Tendencias y Autores Clave del Teatro Español Contemporáneo

Panorama General del Teatro Español: Orientaciones Dramáticas

A finales de los años 40, irrumpió el teatro realista de denuncia de la realidad. En los 50 apareció el teatro vanguardista y en los 60 el teatro simbolista. Estos dramaturgos se vieron influenciados por dos tendencias:

  • Teatro del Absurdo: Sus representantes (Samuel Beckett, Eugène Ionesco, Arthur Adamov) pretendían expresar la crisis de comunicación y el absurdo social del ser humano.
  • Teatro de la Crueldad: Su iniciador, Antonin Artaud, restauró el carácter mítico y ritual de los orígenes teatrales y procuró el contacto directo entre espectáculo y público.

En los 60, el teatro que verdaderamente triunfaba era un teatro evasivo, heredero de la comedia burguesa. Surgieron los primeros grupos de teatro independiente. Las últimas dramaturgias se inclinan por un teatro de temas contemporáneos. La instauración de la democracia trajo consigo la recuperación para la escena española de autores de la calidad de Valle-Inclán y Lorca.

El Teatro de Testimonio y el Compromiso Social

El estreno de Historia de una escalera marca un cambio en el teatro español, naciendo el drama realista en el que los dramaturgos tratan de reflejar la violencia y la injusticia social de la posguerra. Este tipo de drama se consolidó con Escuadra hacia la muerte de Alfonso Sastre. A ellos se unió un grupo de dramaturgos como José Martín Recuerda, Lauro Olmo o Carlos Muñiz. Es un teatro poco innovador, donde los autores se preocupan más por el contenido y su mensaje. Algunas características son:

  • Se busca la «obra bien hecha» con un desarrollo argumental lógico y consecuente.
  • Se cuida la evolución psicológica de los personajes.
  • Se persigue la identificación del público con los personajes.

La Obra Dramática de Antonio Buero Vallejo

Es el autor dramático más importante de la segunda mitad del siglo XX. Lleva a escena, durante la dictadura y en circunstancias difíciles, unas 30 obras con gran aceptación de crítica y público. Su teatro se puede estructurar de la siguiente manera:

  • Obras en las que presenta la sociedad y realidad españolas: Historia de una escalera, Hoy es fiesta, El tragaluz.
  • Obras de corte simbólico: La tejedora de sueños o La fundación.
  • Obras de fondo histórico: Un soñador para un pueblo, Las meninas o La detonación.

Buscó la moderna tragedia española, sirviéndose de ese «tragicismo» para llevar a escena su reflexión y compromiso ético con el hombre y con la sociedad española. Sus personajes despiertan compasión. Las obras de Vallejo constituyen una síntesis de realismo y simbolismo. Aunque la mayoría se desarrolla en una época concreta de la historia de España, es posible abstraer a los personajes de ese entorno, con lo cual, sus problemas adquieren una dimensión universal. En muchas de ellas, Buero emplea el fenómeno de inmersión que consiste en un intento de incorporar al espectador, introduciéndolo en el mundo interno del protagonista. Buero Vallejo sabe aprovechar todos los recursos escénicos.

Entre sus obras podemos señalar:

  • El lenguaje dramático, de gran calidad literaria.
  • La ambientación y el espacio escénico.
  • Los diversos efectos escenográficos: luz, oscuridad, música, ruido, etc.
  • La minuciosidad en las acotaciones.
  • El desarrollo dramático de la acción con la introducción, a veces, de narradores.
  • El manejo y la caracterización física, psíquica y social de los personajes.

Autores Realistas: Alfonso Sastre y Lauro Olmo

  • Alfonso Sastre: Fue un autor inconformista y comprometido. Escribe obras de tono existencialista (Escuadra hacia la muerte) y teatro realista de carácter crítico-social (Muerte en el barrio).
  • Lauro Olmo: Su teatro está dotado de verdad, denuncia social y fuerza dramática. Escribió obras como La pechuga de la sardina, pero su gran éxito es el drama popular La camisa.

El Nuevo Teatro

Se conoce con la denominación de «Nuevo Teatro» a un grupo de autores cuya actividad literaria se desarrolla a finales de los 60 y, en muchos casos, continúa hasta nuestros días. Supone una ruptura con la forma de concebir el teatro que afecta a la estética y no al contenido. Adopta una actitud respecto de la sociedad contemporánea, pero se efectúa de manera alegórica.

