Panorama de la Literatura Española de Posguerra: Poesía, Novela y Teatro

Literatura Española de Posguerra: Poesía, Novela y Teatro

Poesía

Años 40: Poesía Arraigada y Desarraigada

En la inmediata posguerra (años 40), existen dos tendencias poéticas:

  • Poesía arraigada: Los autores, de ideología falangista, vuelven a la métrica clásica. Tratan temas intemporales: la muerte, la belleza, el amor, el paisaje. También la religión y la patria. Destaca Luis Rosales con La casa encendida.
  • Poesía desarraigada: Arranca con Hijos de la Ira, de Dámaso Alonso. Son poetas que ven la realidad española desde el dolor y el sufrimiento. Aparece el tema de la religión, pero desde el punto de vista existencial (el silencio de Dios, el sentido de la vida, la angustia de vivir…). Escriben en verso libre con un estilo coloquial. Otro autor importante: Blas de Otero.

Años 50: Poesía Social

En los años 50 surge la poesía social: El poeta toma partido ante las desigualdades sociales y utiliza su poesía como instrumento para cambiar la sociedad.

  • Temas: España, la injusticia social, la alienación del hombre, solidaridad, testimonio, denuncia.
  • Estilo: Coloquial y sencillo para llegar al gran público.
  • Autores: Gabriel Celaya y Blas de Otero (Pido la paz y la palabra).

Años 60: El Grupo de los 50

En los años 60 publica el llamado Grupo de los 50 (habían empezado en esa década). Han vivido la guerra durante su infancia. Se inician con la poesía social, pero después tratarán otros temas: su experiencia personal de la vida (poesía del conocimiento), la amistad, el amor, la infancia, reflexiones sobre lo cotidiano desde el escepticismo, la ironía, el inconformismo. Escriben en verso libre, pero con un estilo cuidado.

  • Autores: Ángel González, José Agustín Goytisolo, Jaime Gil de Biedma.

Años 70: Los Novísimos

En los años 70 aparecen Los Novísimos (grupo de poetas que integran la antología Nueve novísimos poetas españoles). Jóvenes que no han vivido la guerra y aportan una nueva sensibilidad: incorporan a la poesía la cultura de masas (cine, cómic, televisión, música), referencias a ciudades exóticas, etc. Experimentan con las formas poéticas de las vanguardias. Autores: Vázquez Montalbán, Pere Gimferrer, etc.

Novela

Años 40: Reflejo de la Dureza Cotidiana

En la inmediata posguerra (años 40), la novela refleja la dureza de la vida cotidiana, con personajes desarraigados, inadaptados, tristes. Refleja el malestar social del que no se habla por la censura. Surge el tremendismo. Destacan La familia de Pascual Duarte, (Cela) Nada (Carmen Laforet) y La sombra del ciprés es alargada (Delibes).

Años 50: Realismo Social

En los años 50 surge el realismo social: movimiento que utiliza el objetivismo para reflejar como una cámara la realidad social. La novela se desarrolla en ambientes urbanos o rurales y se incorporan técnicas como el personaje colectivo, la desaparición del narrador. La novela es un medio para el compromiso. Destacan títulos como El Jarama, de Rafael Sánchez Ferlosio, La colmena, de Cela, El camino, de Delibes.

Años 60: Novela Experimental

En los años 60 se da la novela experimental con técnicas como el perspectivismo o punto de vista múltiple, el contrapunto o combinación de historias, saltos en el tiempo, monólogo interior, segunda persona autorreflexiva. Todas estas técnicas obligan a que el lector sea activo. Título destacado: Tiempo de silencio, de Luis Martín Santos.

Autores Destacados

  • Cela: Autor de una narrativa innovadora. Inaugura la tendencia del tremendismo con La familia de Pascual Duarte. A lo largo de los años demostrará su capacidad para experimentar con la novela. La colmena es su obra más celebrada: está escrita en secuencias. Emplea la técnica del objetivismo con narrador omnisciente y aparece el personaje colectivo para reflejar el Madrid de la posguerra.
  • Delibes: En su obra hace una defensa del hombre en su medio natural y un fiel retrato de la infancia y del mundo en el campo. Escribe con un lenguaje natural, sencillo, capaz de reproducir el habla popular. Su estilo es sencillo hasta en las novelas experimentales. Títulos: El camino, Los santos inocentes, Cinco horas con Mario, El hereje.

Teatro

Inmediata Posguerra: Teatro en el Exilio y en España

En la inmediata posguerra, hay que diferenciar un teatro en el exilio y el teatro que se escribe en España. En el exilio destacan Max Aub, autor de un teatro de contenido político, y Alejandro Casona, que escribe un teatro poético, simbólico (La dama del alba). En España se representan comedias de entretenimiento, de carácter costumbrista y temas tradicionales que muestran un mundo feliz. También surge un teatro humorístico: intento de renovar la escena con humor inteligente, huyendo de la vulgaridad y aprovechando las posibilidades cómicas de la lengua con juegos de palabras, situaciones inverosímiles, sátiras… Destacan en esta última corriente Enrique Jardiel Poncela con Eloísa está debajo de un almendro y Miguel Mihura, cercano al teatro del absurdo, con Tres sombreros de copa.

Años 50: Teatro Social

En los años 50 surge un teatro social, con dramaturgos cuyas obras tratan temas sociales. Destaca Antonio Buero Vallejo. Escribe un teatro simbólico y burla la censura tratando temas sociales bajo tramas históricas, mitológicas, etc. En Historia de una escalera, varias generaciones de vecinos de clase humilde verán que no pueden mejorar socialmente y repetirán los errores de sus padres. La escalera es testigo mudo de la debilidad de las clases modestas, lo que acabará en la frustración de los personajes.

Años 60 y Posteriores: Teatro Experimental y Diversificación

En los 60 se representa un teatro experimental, que entra en España por influencia de los grandes autores europeos. Los autores se decantan por el teatro del absurdo, por el distanciamiento con el espectador; usan artefactos móviles, ponen en situaciones límite a los personajes, etc. A partir de 1975, el teatro ya no se tiene que enfrentar a la censura. Conviven múltiples tendencias, que van desde fórmulas más clásicas a otras más vanguardistas. Entre ellas, destaca el teatro colectivo con grupos como Els Joglars. Sin embargo, la competencia con el cine o los espectáculos deportivos, provocan la crisis del teatro como espectáculo, dependiente casi siempre de las subvenciones públicas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *