La Revolución Poética del Romanticismo
La libertad romántica se manifiesta principalmente en la versificación y en una revolución total de las reglas, dando origen a la poesía moderna. Esto se observa en:
- Recuperación de estrofas como el romance, la octava real o la silva.
- Mezcla de distintos tipos de estrofas y metros en un mismo poema.
- Búsqueda de nuevos efectos rítmicos y acentuales.
- Uso de un lenguaje connotativo y simbólico.
Tipos de Poesía Romántica
Se distinguen dos vertientes principales:
- Poesía Narrativa: Se centra en temas históricos, legendarios o exóticos. Ejemplos destacados son El estudiante de Salamanca y El diablo mundo, de Espronceda. Los poemas narrativos breves, a menudo en forma de romance, se inspiran en leyendas populares (Romances históricos, del Duque de Rivas; Leyendas, de Zorrilla, como A buen juez, mejor testigo).
- Poesía Lírica: Marcada por el subjetivismo y el sentimentalismo. Explora temas como el amor, el desengaño y la búsqueda de lo absoluto. La soledad y la desazón vital son recurrentes. También existe una poesía que exalta la lucha por la libertad o la patria. El «yo» lírico predomina y se convierte en el centro de la expresión poética.
Grupos Poéticos del Romanticismo
Se pueden identificar tres grupos principales:
- Poetas prerrománticos (Quintana, Lista, Cienfuegos) y la primera generación romántica, con formación neoclásica (Duque de Rivas, Martínez de la Rosa).
- Poetas románticos, que combinan la poesía exaltada con la intimista: Arolas, Gertrudis Gómez de Avellaneda, Carolina Coronado y, especialmente, Espronceda (La canción del pirata, El canto del cosaco, El reo de muerte, A Jarifa en una orgía).
- Poetas posrománticos, con una poesía más intimista y un estilo natural y sencillo: Bécquer y Rosalía de Castro.
Gustavo Adolfo Bécquer: El Legado de las Rimas y las Leyendas
Gustavo Adolfo Bécquer es considerado el poeta más influyente del siglo XIX gracias a su obra Rimas. Esta colección se puede dividir en cuatro partes:
- Reflexión sobre la poesía.
- Plenitud del amor.
- Desengaño y frustración amorosa.
- Desazón vital y pesimismo.
Su estilo es sencillo y natural, expresando de manera profunda y breve las inquietudes humanas a partir de anécdotas mínimas o sugerencias sutiles.
Su otra obra célebre, las Leyendas, es una colección de relatos en prosa que concentran los tópicos del Romanticismo con un estilo evocador (El monte de las ánimas, El miserere, El rayo de luna, Maese Pérez, el organista, Los ojos verdes, La corza blanca, La ajorca de oro).
Rosalía de Castro: Sencillez y Esencialidad Poética
Rosalía de Castro destaca por su sencillez y esencialidad poética, alejada de la retórica, y por su tono lírico e intimista. En sus obras, se alternan la preocupación por su tierra (En las orillas del Sar) y su dolorida intimidad (Follas novas).
La Prosa Romántica: Novela, Relatos y Costumbrismo
Géneros Principales
La prosa romántica se manifiesta en dos géneros principales:
- Novela y relatos legendarios de ficción.
- Artículos de costumbres.
En la novela y los relatos legendarios, se aprecian los gustos de la burguesía, influenciados por las novelas históricas (Walter Scott) y de folletín. Se idealiza el pasado o se presenta una realidad melodramatizada. Destacan El señor de Bembibre, de Gil y Carrasco; Sancho Saldaña, de Espronceda; y El doncel de don Enrique el Doliente, de Larra. Las Leyendas de Bécquer, aunque se sitúan en esta línea, priorizan el componente lírico.
A partir de la segunda mitad del siglo XIX, surge una literatura de folletín con pretensiones sociales, imitando la francesa (Eugenio Sue), con un fuerte componente melodramático (María o la hija de un jornalero, de Ayguals de Izo).
Los Cuadros de Costumbres: Reflejo de la Sociedad
Los cuadros de costumbres son descripciones, a veces satíricas, de tipos y costumbres de la época, publicados en prensa (Semanario pintoresco español). Presentan lo cotidiano, castizo y tradicional, y a veces introducen una anécdota que evolucionará hacia la novela realista. Autores destacados son Mesonero Romanos (Escenas matritenses) y Estébanez Calderón (Escenas andaluzas).
Mariano José de Larra: Crítica y Costumbrismo
Mariano José de Larra supera el costumbrismo con su visión crítica de la sociedad. Publicó en prensa bajo seudónimos como «Fígaro». Sus artículos se agrupan en:
- Artículos políticos.
- Artículos literarios.
- Artículos de costumbres.
Los artículos de costumbres mantienen su vigencia. Larra disecciona y critica la sociedad española y sus defectos (incultura, atraso, costumbres caducas, burocracia, hipocresía social). Su visión es desencantada y pesimista. Defiende el progreso, pero se enfrenta a la intransigencia. Su tono es crítico, con ironía o humor amargo. Su estilo, aparentemente sencillo, lo convierte en el mejor prosista de su época y un referente para autores posteriores (regeneracionistas y Generación del 98). Destacan títulos como Un castellano viejo, Vuelva usted mañana o El día de difuntos de 1836.