Explorando la Literatura Medieval Española: Novela de Caballería, Sentimental y La Celestina

Novela de caballería

El siglo XIV es el momento del desarrollo de la ficción caballeresca, que pasa a ser la principal literatura de entretenimiento entre los círculos cortesanos. En este contexto surgen las primeras novelas de caballería: Libro del caballero Zifar y el Amadís de Gaula primitivo. El Libro del caballero Zifar es una obra que se vale de diferentes tradiciones y géneros mezclando lo caballeresco con lo didáctico. Fue compuesta hacia 1300, probablemente por Ferrand Martínez, clérigo de Toledo, cuyo nombre aparece en un cuento del prólogo. El Amadís de Gaula presenta diferentes versiones desde mediados del siglo XIV hasta finales del XV. Garci Rodríguez de Montalvo refunde y amplía las anteriores ofreciendo una versión definitiva. Su obra se convertirá en el modelo perfecto de «libro de caballerías» en el Renacimiento. Otra interesante novela de esta época, escrita en valenciano, aunque mucho más realista y verosímil, es el Tirant lo Blanc, de Joanot Martorell.

Novela sentimental

La importancia de la temática amorosa en la poesía cortesana del siglo XV permitió prosificar la concepción del amor expresada en la lírica cancioneril. Los primeros autores son poetas de la corte, como sucede con Juan Rodríguez del Padrón, autor de Siervo libre de amor (1439). La novela sentimental trata sobre los amores generalmente desafortunados entre una doncella o princesa y un caballero. El caballero queda enamorado al ver a la joven y solicita sus amores. Suele entonces aparecer un intermediario que pasa a convertirse en el narrador del relato, el autor, y que mediante cartas permite la comunicación entre los amantes. La narración casi siempre acaba relatando una relación imposible. Otros autores son Juan de Flores y Diego de San Pedro, autor de Cárcel de amor (1492).

La Celestina

El argumento de la obra es muy sencillo: Calisto, un joven noble, se enamora de Melibea, que le rechaza. Por eso recurre a las artes de la vieja Celestina, que consigue, compinchada con los criados de Calisto, que se unan los amantes. La disputa por una cadena de oro que le regala Calisto a Celestina hace que esta muera asesinada por los criados, que serán también ejecutados. Otra noche, al ir a casa de Melibea, Calisto cae de la escala y muere, por lo que Melibea se suicida y deja a sus padres llorando.

La obra se divide externamente en veintiún actos. Internamente, planteamos la siguiente estructura:

  • Prólogo (escena 1, acto i): encuentro de Calisto y Melibea, que origina el deseo en el amante.
  • Primera parte (hasta el acto XIV): intervención de Celestina y los criados hasta que estos mueren los amantes. Y primera noche de amor.
  • Segunda parte (de los actos XV al XX): venganza de las prostitutas y segunda noche de amor representada, muerte de los amantes y planto de Pleberio.

Personajes principales de La Celestina

Celestina

Es el personaje más complejo de toda la obra. Su codicia se alimenta del dinero obtenido al satisfacer el vicio y las bajas pasiones de quienes acuden a ella. Goza con su oficio al revivir el esplendor de su juventud. Conoce a fondo la psicología del resto de los personajes, hasta conseguir que los más reticentes cedan a sus planes. La alcahuetería no es solo su medio de vida, sino que es también su misión, por lo que supone un elemento subversivo para la sociedad de su época, hecho que refuerza con la hechicería.

Calisto

Es el galán de la obra, según se describe en el argumento general de la misma. Su nombre, derivado del griego, significa «hermosísimo». Desde su primera intervención se comporta como un personaje temerario incapaz de asumir el patrón asignado por el amor cortés (ni es paciente ni discreto para conseguir el amor de Melibea). Calisto es un egoísta que solo piensa en él y en el goce que le proporciona el amor por Melibea, se comporta como un loco enamorado. Solo en algunas ocasiones deja entrever preocupación por lo ajeno a él, como ocurre tras la muerte de sus criados, al escuchar ruido en la calle mientras celebra su encuentro con Melibea. Esto último desencadena la caída que le dará la muerte, ridícula e impropia de un galán.

Melibea

Es un personaje apasionado que participa activamente en la trama de la obra y muestra gradualmente su voluntad y deseo. El rasgo que nunca cambia en ella es la determinación de su carácter, bien para hacer callar a Calisto, bien para permitir que la alcahueta realice su trabajo, bien para decidir su propia muerte. Su discurso final da cuenta de una amplia formación cultural.

Elicia y Areusa

Las prostitutas, Elicia y Areusa, ilustran el mundo de la prostitución en la época. Elicia vive bajo la protección de Celestina, realizando su oficio sin preocuparse por aprender otro que le permita sobrevivir en la vejez, como le aconseja Celestina. Su actitud contrasta con Areúsa, presentada como prostituta encubierta que ejerce en su domicilio particular. Esta última cobra mayor importancia en el tránsito de la Comedia a la Tragicomedia, al ser un personaje clave en el desarrollo de esta parte de la trama como sucesora de Celestina.

Pármeno y Sempronio

Los criados, Pármeno y Sempronio, son representantes del declive de la sociedad señorial del siglo XV. Sus nombres están tomados de personajes terencianos. Sempronio se manifiesta siempre interesado y cobarde, atento a sacar provecho de la acción de su amo, representando la figura del servus fallax. Parodia al amante cortés en sus encuentros con Elicia. Su socarronería le hace comentar en apartes las palabras de Calisto, ofreciendo una suerte de contrapunto. Pármeno es un personaje más complejo que evoluciona en el desarrollo de la obra. Inicialmente representa al servus fidelis, pues intenta evitar que su amo caiga preso en manos de Celestina, pero posteriormente apoyará a Sempronio.

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