Medardo Ángel Silva (Guayaquil, 8 de junio de 1898 – Suicidio, 10 de junio de 1919) estudió en el Vicente Rocafuerte, pero no terminó sus estudios. Sus poemas más conocidos son: *El árbol del bien y del mal* y *Trompetas de oro*.
Juan Montalvo (Ambato, 13 de abril de 1832 – Francia, 17 de enero de 1889). Escritor, ensayista, perteneciente al Romanticismo. Publicó *El Cosmopolita*, donde criticaba la dictadura de García Moreno. Viajó a Colombia, donde escribió gran parte de su obra. Su libro más conocido es *Las Catilinarias*, publicado en 1880.
Entre sus ensayos destacan *Siete tratados* (1882) y *Geometría Moral* (póstumo, 1902), *Capítulos que se le olvidaron a Cervantes*. Murió a causa de una pleuresía.
José Queirolo (Nació en Guayaquil en 1931, muere en 2008). Apodo: Pipo. Narrador y dramaturgo. Obras: *Réquiem por la lluvia* (1962), *Los unos vs. Los otros* (1968), *La dama meona* (1976) y *La conquista no ha terminado todavía* (1983). Realizó sus estudios universitarios en su ciudad natal. Inició su carrera a los 16 años en el teatro y la literatura.
Jorge Icaza (10 de junio de 1906 – 26 de mayo de 1978). Conocido como Ñaño. Su novela más famosa es *Huasipungo*. Máximo representante del ciclo de la narrativa indigenista del siglo XX.
Obras importantes: *Barro de la sierra* (1933), *Huasipungo* (1935), *Cholos* (1938), *Media vida deslumbrados* (1942), *Huayrapamushcas* (1948).
Juan Bautista Aguirre (Daule, 11 de abril de 1725 – Tívoli, Italia, 15 de junio de 1786) fue un notable escritor y poeta de la América colonial. Es considerado como uno de los precursores de la poesía hispanoamericana y ecuatoriana. Estudió en Quito.
Juan León Mera (Ambato, 28 de junio de 1832 – Ambato, 13 de diciembre de 1894), fue un ensayista, novelista, político y pintor ecuatoriano. Entre sus obras más destacadas se encuentra la letra del *Himno Nacional del Ecuador* y la novela *Cumandá* (1879). Además, en su vida política fue partidario del presidente Gabriel García Moreno.
Luis A. Martínez (Ambato, 23 de junio de 1869 – 26 de noviembre de 1909) fue un escritor, pintor, político y narrador ecuatoriano, comprometido con los románticos del siglo XIX. Iniciador del realismo en Ecuador. Fue un opositor al Gobierno de Eloy Alfaro. Trabajó en diferentes regiones y en varios oficios, desde los más humildes hasta los más prestigiosos, y conoció de cerca la vida del pueblo. Eso le sirvió para escribir su obra cumbre, *A la Costa*, una de las primeras novelas realistas del Ecuador, que describe con fidelidad los cambios sociales que se vivían a finales del siglo XIX en el país. Obras: *Disparates y caricaturas* (1903), *A la costa* (1904), *Catecismo de la agricultura*, *Camino al Oriente*.
Joaquín Gallegos Lara (Guayaquil, 1911–1947). Obras: *La última erranza*. En 1946 publicó la novela *Las cruces sobre el agua*.
José de la Cuadra (Guayaquil, 1903-1941) Escritor, profesor, diplomático y abogado. Géneros: Novela, cuento, ensayo.
Dolores Veintimilla (Quito, 1830 – Cuenca, 23 de mayo de 1857) fue una poetisa ecuatoriana.
En su corta vida fue creadora de inspirados poemas y trabajos literarios, el poema que más se conoce es *Quejas*. El fracaso en su matrimonio con el médico colombiano Sixto Galindo, así como su pensamiento adelantado a la época, marcarían la personalidad y los trabajos posteriores de Dolores, llevándola finalmente al suicidio.
Obras: Entre la prosa sobresalen “Fantasía” y “Recuerdos”. Son obras en las que dialoga con el pasado y en las que culpa al tiempo por haber dado una temprana muerte a sus ilusiones. En el verso es donde mejor logra plasmar su dolor. Con “Aspiración”, “Desencanto”, “Anhelo”, “Sufrimiento”, “La noche y mi dolor”, “Quejas”, “A mis enemigos”, “A un Reloj” y “A mi madre”.
Generación Decapitada
Dos guayaquileños, Medardo Ángel Silva y Ernesto Noboa y Caamaño; y, dos quiteños, Arturo Borja y Humberto Fierro, fueron los precursores del Modernismo en el Ecuador.
Cumandá
Resumen de la obra:
En lo muy profundo de la selva del Ecuador se formó una historia en la cual un amor incomprendido logra llegar a su final.
Todo empieza cuando un hacendado pierde a su familia en un incendio en el año 1790 salvando únicamente a su hijo Carlos, llevándolo a buscar un refugio en Jesús, llega a un internado para curas. Pasado algún tiempo en este virginal retazo del oriente catequizaba a los indios el señor Domingo Orozco en tanto su hijo ya joven pasaba por la selva conociendo toda su belleza.
Cierto día por esos sitios vio una joven muchacha de hermoso físico, ágil, ojos claros, rubia y de largo cabello ¿quién será ella? se preguntó. Su nombre era Cumandá que quiere decir “palomita blanca”. Cumandá era hija del jefe indígena octogenario de cabeza de nieve y Pona la hechicera, tenía además dos hermanos que nada se parecían en lo físico ni en lo espiritual a ella, eran todo lo contrario, odiaban a los blancos pero a ella la amaban.
Cumandá era experta en remos y competía con sus hermanos y amigos, les ganaba en destreza, velocidad; Carlos y Cumandá se enamoraron, era un amor puro, los dos se sentían atraídos y habían escogido un lugar en donde dos palmeras crecían entrelazadas era el símbolo de su amor.
Todos los años las tribus del oriente solían festejar a la orilla del lago Chimano, se elegía a la más bella de cada tribu, Cumandá era una de las vírgenes y representaba a los záparos. Ella debía concursar para esposa del jefe de tribu y decide que Carlos la acompañe aún arriesgándose de los peligros de la tribu.
Los hermanos de Cumandá se dieron cuenta que Carlos estaba ahí, en varias veces quisieron matarlo, pero Cumandá siempre lo salvaba, el gran jefe Yahuarmaqui era un viejo enfermo el cual decidió que Cumandá sea su esposa.
Ya en la luna de miel Yahuarmaqui muere, Cumandá decide huir en busca de Carlos, toma una canoa la cual era de él, al llegar al otro lado del río se dio cuenta que Carlos no estaba, pues lo habían tomado prisionero, decidieron dar a cambio a Carlos por Cumandá, después de lo ocurrido Cumandá y Carlos se encontraron en un lugar en el cual intercambiaron llantos, promesas, amor entre otras cosas.
Antes de morir Cumandá entrega a Carlos una bolsita de piel de ardilla, ¡qué sorpresa al verla!, en ella se encontraba el retrato de la madre de Cumandá que era la esposa de Domingo Orozco y madre de Carlos. Al saber la noticia trataron de hacer algo positivo, pero ya era tarde Cumandá había muerto.
Pona confirma la verdad, Cumandá era la hermana de Carlos, todo era resultado de la venganza de Tubón, mayordomo de la hacienda.
Cuando Carlos murió fue enterrado con Cumandá y el padre de él viajó a Quito donde siguió su sacerdocio y siempre recordó a Carlos y a Cumandá.