Josefina de la Torre: Poesía Íntima y Reflexiones Existenciales

Josefina de la Torre: Una Voz Polifacética en la Literatura Española del Siglo XX

Josefina de la Torre Millares es una figura polifacética del panorama cultural español durante el siglo XX. La personalidad singular de esta autora canaria se forja en el seno de una gran familia de raigambre erudita y talante progresista: hermana del escritor y cineasta Claudio de la Torre, prima del pintor modernista Néstor de la Torre…

Aunque tradicionalmente su estilo literario se ha identificado con la Generación del 27, sus versos destilan efluvios de la corriente vanguardista de la primera mitad del siglo XX y de la denominada poesía pura juanramoniana. Igualmente, se perfila rotunda y decisiva la impronta modernista de grandes poetas canarios como Alonso Quesada y Saulo Torón, que aparece reflejada en su gusto por la sensorialidad del mundo natural.

Josefina de la Torre se erige como creadora de una poesía íntima, rica en vivencia, aferrada a sus recuerdos y a sus sueños. Los ecos nostálgicos de su tierra canaria impregnarán su escueta obra literaria, que irá compaginando con diversos proyectos culturales. Despuntó en el mundo editorial con su primer libro, Versos y Estampas (1927). También publicó Poemas de la Isla (1930).

Marzo Incompleto: Reflexiones Universales ante la Tragedia

Su tercer poemario, Marzo Incompleto (1968), reflexiona sobre cuestiones universales causadas por la tragedia: el paso del tiempo, la memoria, la evocación, la soledad y el desasosiego ante aspiraciones incumplidas. Todo esto recogido en el poema «Me busco y no me encuentro».

Análisis del Poema «Me Busco y No Me Encuentro»

Tema Principal

El tema se puede enunciar como la insatisfacción de Josefina consigo misma.

Resumen

Este poema habla de la incapacidad de sentirse plena. Como sabemos, Josefina es estéril, por lo tanto, se basa en su maternidad frustrada.

Estructura

A nivel estructural, aunque se acerca al versolibrismo, la métrica del texto supone en realidad la actualización de estrofas clásicas: silva, pareado… Es una estructura estrófica hibrida.se caracterizada por el uso del verso alejandrino, propio de la poesía modernista. A nivel fónico, la aliteración de la consonante R dota a los primeros versos de musicalidad.

Nivel Comunicativo

Podemos identificarlo como un poema lírico. La cohesión interna del texto se aprecia principalmente en:

  • El uso de la conjunción «y», que tiene importancia en el inicio de tres versos no consecutivos, anáfora discontinua.
  • Predominio de verbos en primera persona del singular, teniendo importancia el yo poético: me busco, rondo, interrogo…
  • Los diversos campos semánticos: incomunicación (silencio, eco, sordas…), oscuridad (oscuras, tinieblas, sombras…) y el de dudas (preguntas, interrogos, incertidumbre). Predominan la función expresiva y poética.
Nivel Morfosintáctico

Prevalece la modalidad oracional enunciativa; dicho rasgo denota que ella es consciente del problema que le afecta anímica y cognitivamente: su esterilidad, sus ansias de maternidad. Las oraciones son simples, coordinadas, yuxtapuestas y subordinadas (especialmente, subordinadas adjetivas), como corresponde a un discurso que se articula hilvanando reflexiones que versan sobre una gran duda existencial: «Me busco y no me encuentro». Por ese motivo, sobresale la oración coordinada que da título al poema, indicando una causa y un efecto. Posteriormente, el efecto se reformula en un desenlace inevitable, cual sentencia fatal o epitafio de muerte en vida: «No me encuentro a mí misma».

La escritora habla de una cuestión esencial -su existencia-, y no desea perderse en detalles innecesarios. Por dicha razón, predominan los sustantivos y los verbos sobre los adjetivos:

  • Los sustantivos se dispersan a lo largo del texto, o se aglutinan en enumeraciones polisindéticas y metafóricas desbordadas por sentimientos de impotencia y frustración. A este respecto, resulta interesante la siguiente recreación conceptual en gradación ascendente: fruto, sonido, creación, universo. A nivel general, mientras los sustantivos abstractos (esencia, incertidumbre, armonía) otorgan profundidad y gravedad a los hechos -reflejando así su hondo pesar espiritual-, los concretos expresan su dilema, -entre el arraigo y el desapego-, que suscita su circunstancia terrenal (tierra, fruto, paredes, esquinas).
  • El empleo paralelístico e hiperbólico de los verbos en presente de indicativo, manteniendo a lo largo de casi todo el poema, realza y actualiza la inmediatez de su situación. Análogamente, proyecta la universalidad de cualquier tipo de duda existencial que, tarde o temprano, se plantea el ser humano. No obstante, la irrupción del gerundio dota al concepto «tiempo» de reminiscencias de continuidad, como el vaivén persistente de los…

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