Introducción: El Teatro Español en la Posguerra
Tras la Guerra Civil Española, el teatro se enfrentó a nuevos desafíos. La censura, la competencia del cine y las limitaciones impuestas al género teatral marcaron esta época. El cine, en ocasiones, llegó a sustituir a las representaciones teatrales.
El Teatro en el Exilio: Vanguardia y Nostalgia
El teatro del exilio, desarrollado principalmente en México y Argentina, se diferenció del cultivado en España por su mayor apertura a las vanguardias. El interés artístico impulsó a los autores exiliados a incorporar innovaciones en sus obras. Entre los autores más destacados se encuentran:
- Rafael Alberti (1922-1995): Fermín Galán (1931), La gallarda (1944), El adefesio (1944) y Noche de guerra en el Museo del Prado (1956).
- Alejandro Casona (1903-1965): Su obra más destacada, La dama del alba (1944), muestra una cuidada disposición de los elementos dramáticos, similar a la comedia burguesa de posguerra.
El Teatro de los Años 40: Miguel Mihura y la Comedia
En esta década, se pueden identificar varias tendencias:
- La alta comedia al estilo benaventino: Caracterizada por una crítica social dosificada, una inclinación hacia el humor y la representación de interiores lujosos propios de la clase alta. Destacan autores como José María Pemán, Joaquín Calvo Sotelo, Juan Ignacio Luca de Tena y Alfonso Paso.
- Teatro cómico: Con Miguel Mihura y Jardiel Poncela como figuras principales. El teatro de Jardiel Poncela se caracteriza por situaciones inverosímiles que lo aproximan al teatro del absurdo. Obras anteriores a la guerra incluyen Usted tiene ojos de mujer fatal; tras la guerra, escribió Eloísa está debajo de un almendro, Los ladrones somos gente honrada y Los habitantes de la casa deshabitada.
El Teatro de Miguel Mihura
Miguel Mihura, fundador de la célebre revista de humor La Codorniz, creó un teatro relacionado con el absurdo, caracterizado por la parodia de tópicos y convenciones sociales.
Su obra inicial, Tres sombreros de copa, no fue comprendida en su momento, lo que llevó a Mihura a desarrollar un teatro más comercial. Su tema central es el conflicto entre el individuo y las convenciones sociales. Otras obras relevantes son: Melocotón en almíbar, Maribel y la extraña familia y Ninette y un señor de Murcia.
El Teatro Realista de los Años 50: Buero Vallejo y Alfonso Sastre
En los años 50, las comedias burguesas y humorísticas seguían atrayendo al público. Alfonso Paso destacó con obras como Cena de matrimonios y Las buenas personas.
Sin embargo, surgió un público universitario que demandaba un teatro más crítico. Las nuevas obras abordaban temas sociales como las desigualdades, la burocracia deshumanizada y la emigración, adoptando una actitud de protesta. Buero Vallejo y Alfonso Sastre fueron los autores principales, junto a otros como José María Méndez (Los inocentes de la Moncloa) y Lauro Olmo (La camisa, sobre la emigración).
El Teatro de Buero Vallejo
Buero Vallejo, que estudió Bellas Artes y luchó en el ejército republicano, fue condenado a muerte, aunque luego fue indultado. Su teatro combina lo existencial y lo político. Sus obras reflejan la tragedia de la aspiración humana frustrada por las limitaciones sociales. Utiliza técnicas de inmersión para que el espectador se identifique con la representación.
Su trayectoria se puede dividir en tres etapas:
- Primera etapa: Enfoque existencial y técnica realista. Destacan Historia de una escalera, que retrata la vida de los vecinos de una escalera, y En la ardiente oscuridad, que narra la alteración de la vida en una institución de ciegos.
- Segunda etapa: Predominio del enfoque social. Para evitar la censura, Buero Vallejo recurre al drama histórico para analizar el presente: Un soñador para un pueblo, Las Meninas, El concierto de San Ovidio, El sueño de la razón y El tragaluz. Los personajes están marcados por la tragedia de la Guerra Civil. La técnica teatral evoluciona: el espacio escénico realista se sustituye por un «escenario múltiple», con una estructura de la acción más compleja y recursos para acercar al espectador.
- Tercera etapa: Aumento de los experimentos escénicos y los contenidos políticos. La fundación presenta a un grupo de presos políticos, uno de los cuales cree estar en una fundación lujosa. Otras obras: La detonación, La llegada de los dioses y La doble historia del doctor Valmy.
El Teatro de Alfonso Sastre
Alfonso Sastre, fundador del grupo teatral Arte Nuevo junto con Alfonso Paso, publicó en los años 50 el Manifiesto del Teatro de Agitación Social con José María de Quinto.
Sastre buscó fórmulas dramáticas para transmitir sus preocupaciones. Analizó las consecuencias del poder injusto sobre el ser humano y la posibilidad de rebelión. Algunas de sus obras son: El pan de todos, La mordaza y Escuadra hacia la muerte, que muestra la tiranía de un cabo sobre unos soldados.
El Teatro entre los Años 60 y 70: El Teatro Experimental
En este período, conviven un teatro comercial (Alfonso Paso, Jaime Salom, Jaime de Armiñán, Juan José Alonso Millán, Ana Diosdado, etc.) y un teatro experimental.
Antonio Gala estrenó su primera obra, Los verdes campos del Edén, en 1963. En los setenta, destacan Anillos para una dama y ¿Por qué corres, Ulises?. Su teatro se caracteriza por un tono poético, moralizante y una simbología sencilla.
El teatro experimental supera el realismo y busca nuevas formas dramáticas. Mantiene un contenido crítico, pero enfrenta dificultades para su representación debido a su temática y audacia formal. Introduce nuevas técnicas escénicas, dando mayor importancia a la imagen visual, acelerando el ritmo narrativo y fragmentando la estructura dramática. Los temas, aunque aluden a la realidad del país, buscan un enfoque más universal, con ironía y oposición al sistema.
Dentro del teatro experimental, destacan:
- Grupos de Teatro Independiente: Abandonan el realismo en favor de enfoques simbólicos y elementos esperpénticos y grotescos. Los más destacados son: Els Joglars, Els Comediants, La Fura dels Baus (Cataluña); Tábano, Los Goliardos (Madrid); La Cuadra (Andalucía), etc.
- Autores consagrados en el teatro experimental: Fernando Arrabal (El cementerio de automóviles), Francisco Nieva (El combate de Opalos y Tasia, La carroza de plomo candente) y Manuel Martínez Mediero (El último gallinero, Los hermanos de Búfalo Bill), entre otros.