La Novela Española de Posguerra
7.1: El Contexto Inicial
En este periodo, destacan autores como Rosa Chacel y Max Aub. Sin embargo, Sender es el autor más representativo, caracterizado por su compromiso ideológico y una técnica realista, como se aprecia en «Réquiem por un campesino español».
7.2: Innovación y Reflejo de la Vida Cotidiana
Abundan las obras de escena original, con dos novelas muy innovadoras: «La familia de Pascual Duarte» de Camilo José Cela y «Nada» de Carmen Laforet, así como «La sombra del ciprés es alargada» de Miguel Delibes. El reflejo amargo de la vida cotidiana es una constante en la novela de posguerra. Es sintomática la abundancia de personajes marginales y desarraigados, característica de los años 40, que transponen el malestar social a la esfera de lo personal y existencial.
7.3: El Realismo Social y sus Tendencias
Los novelistas se muestran sensibles a los cambios socioeconómicos de los años 50. El pesimismo existencial se transforma en una visión crítica de la sociedad. El realismo social se subdivide en dos tendencias: el realismo objetivista y el crítico.
7.3.1: El Realismo Objetivista: «El Jarama»
«El Jarama» de Sánchez Ferlosio se caracteriza por:
- Reducción al mínimo de la presencia del autor, derivado de la pretensión de objetivismo.
- Limitación del protagonismo de los personajes.
- Eliminación de la introspección; no interesa el mundo interior de los personajes, solo el exterior, dando importancia al diálogo.
- Disolución del argumento en una sucesión de anécdotas, concentrándose en cortos periodos de tiempo.
- Sencillez estructural y estilística; novelas ordenadas de manera lineal, con concentración espacial y temporal.
7.3.2: El Realismo Crítico
Además de las características anteriores, se añade una intencionalidad crítica: el autor selecciona los aspectos que sirven a su propósito de denuncia y utiliza personajes representativos de una clase social.
7.3.3: Temas del Realismo Social
- El mundo rural: En los años 50, la población vivía mayoritariamente en el campo, como se refleja en «Los bravos» de Jesús Fernández Santos y «Dos días de septiembre» de Caballero Bonald.
- La clase obrera: La transformación de los campesinos en obreros es el tema de «Central eléctrica» de Jesús López Pacheco.
- La burguesía: Se aborda la juventud desocupada y abúlica, o la situación de la mujer, como en «Juegos de manos» de Juan Goytisolo.
- La Guerra Civil: Un tema recurrente, como en «Duelo en el paraíso» de Goytisolo.
7.3.4: Autores Destacados
Entre los autores más destacados se encuentran Rafael Sánchez Ferlosio, Juan Goytisolo, Ignacio Aldecoa y Carmen Martín Gaite. La independencia creadora mantuvo injustamente postergado en los años 50 a Gonzalo Torrente Ballester. También destacan la imaginación de Álvaro Cunqueiro y Francisco García Pavón.
7.4: La Renovación Narrativa
La novedad reside en la creación de novelas en las que el lector debe asumir un papel activo. Sus rasgos y técnicas son:
- Punto de vista múltiple, compartido con varios personajes (perspectivismo).
- Limitación del argumento.
- Estructura compleja, con desorden cronológico, saltos temporales, retrocesos al pasado y el contrapunto.
- Monólogos interiores.
- Estilo y lenguaje: La nueva narrativa los maneja con total libertad, experimentando nuevas posibilidades.
7.4.1: Autores Clave de la Renovación Narrativa
Los autores más importantes son:
- Luis Martín Santos: Con su novela «Tiempo de silencio», inaugura la tendencia experimental en España, destacando por su riqueza de técnicas narrativas y de registros lingüísticos, un estilo que rompe con el realismo convencional, el empleo del monólogo interior y el uso de un lenguaje a menudo muy culto, marcado por la ironía.
- Juan Benet: Máximo representante de la tendencia formalista, su estilo es complejo, con frases muy extensas, digresiones de tipo técnico y abundantes monólogos. Su obra más destacada es «Volverás a Región», que recrea las ruinas de una ciudad española imaginada con referencias a la Guerra Civil.
- Juan Goytisolo: Máximo representante de la novela inspirada en la renovación formal. En «Señas de identidad» se mezclan la falta de puntuación, el uso de las tres personas narrativas, la presencia de fragmentos y diálogos en francés, monólogos interiores y saltos en el tiempo.
- Juan Marsé: En «Últimas tardes con Teresa» realiza una crítica de la burguesía progresista, y «Si te dicen que caí» es su obra más innovadora.
- Francisco Umbral: Con una prosa barroca y expresiva, «Mortal y rosa» es su novela más señera.
7.5: El Tremendismo
«La familia de Pascual Duarte» y «La colmena» son sus obras más representativas. Crea la corriente del tremendismo, donde se acentúa la ambientación sórdida, la violencia y los aspectos más negativos de la realidad para contar historias truculentas. Sus rasgos son:
- Una concepción de la vida pesimista.
- Un concepto entre frío, burlón y desolado de la vida, al que se opone ora un desenfadado vitalismo, ora una agria repulsa.
- Dominan el tono cruel y amargo, pero también depara ternura y una inmensa compasión ante el dolor humano.
«La familia de Pascual Duarte» tiene una tendencia narrativa vigente, refleja el ambiente de pesimismo existencial en que vivía la España de posguerra, con un argumento truculento, narrado con un lenguaje que evoca el habla rural, pero al mismo tiempo muy cuidado. «La colmena» inaugura el realismo social que se cultivó en los 50, tiene un protagonista colectivo, el argumento se rompe en multitud de pequeñas anécdotas, tiene técnica caleidoscópica, el marco espacio-temporal es unos días en el Madrid de 1942. Reflejar la realidad no supone la neutralidad del autor, que interviene de dos maneras: técnica objetivista o actitud omnisciente. El estilo presenta una apariencia de espontaneidad, predomina el tono brusco y directo, a veces se abren fragmentos líricos.
7.6: Miguel Delibes: Temas y Estilo
«La sombra del ciprés es alargada» perfila los dos grandes temas de Miguel Delibes: la muerte y la infancia. «El camino» es la novela del despertar a la vida de un niño de pueblo, con una prosa más sencilla para retratar, desde esa mirada infantil, la vida rural. Aquí hay dos de las constantes de su novelística: la idealización del mundo rural y el afecto por los más desfavorecidos. En los 60, con «Cinco horas con Mario», que es su obra maestra, se basa en el monólogo interior de Carmen, mujer de Mario. Este proceso de inversión se produce de manera espontánea y verosímil, a través de un discurso que se mantiene fiel al lenguaje coloquial. El contraste entre Mario y Carmen es el contraste entre la España tradicional y progresista.