Características y Autores del Realismo y Naturalismo Literario

El Movimiento Realista

Durante la segunda mitad del siglo XIX, el desarrollo de la Revolución Industrial determinó el ascenso de la burguesía. Esta clase social, interesada por su momento histórico y satisfecha de sí misma, volcó su atención sobre la realidad, lo que artísticamente se tradujo en el Realismo. El Realismo fue un movimiento artístico que pretendió representar la realidad de acuerdo con los intereses de la sociedad burguesa. El desarrollo científico dio lugar a un progreso técnico que se reflejó en el auge de la industria y repercutió en las formas de vida con adelantos como el ferrocarril o la luz eléctrica. Se desarrolló así una creciente fe en el progreso, que se creía que iba a conducir a una mejora moral. La sociedad se sentía a gusto con su tiempo y los adelantos que aportaba. El autor realista se convirtió en un cronista del presente y del pasado inmediato, al que dedicó todas las páginas de sus obras.

Características del Realismo

  • Con su acercamiento al presente, el autor realista abandonó el yo romántico individual, que cedió el paso al yo social.
  • A la evasión en el espacio y el tiempo le sucedió el presente de la vida cotidiana en el campo y la ciudad.
  • La exposición de emociones y sentimientos se vio sustituida por el análisis de ambientes y grupos sociales, y su influjo en el carácter del personaje.
  • La aspiración estética del realismo fue el anhelo de objetividad, de reflejar la realidad de la forma más imparcial posible, en contraposición a las fantasías románticas.
  • Esto no impidió que los escritores se interesaran por mostrar el mundo íntimo y la psicología de los individuos.

La Novela Realista

Fue el género literario más cultivado por los autores realistas, pues les permitía contar un fragmento de la vida del personaje y reflejar la sociedad en la que vivían. La novela realista conjugó el presente de lo individual y lo social, una de las aspiraciones del arte de la época.

Características de la Novela Realista

  • Enlazan los aspectos históricos con elementos de ficción, lo cual contribuye a la verosimilitud de la obra.
  • Se sitúan en la época contemporánea, en lugares reales que el autor conoce y reproduce por medio de documentadas descripciones.
  • Los personajes son individuos normales, descritos en su exterior, interior y entorno social, y se expresan según su procedencia, educación, etc., en diálogos presentados en estilo directo.
  • Resulta habitual la presencia de un narrador omnisciente, que informa tanto de detalles históricos como de pensamientos, deseos, motivos, etc., del personaje, e interviene en la historia a través de opiniones y comentarios.

Origen del Realismo

El realismo nació en Francia en la primera mitad del siglo XIX. Su precursor fue Stendhal con las novelas Rojo y negro y La cartuja de Parma. La narrativa realista se consolidó con Honoré de Balzac.

El Realismo en España

La primera novela española que presenta características realistas es La Gaviota, publicada en 1849 por Cecilia Böhl de Faber, más conocida como Fernán Caballero. El realismo se desarrolló en España desde 1870 en las novelas de José María de Pereda, Juan Valera y Benito Pérez Galdós, que reflejan la vida y las tierras españolas.

José María de Pereda

Es autor de novelas realistas ambientadas en Cantabria, que presentan como tema central la exaltación e idealización de las costumbres del pueblo frente a las urbanas. Destacan Sotileza (1885), donde retrata la forma de vida de los pescadores, y Peñas arriba (1895), centrada en los habitantes de la montaña.

Juan Valera

Las obras del cordobés transcurren en Andalucía, cuyos espacios rurales se reproducen de forma idílica. Estas novelas tratan con frecuencia de asuntos amorosos, sobre todo de relaciones entre un hombre mayor y una joven, y en ellas se concede especial importancia al carácter del personaje. Las más destacadas son Pepita Jiménez (1874) y Juanita la Larga (1895), protagonizadas ambas por mujeres.

El folletín: en el siglo XIX se llamó así a las obras que se publicaban por entregas en los periódicos, con gran éxito de público. Este procedimiento, muy habitual en la época, fue utilizado por los autores realistas para dar a conocer algunos de sus relatos.

Benito Pérez Galdós

La producción novelística de Galdós es un reflejo de la sociedad de su época. Aunque en sus obras aparecen representados distintos grupos sociales, dedicó especial atención a los personajes, costumbres, lugares y ambientes de Madrid, que plasmó con documentación. Las novelas de Galdós destacan por el carácter de los personajes y la integración de la vida cotidiana en los hechos históricos de la época. El autor combina en sus relatos diferentes técnicas narrativas: el uso del narrador omnisciente, el diálogo con estilo directo y el monólogo. El lenguaje se adecua al carácter, origen y educación del personaje.

Episodios Nacionales

Se trata de 46 relatos que constituyen una novelización de acontecimientos históricos del siglo XIX, tratados desde el punto de vista de personajes anónimos que participaron o fueron testigos de estos hechos. Destacan: Trafalgar, La batalla de los Arapiles, Mendizábal, O’Donnell

Novelas de la Primera Época

Las primeras novelas de Galdós –Doña Perfecta, Gloria, La familia de León Roch– reciben el nombre de novelas de tesis porque se someten a la ideología del autor: enfrentan a personajes de mentalidad conservadora con otros de ideas progresistas que Galdós comparte y defiende.

Novelas Contemporáneas

Galdós plasmó la realidad madrileña del momento, reflejo de la del resto de España: retrató tanto sus lugares como a sus habitantes. La desheredada, Lo prohibido, Miau y Fortunata y Jacinta son las novelas más representativas.

