El Teatro Español desde 1940 hasta Nuestros Días
El teatro español desde 1940 ha experimentado una notable evolución, marcada por los acontecimientos históricos y sociales de España. Este recorrido abarca desde la Guerra Civil hasta la actualidad, reflejando las diversas corrientes y autores que han definido la escena teatral española.
El Teatro Durante la Guerra Civil (GC)
Durante la Guerra Civil, el teatro se convirtió en una herramienta al servicio de las ideologías en conflicto:
- Teatro Republicano: También conocido como «teatro de urgencia», fue un teatro politizado, defendiendo la causa republicana. Autores destacados incluyen a Rafael Alberti, Max Aub, Pedro Salinas y Alejandro Casona.
- Teatro en la Zona Nacional: Los autores de esta zona promovieron temas contrarios a la causa republicana. Destacan José María Pemán, Agustín de Foxá y Juan Ignacio Luca de Tena.
El Teatro de los Exiliados
El exilio republicano español produjo una rica y variada obra teatral. Entre los autores más relevantes se encuentran:
- Rafael Alberti: Su obra Noche de guerra en el Museo del Prado es considerada una de las mejores obras dramáticas de tema bélico marginal. También escribió «teatro poético», buscando la esencia del alma española (El trébol florido, La Gallarda, El adefesio).
- Max Aub: Agrupó obras cortas de posguerra en títulos como Tres monólogos, Teatro de la España de Franco, Teatro policíaco, Teatrillo y Diversiones. En sus dramas largos, abordó la problemática nacional y los conflictos derivados de la invasión nazi y la Guerra Fría. Destaca su obra San Juan.
- Pedro Salinas: Escribió dos obras largas (Judith y el tirano y El director) y doce en un acto, agrupadas en «Piezas rosas» y «Piezas satíricas». La crítica destaca la originalidad de estas obras.
- Alejandro Casona: Su teatro tiene dos facetas: la recuperación de tradiciones literarias (El retablo jovial, 1947) y la dialéctica entre realidad y fantasía, creando un «mundo dramático utópicamente poético» (La barca sin pescador y El caballero de las espuelas de oro).
El Teatro Español en la Década de los Cuarenta
Tras la Guerra Civil, se pueden distinguir dos corrientes principales:
- El Drama Burgués: El final de la Guerra Civil restauró y fortaleció el teatro burgués, caracterizado por una ideología conservadora. Autores destacados:
- José María Pemán (De ellos es el mundo, Por la virgen Capitana).
- Joaquín Calvo Sotelo (Cuando llegue la noche, La última travesía).
- También destacan Juan Ignacio Luca de Tena y Víctor Ruiz Iriarte.
- El Teatro de Humor: Floreció con dos grandes autores:
- Jardiel Poncela: Incorporó lo inverosímil, con elementos de locura y misterio (Un marido de ida y vuelta, Tú y yo somos tres, Los ladrones somos gente honrada).
- Miguel Mihura: Idealizó la vida mediante la humanización de sus personajes y el triunfo de la bondad y la ternura. Su obra más representativa es Tres sombreros de copa.
El Teatro Posterior a los Años 40
- Teatro Posibilista: Representado principalmente por Buero Vallejo, este teatro se caracteriza por su carga catártica y su proyección de la dimensión trágica. Buero Vallejo utilizó diferentes géneros teatrales, como el sainete y el drama histórico, con un lenguaje sencillo y elementos no tradicionales. Destaca el «efecto de inmersión» en el espacio escénico.
- Teatro de Agitación Social: Creado por Alfonso Sastre, este teatro pretendía actuar sobre la realidad española de la época para modificarla. Se repiten temas universales como la muerte y la injusticia. Obras destacadas incluyen Escuadra hacia la muerte y Tragedias complejas.
- Teatro Infantil: Iniciado por Carlos Muñiz, aunque abandonó pronto su producción teatral. Destacan obras como *Telarañas* o *El tintero*.
- Teatro Subterráneo: Incluye autores como Luis Matilla, José Ruibal (*El bacalao*) y Francisco Nieva (*La carroza de plomo candente*), pero el autor más conocido es Fernando Arrabal.
- Teatro Pánico: Teoría y práctica teatral creada por Fernando Arrabal. Concibe el espectáculo dramático como un ceremonial de purificación colectiva. Para Arrabal, el teatro está ligado a la religión y su esencia reside en los «errores» del actor. Se dan elementos oníricos, psíquicos y sádicos en las obras. A esta etapa corresponden obras como *La piedra y la locura*, *Teatro pánico*, *El laberinto*, *La coronación*. Su producción posterior incluye *El entierro de la sardina*, *El jardín de las delicias*, *¿Se ha vuelto Dios loco?*, *Una cabra sobre una nube*, *El cementerio de automóviles*, etc.