Pierre Bourdieu, sociólogo francés, retoma en la década de los 60 estudios sobre la moda, un tema que podría considerarse poco apropiado o de poca relevancia para la investigación científica. Al estudiar la moda, analizamos el consumo y la sociología del consumo. Bourdieu nos habla de dos aspectos fundamentales: el campo y el habitus. El habitus se refiere a todo aquello que aprendemos y que influye en nuestro comportamiento, forma de vestir, de dirigirnos y en nuestra gestualidad, todo ello sujeto a nuestro entorno. Lo que nos dicen que hay que hacer cada día queda marcado en nosotros.
En cada campo, hay agentes dominantes y dominados. Los dominantes son aquellos con mayor capital (económico, cultural, social) y tienen una influencia significativa en la definición de lo que se considera «buen gusto».
Los dominados tienen menos capital y, por lo tanto, menos influencia en la definición del gusto. Sin embargo, también pueden desarrollar sus propios gustos y resistencias, que a veces pueden desafiar o modificar las normas impuestas por los dominantes.
Bourdieu divide la sociedad en varios campos (por ejemplo, el campo artístico, el campo académico). Cada campo tiene sus propias reglas, estructuras y formas de capital que son valoradas. Cada individuo está inserto en uno o varios de estos campos y su posición en estos influye en sus gustos y preferencias. Las interacciones dentro de estos campos y entre ellos son dinámicas y pueden cambiar con el tiempo, afectando así la metamorfosis del gusto.
Capital Económico: Se refiere a los recursos financieros y materiales que posee una persona. Este tipo de capital influye en la capacidad de acceso a ciertos bienes y experiencias que pueden definir el gusto.
Capital Cultural: Incluye conocimientos, habilidades, educación y otros atributos culturales que una persona adquiere a lo largo de su vida. El capital cultural tiene una influencia significativa en la formación del gusto, ya que determina la capacidad de apreciar y valorar ciertos productos culturales.
Roland Barthes y el Sistema de la Moda
Roland Barthes fue un destacado crítico literario, teórico social, semiólogo y filósofo francés, conocido también por su obra «El sistema de la moda» (1967). Aborda la cuestión de la moda dándole una importancia capital en el ámbito de la sociosemiótica, y nos propone un análisis de la prensa especializada de moda, haciendo diferenciación entre el vestido imagen, el texto y el real. Se ciñe estructuralmente a las reglas tácticas, en tanto representación es una parte del traje, en ningún caso lo abarca en su completitud. Uno remite al otro y viceversa, ninguno llega al real, pero la concordancia de ambos nos da una idea, si tenemos en cuenta las funciones: énfasis (algo que se reiteraba en el texto), autoridad (por quién está escrito y dónde está localizado), conocimiento (información del vestido imagen, por ejemplo, la tela, la caída…).
Dentro de este marco teórico, Barthes introduce el concepto de «vestido imagen» como parte de su análisis semiótico:
El «vestido imagen» se refiere a la representación visual de una prenda en una fotografía de moda. Esta imagen no es simplemente una ilustración de la prenda, sino que está cargada de significados y connotaciones que van más allá de su mera apariencia física.
Barthes distingue entre el «vestido real» (la prenda física que se lleva puesta) y el «vestido imagen» (la representación de esa prenda en una fotografía). Mientras que el vestido real es tangible y se puede tocar y usar, el vestido imagen es una construcción visual que comunica ideas, estilos de vida y valores a través de la moda.
El vestido imagen actúa como un signo dentro del sistema de la moda, donde la imagen fotográfica sirve para codificar y transmitir significados. Las imágenes están diseñadas para evocar ciertas emociones y deseos en el espectador.
En el análisis de Barthes, el significado del vestido imagen no reside solo en la prenda misma, sino en el contexto en que se presenta. Esto incluye elementos como la pose del modelo, el escenario, la iluminación y otros detalles que crean un mensaje comunicado al observador.
El vestido imagen influye en cómo se percibe la moda en la cultura popular. Las imágenes de moda no solo muestran ropa, sino que también construyen y refuerzan ideales de belleza, estatus social y aspiraciones.
Barthes utiliza el concepto de vestido imagen para realizar una crítica de la moda y su papel en la sociedad. Al deconstruir las imágenes de moda y analizar sus componentes semióticos, Barthes revela cómo la moda actúa como un sistema de comunicación que va más allá de la funcionalidad de la ropa.
Georg Simmel y la Filosofía de la Moda
Georg Simmel destaca por ser un sociólogo y filósofo alemán, conocido también por su libro “La filosofía de la moda”, en el cual comenta todo tipo de argumentos relacionados con el mundo de la moda. Busca analizar, comprender y estudiar las formas de socialización; en uno de sus capítulos, comenta la simbología y su visión sobre el traje de luto. Para Simmel, la indumentaria de luto no forma parte de lo que denominamos moda, por el simple hecho de que el traje de luto es invariable e igualitario para todos por igual, pero al final el traje de luto como cualquier moda, es algo cambiante, únicamente por los detalles, la forma, los detalles, ciclo de la moda es cambiante, por otro lado considera que hay una excepción en el traje de luto, porque había una unificación, porque no se apreciaban diferencias.
Función Social del Luto: Simmel observa que el traje de luto tiene una función social clara, ya que no solo expresa el dolor individual, sino que también comunica a la comunidad el estado de duelo de una persona. Esto permite que los demás reconozcan y respeten su dolor, generando una forma de apoyo social implícito.
Simbolismo y Comunicación No Verbal: El traje de luto es un poderoso símbolo que transmite el mensaje de pérdida y tristeza sin necesidad de palabras. Este simbolismo está arraigado en las normas culturales y varía según la sociedad y la época, pero siempre mantiene su función de comunicar el duelo.
Excepciones y Desviaciones: Simmel menciona que existen excepciones en la práctica del luto que pueden depender de diversos factores, como la posición social, las circunstancias particulares de la muerte o las tendencias individuales. Por ejemplo, una persona puede optar por no seguir las normas tradicionales del luto debido a creencias personales o como una declaración de independencia frente a las convenciones sociales.
El traje de luto está también sujeto a reglas temporales que varían según la cultura.
Simmel señala que el cambio en el uso del traje de luto a menudo refleja un cambio en el estado emocional del doliente y su reintegración gradual a la vida social normal.
Simmel destaca que, aunque el traje de luto es una manifestación colectiva del dolor, también tiene un impacto en la individualidad de la persona. Al adoptar el traje de luto, el individuo se subsume en una práctica común que puede, en ciertos casos, suprimir la expresión personal del dolor. Sin embargo, la elección de seguir o modificar las normas del luto puede ser una forma de reafirmar la individualidad dentro del marco social.
Simmel observa que, como cualquier otra forma de moda, el traje de luto puede evolucionar, reflejando cambios en las actitudes culturales hacia la muerte y el duelo. Esta evolución puede llevar a una mayor personalización del luto o a la aparición de nuevas normas y prácticas.