Fortunata y Jacinta

Argumento: Publicada en dos partes, en 1886 y 1887, esta novela presenta el amor por el mismo hombre de dos mujeres pertenecientes a distintos grupos sociales: Jacinta, representante de la burguesía comercial, y Fortunata, una hermosa mujer del pueblo. Juan Santa Cruz vive una aventura amorosa con Fortunata, pero contrae matrimonio con Jacinta. Sin embargo, la primera se casa con otro hombre, no renuncia a su amor por Juan y tiene un hijo con él. Antes de morir, Fortunata cede el niño a Jacinta, que es estéril, quien lo adopta junto a su marido.

Novelas Espirituales

Influenciadas por el realismo ruso, se centran en el mundo interior de sus personajes y en valores como la caridad, encarnados en individuos de enorme grandeza moral pese a su condición humilde. Así ocurre con Misericordia, que presenta la generosidad de Benigna, que mantiene a su señora sin que esta lo sepa, mediante las limosnas que recoge en la parroquia de San Sebastián. Ni siquiera cuando Nina es expulsada de la casa tras mejorar la situación económica de la familia pierde la criada el afectuoso interés por su ama.

Realismo y Naturalismo

En las décadas finales del siglo XIX, el realismo evolucionó hacia el Naturalismo, corriente impulsada por el autor francés Émile Zola. El Naturalismo llevó al extremo los presupuestos del Realismo y se propuso aplicar a la literatura los principios científicos de la época. Zola sostenía que el hombre es el resultado de la herencia genética y de las circunstancias sociales: la familia y el ambiente condicionan tanto al individuo que este está determinado a ser como es. En obras como Teresa Raquin o La Taberna, Zola se propuso mostrar los aspectos más sórdidos de la realidad.

Características del Naturalismo

  • Técnicas narrativas: El Naturalismo extremó las técnicas de observación del Realismo. Los escritores aspiraron a presentar la realidad con el método científico, convirtiendo el relato en el microscopio que les permitía analizar la conducta de los individuos a la luz de la sociedad y la familia que determinan su comportamiento. En estos relatos se atenúa el peso de la historia en beneficio de la descripción, que a veces se detiene en aspectos descarnados y crueles.
  • Narrador: Estas novelas incorporan un narrador objetivo, que intenta ser impersonal, frente al narrador realista, que participa con sus comentarios en la historia.
  • Temas y personajes: Se presentan los aspectos más descarnados de la realidad, así como personajes con taras, sin sentimientos, dominados por su fisiología, cuyo lenguaje (áspero y sórdido) refleja el ambiente en el que viven.

Clarín y La Regenta

Clarín, o Leopoldo Alas, fue conocido en su época sobre todo por sus artículos de crítica literaria. Autor de cuentos como ¡Adiós, Cordera! y Pipa, pero su paso a la historia se debe a La Regenta. Ambientada en la ciudad de Vetusta, La Regenta presenta el conflicto de dos personajes dominados por el anhelo amoroso en un ambiente hostil. El pormenorizado análisis de la sociedad y el detallado estudio del personaje convierten esta novela en un magnífico ejemplo del Naturalismo.

Argumento: La Regenta, Ana Ozores, es una mujer joven casada con don Víctor Quintanar, antiguo regente de la Audiencia y mucho mayor que ella. Insatisfecha con su vida en Vetusta y con su matrimonio, busca sentido a su existencia. Se vuelca en la religión, ayudada por Fermín de Pas, joven y ambicioso canónigo de la catedral que se enamora de ella. Después se refugia en la pasión que cree sentir por Álvaro Mesía, un donjuán provinciano. De Pas, celoso, denuncia a Ana ante don Víctor, que muere en un duelo con don Álvaro. La ciudad, a la que se suma Fermín de Pas, vuelve la espalda a la Regenta.

Otros Narradores Naturalistas

La escritora gallega Emilia Pardo Bazán ha sido considerada la introductora del Naturalismo en España, tendencia que analizó en su obra La cuestión palpitante y algunas de cuyas características incorporó a sus novelas. Las novelas de Emilia Pardo Bazán contienen un estudio detallado del mundo rural gallego, cuya decadente nobleza mantiene su poder entre los campesinos. Otras obras: Los pazos de Ulloa (1886), La madre naturaleza (1887).

El valenciano Vicente Blasco Ibáñez está considerado el escritor español que más directamente siguió los principios del Naturalismo. Las novelas naturalistas de Blasco Ibáñez presentan el mundo valenciano en tres ámbitos socioeconómicos: el comercio (en Arroz y tartana, 1894), la agricultura (La barraca, 1898) y la pesca (Cañas y barro, 1902). Los personajes de estos relatos están dominados por fuerzas primitivas que determinan su conducta. Predominan los ambientes violentos descritos con detallismo, sin omitir los aspectos crudos y hasta desagradables.

El Debate

Es un texto argumentativo en el que dos o más interlocutores, dirigidos por un moderador, contrastan sus opiniones o puntos de vista sobre un tema determinado.

Estructura del Debate

  • Presentación: el moderador presenta el tema y a los participantes que defenderán sus respectivos puntos de vista.
  • Cuerpo del debate: Si no se ha hecho presentación, el cuerpo del debate se inicia con la exposición del punto de vista y la actitud ante el debate de cada participante.
  • Cierre: el moderador da por finalizado el debate normalmente con un resumen de las distintas posturas.

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