La Fundación de Buero Vallejo: Realidad y Ficción en Prisión

Federico García Lorca: Poeta Universal y Vanguardista

Federico García Lorca es una figura artística universal. Desde muy pequeño, entró en contacto con las artes a través de la música y el dibujo. A pesar de su corta trayectoria vital, nos ha dejado una prolífica obra de poesía y dramaturgia. Adscrito a la Generación del 27, su afán de vanguardia y gran curiosidad hicieron de Federico un artista internacional, con una relevancia e influencia muy notables en el arte contemporáneo, siendo el poeta español más leído de todos los tiempos.

La Fundación: Un Relato de Engaño y Muerte

Esta obra fue escrita por Antonio Buero Vallejo, quien relata la historia de cinco hombres que creían vivir en una lujosa fundación, pero al final terminan descubriendo que son prisioneros destinados a morir. La traición por parte de uno de los cinco hombres termina con la vida de muchos de ellos.

Personajes

  • Tomás: Es el protagonista de esta historia y quien inventa un lugar fantasioso para poder sobrevivir.
  • Asel: Terminó delatando a sus compañeros, ya que estaba bajo tortura por parte de los carcelarios.
  • Tulio: Es el hombre que es ejecutado.
  • Max: Es el que los traiciona a cambio de unas mejoras en el trato carcelario.
  • Lino: Es el hombre que termina matando a Max, ya que él es quien los había estado traicionando.

Resumen Detallado de la Obra

Esta obra se centra en la historia de cinco hombres llamados Tomás, Asel, Lino, Max y Tulio. Estos hombres se encuentran en una situación en la que ellos creen que están hospedados en un lugar llamado «La Fundación». Los cinco comparten la misma habitación. Solían salir todas las tardes a dar un paseo al patio de la fundación, era de costumbre hacerlo todos los días. Pero un día, uno de los cinco hombres decidió quedarse en la habitación, Tomás. Él se percató de que algo raro estaba pasando en el lugar; se dio cuenta de que había un hombre enfermo allí y que llevaba varios días sin comer nada. Tomás cada vez corroboraba que algo estaba raro, ya que comenzaron a pasar cosas extrañas como: los objetos de la habitación estaban cambiados de lugar, el encargado de la fundación todas las tardes cerraba la puerta con llave, e incluso un olor desagradable se comenzaba a sentir en el lugar. Tomás creía que ese olor provenía de la tubería de los baños, pero era algo que no pudo corroborar.

Así se fueron presentando muchas situaciones que confirmaban que algo andaba mal. Días después, el encargado del lugar descubrió que aquel hombre enfermo llevaba ya seis días de estar muerto. Tomás, al enterarse de la muerte del hombre, no creía que eso estuviera pasando, ya que afirmaba haber escuchado la voz del hombre enfermo momentos antes de que llegara el encargado. Tomás cree que ha sido culpa de sus compañeros de habitación, que ellos no le habían dado de comer al hombre enfermo durante muchos días.

Después de un tiempo, se dan cuenta de que no es una fundación como ellos creían, sino más bien eran presos políticos que habían sido condenados a muerte. Tomás, después de la muerte del hombre que había estado enfermo, culpó a sus compañeros de celda de haber sido los culpables de su muerte. Intentó en una ocasión quitarse la vida, pero al no conseguirlo, decidió crear en su mente que su celda era una habitación lujosa, e inclusive inventó a una mujer que sería su novia, a la cual llamó Berta. Tomás vivía en un mundo de fantasía. Aunque sus compañeros de celda no confiaban en su totalidad en él, no habían querido decirle la verdad del mundo ficticio en el que se desenvolvía.

Asel, Lino, Max y Tulio han planeado la manera de cómo fugarse de la cárcel, pero la única manera en que lo pueden hacer es que sean enviados a las celdas de castigo. Ellos esperaban que con la muerte del hombre enfermo fueran trasladados a esas celdas, ya que Tomás los había culpado de ello. Piensan que uno de los cinco es quien los está traicionando y que esa sería la razón por la que los encargados de celda no los habían trasladado. Cada vez es más obvio que uno de ellos es quien la está traicionando y las sospechas aumentan cuando trasladan a Tulio para ejecutarlo. Todos llegan a la conclusión de que Tomás es quien los ha estado delatando, aunque él aún está en su mundo de fantasía.

Para Tomás todo comienza a cambiar y, tras la muerte de Tulio, él comienza a regresar a la realidad. Cuando esta ha llegado a su totalidad, él, junto a Asel y Lino, logran reunir varias pruebas que apuntan a Max como el delator, hecho que al final termina confirmándose. Ellos no comprenden por qué Max los ha traicionado a cambio de unas pocas mejoras en el trato carcelario. Afortunadamente, Max solo conocía la existencia de un plan de fuga, pero no los detalles.

Asel y Tomás son interrogados y, bajo torturas físicas, terminan confesando. El carcelero vuelve a buscar a Asel para interrogarlo de nuevo, pero Asel sabe que no podrá aguantar de nuevo el interrogatorio, así que decide suicidarse. En ese momento de alboroto, Lino aprovecha para asesinar a Max lanzándolo al vacío. Tomás finge que vuelve a estar loco para salvar su vida y poder terminar el plan de escape. Pero todo termina cuando estos son trasladados a un lugar desconocido, en el que no se sabe si es una celda de castigo o son ejecutados.

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