Novela Española de Posguerra (1939-1975): Evolución, Tendencias y Autores Clave

La Novela Española de 1939 a 1975

1. La Novela de los Años Cuarenta

Al terminar la Guerra Civil, proliferó la novela de temática bélica y propósito propagandístico. Se trataba de novelas de tesis, con finalidad moralizante, que abordaban el tema de la guerra desde la perspectiva de los vencedores. Estas obras, de escasa calidad literaria, se centraban en difundir determinadas ideas. Destaca Madrid de Corte a checa, de Agustín de Foxá.

Las primeras obras de importancia siguieron los pasos del realismo y el naturalismo, representadas por los autores de la Generación del 36. Dentro de este grupo, se distinguen dos tendencias:

  • Realismo tradicional: Autores que no introducen innovaciones técnicas ni temáticas. Destacan Juan Antonio Zunzunegui y José María Gironella.
  • Renovación del realismo: Novelistas que buscan innovar y renovar el realismo, dando origen al Tremendismo. Entre ellos, destacan Camilo José Cela, Carmen Laforet, Miguel Delibes, Gonzalo Torrente Ballester, Ana María Matute y Carmen Martín Gaite.

La novela de esta década en España se vio afectada por el exilio o la muerte de algunos escritores, además de una rígida censura que marcó profundamente la producción literaria.

A. Novelistas que escriben en España

Los temas predominantes son la soledad, la frustración y la muerte. Los personajes suelen ser seres marginados, desarraigados y angustiados. La censura imposibilitaba cualquier intento de denuncia social. Las novelas tremendistas se caracterizan por:

  • Narrador en primera persona.
  • Estilo sencillo, adecuado al nivel cultural de los personajes, pero elaborado.
  • Ambientación en pequeñas ciudades míseras de posguerra.
  • Personajes violentos, obligados a sobrevivir en un entorno hostil y aislados.

La familia de Pascual Duarte, de Camilo José Cela, inauguró el Tremendismo, que se centraba en los aspectos más duros y crudos de la vida. Esta novela se ha relacionado con el existencialismo, y en particular con El extranjero de Albert Camus. Ambas obras presentan a criminales «inocentes» condenados a muerte.

Nada, de Carmen Laforet, fue considerada la novela del desencanto. Miguel Delibes, máximo representante del realismo intimista, se inicia en la novela existencial con La sombra del ciprés es alargada, donde explora la tristeza y la frustración, oponiéndoles una resignación religiosa. Wenceslao Fernández Flórez, con El bosque animado, representa la novela fantástica y humorística.

B. Novelistas del exilio

Tras la Guerra Civil, muchos escritores se exiliaron. La prosa narrativa de los exiliados españoles alcanzó una gran dimensión. Destacan Ramón J. Sender con Réquiem por un campesino español, Max Aub con Las buenas intenciones y Rosa Chacel con Teresa y Memorias de Leticia Valle.

2. Los Años Cincuenta: Novela Social

A partir de los años 50, surge la novela social. Camilo José Cela, con La Colmena, introduce elementos que se convertirán en característicos de esta corriente. El autor busca una objetividad absoluta para testimoniar la sociedad y la época. Su visión nihilista del mundo le lleva a retratar personajes que luchan por cubrir sus necesidades más básicas. Miguel Delibes muestra el realismo en El camino. También destacan Las ratas y Los santos inocentes. Delibes aplica el realismo al análisis de los ambientes urbanos para denunciar la desolación del ser humano en la sociedad.

A. El Neorrealismo

Surge a principios de los años 50 con el objetivo de acercar la vida a la literatura. El escritor neorrealista intenta «desaparecer» tras la narración, buscando que la novela sea como un fotograma de la realidad. Destacan Ignacio Aldecoa, Jesús Fernández Santos y Rafael Sánchez Ferlosio. Utilizan el personaje colectivo, un lenguaje coloquial y denotativo. Los temas se centran en el retrato de la vida cotidiana. El narrador en tercera persona busca ser un intermediario entre los personajes y el lector.

B. El Realismo Social

El autor busca denunciar las injusticias sociales. Se centra en la vida dura y triste del trabajador, el entorno proletario y sus extremas condiciones de vida. Los personajes sufren los abusos de quienes ejercen el poder. El autor se preocupa por hacer llegar su mensaje al mayor número posible de lectores. Destacan Dos días de septiembre de José Manuel Caballero Bonald y Tormenta de verano de Juan García Hortelano.

C. Otras Tendencias Narrativas

Destacan Juan Antonio de Zunzunegui (que novela la preguerra bilbaína y la posguerra madrileña) e Ignacio Agustí (que lleva a sus relatos el primer cuarto de siglo en Barcelona hasta la Guerra Civil, en La ceniza fue árbol). La narrativa poética y de humor está representada por Álvaro Cunqueiro, destacando su obra Merlín y familia. Francisco García Pavón es famoso por sus novelas policíacas, y también por sus relatos cortos en Cuentos de mamá y de ciencia ficción en La guerra de los dos mil años.

3. Los Años Sesenta y Setenta: Renovación Narrativa

Tiempo de silencio, de Luis Martín Santos, y el descubrimiento de la novela hispanoamericana contribuyen a la renovación narrativa. En esta renovación participan tanto novelistas jóvenes como novelistas sociales de la generación anterior y autores ya consagrados.

Camilo José Cela escribe en esta etapa San Camilo 1936 y Oficio de tinieblas 5. Miguel Delibes destaca con Cinco horas con Mario. Gonzalo Torrente Ballester mezcla la renovación estructural de la época con la fantasía, el humor y la parodia del experimentalismo en La saga/fuga de J. B. y La isla de los jacintos cortados.

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