20, llegó el desastre de la bolsa de Wall Street y una época de recesión y conflictos. En estos años se desarrollaron movimientos que tuvieron su sede principal en París, aunque algunos se originaron en otros lugares. Su ideología se difundió a través de manifiestos y revistas.

No todos los movimientos tuvieron la misma duración ni la misma acogida. La mayoría tuvo una existencia pasajera y apenas trascendió más allá de sus manifiestos. Sin embargo, comparten características comunes:

• Ruptura con la imitación: Se rompe con la idea de imitar el mundo exterior. Surgen diseños geométricos y visiones simultáneas. Se elimina la anécdota y el sentimiento, buscando la poesía pura.
• Primitivismo: Se muestra un rechazo del presente y de la evolución histórica de Occidente, que se traduce en una mitificación del hombre primitivo.
• Rechazo de la razón: Los movimientos vanguardistas rechazan la razón y la ciencia, defendiendo un arte basado en el azar y el inconsciente. La poesía tiene valor en sí misma.
• Afán de originalidad: Se defiende el individualismo y se rechaza la masificación de la sociedad, creando un arte minoritario.
• Pluridisciplinariedad: Los movimientos son eclécticos y pluridisciplinares, mezclando música, pintura, escultura y literatura en sus creaciones artísticas.
• Arte por el arte: Se defiende el arte por el arte, en la línea del Simbolismo francés: «es necesario deleitarse sin pensar en los lectores».
• Experimentación estética: Se lleva al límite el afán de experimentación estética, concibiendo el poema como un objeto visual. Triunfa el uso del verso libre.

Los Movimientos de Vanguardia en Europa

• Expresionismo

  Apareció en 1905 en Alemania y se desarrolló junto a la pintura. Se caracteriza por el uso de imágenes intensas y violentas. Los temas principales son la angustia y el miedo. Un autor representativo es Valle-Inclán.

• Futurismo

  Surgió en 1909 en Italia con Marinetti, quien publicó su primer manifiesto. En él, proclamó su antirromanticismo y ensalzaba las máquinas y las nuevas tecnologías. Los temas recurrentes son el automóvil y el avión. Se utiliza un lenguaje dinámico y rápido, suprimiendo adjetivos y adverbios, llegando incluso a defender la eliminación de la sintaxis y dejando las palabras en libertad.

• Cubismo

  Nació como movimiento pictórico de la mano de Pablo Picasso en 1907. Suponía la descomposición de la realidad en formas geométricas y ofrecía una nueva manera de observar el mundo. Destacan los caligramas de Apollinaire, poemas en forma de dibujo que presentan frases inconexas y fragmentarias, con ausencia de nexos.

• Dadaísmo

  Surgió en 1916 en Zúrich con Tristán Tzara. Su objetivo era escandalizar a la sociedad capitalista que había llevado al hombre a la destrucción. La palabra «dadá» carece de significado. Se trata de la rebeldía pura: contra la lógica, contra las convenciones estéticas y sociales, y contra el sentido común. Su principal técnica es el azar, buscando la sensación de caos e improvisación.

• Surrealismo

  Fue la revolución más importante. Su fundador fue André Breton, en Francia, quien redactó el primer Manifiesto surrealista en 1924. Influenciados por las teorías de Freud, buscaban la verdadera realidad mediante la exploración del inconsciente. Practicaron la escritura automática, el acceso al inconsciente por medio de imágenes y símbolos, la interpretación de los sueños y el «collage».

Las Vanguardias en España

Influencias y Desarrollo

En España, el Futurismo llegó de la mano de Ramón Gómez de la Serna, quien publicó un manifiesto en su revista Prometeo. La poesía futurista también dejó algunas huellas temáticas entre los autores del 27, como Pedro Salinas o Rafael Alberti.

Hacia 1914 aparecieron el Ultraísmo y el Creacionismo.

• Creacionismo: Introducido por Huidobro, promueve la creación de una realidad que no imite a la naturaleza. Esta teoría conduce a la deshumanización del arte, empleando la metáfora como recurso principal. Destacan los poemas de Larrea, Gerardo Diego y César Vallejo.
• Ultraísmo: Nació en 1919 de la mano de Rafael Cansinos-Assens y Guillermo de Torre. Elimina lo anecdótico y narrativo, suprime la rima y la puntuación ortográfica, hace una representación visual-espacial del poema y canta a objetos del mundo moderno, como el automóvil y la bombilla.
• Surrealismo español: No es tan agresivo en lo formal como el francés; es un Surrealismo más ideológico, cuyas aportaciones básicas se concretan en la liberación de imágenes poéticas y el uso del verso libre. Algunos autores influidos por el surrealismo son: Rafael Alberti, Vicente Aleixandre, Luis Cernuda y Federico García Lorca.

Ramón Gómez de la Serna y la Greguería

El personaje más influyente de la vanguardia española fue Ramón Gómez de la Serna, principal divulgador de estos «ismos» a través de la revista Prometeo y, sobre todo, de sus propias obras. Aunque su literatura muestra coincidencias con las distintas vanguardias europeas, su marcado individualismo lo llevó a fundar un «ismo»: el ramonismo.

Cultivó diversos géneros y destaca por inventar un género nuevo: la greguería. Son textos breves en los que, partiendo de objetos o circunstancias cotidianas, se ofrecen asociaciones ilógicas de la realidad que producen un factor sorpresa.

Temas en la Obra de Gómez de la Serna

Su principal tema es su obsesión por lo inservible, pero que tiene valor sentimental. El erotismo es otro tema recurrente y, para el autor, tiene una estrecha relación con la muerte, como se observa en sus novelas. También aborda el tema de la literatura como proceso, que recoge en su obra El novelista. Sin embargo, de lo que más habló el autor fue de sí mismo como ser humano sensible, inmaduro y apesadumbrado por lo trascendente.