1. Modernismo
Características
Los artistas modernistas huyen del realismo, que no satisface sus necesidades de expresarse, y retoman algunos rasgos propios del romanticismo: el culto a la imaginación y la expresión de los propios sentimientos, especialmente los de rebeldía y melancolía. Recogen la influencia de dos movimientos franceses de finales del XIX: parnasianismo y simbolismo.
Los autores ya no quieren reflejar la realidad, sino huir de ella, evadirse, creando mundos fantásticos, exóticos y lujosos, pero teñidos de melancolía. En sus obras predomina la sensualidad, el mundo de los sentidos: los colores, los sonidos, los sabores, los aromas… Buscan la perfección formal de las obras.
El estilo es rebuscado: les gustan las palabras menos usadas, las aliteraciones y los términos muy sonoros: hipsipila, ebúrneo, liróforo…
El género más cultivado es la lírica.
Autor modernista más destacado: Rubén Darío (1867-1916)
- Nació en Nicaragua, viajó mucho por su condición de diplomático y fue el introductor del modernismo en España, donde vivió durante varios periodos.
Su obra se divide en tres etapas:
- Primera etapa: Azul… (1888). Se considera el inicio del Modernismo.
- Segunda etapa: Prosas profanas (1896). Es la más puramente modernista, la que refleja un mundo lejano y lujoso de princesas, hadas y cisnes, con una gran musicalidad y perfección formal.
- Tercera etapa: Cantos de vida y esperanza (1905). Supone un cambio, porque el tono es más intimista y reflexivo, con temas filosóficos y sociales.
2. Generación del 98
Características
- Su nombre le viene del acontecimiento histórico que marcó la crisis: el «desastre del 98», es decir, la pérdida de las últimas colonias españolas en 1898.
- Los autores se comprometen con la realidad que no les gusta: pretenden cambiarla y no huir de ella, como hacían los modernistas. Defienden que la solución al atraso español está en la europeización del país.
- Los une su pasión por España y, en concreto, su amor por Castilla, sus paisajes y sus gentes, porque consideran que reúnen las mejores cualidades del alma española: sobriedad, honradez y misticismo.
El estilo es sencillo: huyen de las palabras extrañas, recuperando arcaísmos y palabras rurales. Buscan la sencillez y la claridad.
Poesía de la Generación del 98: Antonio Machado (1875-1939)
- Tuvo inicios modernistas, evidentes en sus primeras obras: Soledades.
- Posteriormente se dedica a temas más profundos, como la existencia, la relación con Dios, el sufrimiento y el paisaje castellano y su admiración por sus gentes. Destaca Campos de Castilla.
- Se exilió tras la Guerra Civil y murió en Francia.
Prosa de la Generación del 98
Los autores quieren romper con las técnicas realistas y apuestan por el subjetivismo y la renovación de las técnicas narrativas:
- No tiene por qué haber un plan argumental previo y la novela tiende a descomponerse en escenas sueltas.
- El narrador ya no es omnisciente, sino que deja libre a sus personajes.
- La novela puede aprovechar elementos propios de los demás géneros.
Autores y obras de la novela y el teatro noventayochista
- Pío Baroja (1872-1956)
Su técnica narrativa consiste en la acumulación de sucesos. Sus novelas tienen un extraordinario valor documental de la historia y la sociedad de su época. Entre su extensa obra narrativa destacan tres trilogías: La raza, La lucha por la vida y Tierra vasca. En esta última destaca Zalacaín el aventurero.
- Miguel de Unamuno (1864-1936)
Refleja una intensa preocupación filosófica y religiosa, reflexionando sobre la fe y el sentido de la vida. Entre sus novelas destacan Niebla, en la que el autor conversa con su propio personaje como si fuera su “dios”; y San Manuel Bueno, mártir, reflexiona sobre la pérdida de la fe y el sacrificio por los demás.
- Ramón Mª del Valle-Inclán (1866-1936)
Sus inicios son modernistas. Las obras más representativas de esta primera etapa modernista son las cuatro novelas llamadas Sonatas (de Primavera, de Estío, de Otoño y de Invierno), que narran en un tono melancólico las memorias autobiográficas del marqués de Bradomín. Después se preocupa más por los temas sociales e inventa un nuevo estilo literario: el esperpento, con el que denuncia los vicios y defectos de la sociedad a base de mostrarlos exagerados, a través de personajes y situaciones extravagantes, animalizados y amargos. En narrativa esperpéntica destaca Tirano Banderas, mientras que en el género teatral escribió una de las obras más importantes del teatro renovador: Luces de bohemia (1924), en la que usa el esperpento para pintar los bajos fondos de Madrid, por donde se mueven los personajes caricaturizados de la bohemia y el hampa.