Según el crítico Ruiz Ramón, las características más significativas de este teatro son:

  • Temas: Se plantea la compleja problemática del ser humano contemporáneo.
  • Personajes: Destrucción interna del personaje que deja de ser personaje-persona, para convertirse en personaje-signo. Este personaje encarna símbolos como el poder, la opresión, la violencia.
  • Acción y personajes: Se esconden tras simbolismos y el espectador ha de descifrar su significado.
  • Espectador: No es un simple receptor, pues participa activamente en la representación.
  • Espacio escénico: Se invade por objetos sonoros o visuales que tienen significado por sí mismos.

Tendencias: Destacan tres:

  • Teatro Hermético: Antidramatismo; utilización de personajes como pretexto para transmitir mensajes cargados de alusiones y dobles sentidos; y empleo de animales como carácter simbólico.
  • Teatro Experimental:
    • El texto no es prioritario, el teatro es un espectáculo que exige algo más que literatura.
    • Se incorporan elementos plásticos y sonoros.
    • Se tiene un nuevo concepto del espacio escénico. Actores y espectadores se mezclan.

    Autores significativos: Diego Salvador, Luis Matilla, Jerónimo López Mozo y Fernando Arrabal, que escribió en francés y representó en París, es uno de los creadores del «teatro pánico».

  • Teatro puesto en cuestión. Rasgos fundamentales son:
    • La duda sobre la validez del hecho teatral.
    • Autores: José Martín Elizondo, Hermógenes Sainz y especialmente Francisco Nieva, director y escenógrafo. Su teatro es de gran calidad, vanguardista y alejado de los cánones tradicionales.

    Tres tipos de obras de Francisco Nieva:

    • El teatro furioso: de carácter coral. Obra: El combate de Ópalos y Tasia.
    • Teatro de farsa y calamidad: con acción novelesca y personajes más complejos. Obra: Malditos sean Coronada y sus hijas.
    • Teatro de crónica y estampa: de carácter histórico. Obra: Sombra y quimera de Larra.

Antonio Gala

Posee un exquisito lenguaje y una gran calidad literaria. Su teatro suele mostrar una preocupación por el hombre. En ocasiones integra un fondo simbólico. Obras: Los verdes campos del Edén o Anillos para una dama.

El Teatro Independiente

Buscan la profesionalización, entendiendo como tal la plena dedicación a la escena y la conversión del teatro en vínculo de transmisión de sus ideas. El número de grupos es muy amplio: Els Joglars (Barcelona), Los Goliardos (Madrid), La Cuadra (Sevilla), Akelarre (Bilbao). Realizan experiencias propias de renovación que consisten en la transformación del lenguaje teatral y de las formas escénicas.

  • La Cuadra de Sevilla: Busca sus espectáculos en las formas populares de la cultura española, su teatro adopta una actitud de denuncia y una carga política. Algunos espectáculos son: Quejío, Andalucía amarga, etc.
  • Els Joglars: Se crea en Barcelona como grupo festivo que maneja los elementos del teatro de calle y los musicales. Abandonan el teatro de calle y ejecutan sus representaciones en grandes naves industriales donde se confunden los espectadores, los actores y la escenografía.

El Teatro en los Años de la Democracia

Un periodo de luces y sombras en el que la escena ha tenido que competir de forma desigual con otros espectáculos y formas de entretenimiento (cine, televisión). Se ha llevado a cabo por parte de los administrativos una política de subvenciones, siempre discutible y discutida. Han sido unos años en los que han abundado las festividades de teatro y en los que se ha apostado por nuestro teatro clásico, por Valle-Inclán o Lorca o por algunos autores extranjeros. A su vez, pueden estrenar otros como Nieva, que tenía escritas obras bastantes años atrás.

Algunos dramaturgos: Continúa Antonio Gala, también otros como José Sanchis Sinisterra, Domingo Miras o Ana Diosdado que habían empezado a escribir a principios de los 70. A mediados de esta década se dan a conocer dos importantes dramaturgos:

  • Fermín Cabal: Esta noche, gran velada.
  • José Luis Alonso de Santos: Bajarse al moro.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *