La Construcción de la Lengua Catalana: Un Recorrido Histórico
La aparición de las lenguas románicas fue un proceso lento y progresivo. En el siglo III a. C., los romanos llegaron a la península Ibérica, trayendo consigo el latín, lo que produjo la romanización. En el latín, se distinguía entre el latín clásico y el latín vulgar.
El latín clásico era propio de las clases altas, de la lengua escrita y de la predicación, mientras que el latín vulgar era el que utilizaba el pueblo y solo tenía vigencia a nivel oral. Es a partir del latín vulgar que se originan las lenguas románicas, incluido el catalán. Antes de la llegada de los romanos, aquí se hablaban lenguas como el íbero, vasco, celta y (griego), conocidas como lenguas prerromanas. Todas desaparecieron, excepto el vasco, aunque influyeron en el latín. Esta influencia se denomina influencia de sustrato.
Con el tiempo, el latín hablado se distanciaba cada vez más del latín formal, que era difícil de entender para quienes no lo habían estudiado. En el siglo V, se produjo la caída del Imperio Romano, con la invasión de los pueblos germánicos (francos y visigodos). Estos pueblos no impusieron sus lenguas, sino que adoptaron la lengua de los invadidos. Las lenguas germánicas, por tanto, desaparecieron, pero antes dejaron huellas en el latín. Esta influencia se llama influencia de superestrato.
En el siglo VIII, llegaron los árabes, cuya lengua convivió con la nuestra hasta el siglo XVII, lo que resultó en una gran cantidad de léxico árabe en nuestra lengua. Esta influencia se llama influencia de adstrato. Ya en los siglos X y XI, comenzaron a introducirse palabras populares en textos latinos. A mediados del siglo XII, se tradujeron al romance textos latinos como el Forum Iudicum, y a finales de este siglo apareció el primer texto literario escrito en romance (catalán), las Homilías de Organyà.
A partir del siglo XIII, el romance se utilizó cada vez más en los ámbitos más prestigiosos:
- Literario: Ramon Llull, San Vicente Ferrer en el siglo XIII y Ausiàs March o Joanot Martorell en el siglo XV.
- Jurídico y administrativo: textos legales como los Fueros de Valencia o Usatges de Barcelona.
- Científico y técnico: se escribieron libros de astronomía, medicina, etc.
En los siglos XIV y XV, se produjo la creación de los reinos europeos. Entonces, los habitantes empezaron a tener la conciencia de pertenecer a una nación diferenciada, y las lenguas románicas sirvieron para designar el lugar de origen, las naciones. Comenzaron a surgir más denominaciones para designar la lengua: hablar plan, romance, catalanesc, catalán, lengua catalana, y a partir del siglo XV, apareció la denominación de valenciano y lengua valenciana, pero solo se utilizaba dentro del territorio. En esta época, se creó La Cancillería Real, que creó un modelo de lengua estándar, elegante y correcto, que se usaba en los textos científicos, administrativos y literarios. Los escritores seguían este modelo de lengua.
Minorización Lingüística y Factores Influyentes
A partir del siglo XVI, se inició un proceso de minorización lingüística, es decir, un retroceso de la lengua de los ámbitos de uso más prestigiosos. Factores históricos que influyeron en este proceso:
- La castellanización de la corte real y de las clases sociales altas.
- Desaparición de la Cancillería Real.
- Uso del castellano en la predicación de la iglesia.
- Movimientos migratorios.
- La Guerra de Sucesión (1707).
Así, el proceso de minorización, que empezó en el siglo XVI, se manifestó en:
- Exclusión del valenciano de los ámbitos de uso de prestigio.
- Aumento de diferencias dialectales, porque no había un modelo estándar y la lengua empezó a evolucionar de manera diferente en cada comarca.
- Disminución del número de hablantes y de la extensión territorial de la lengua.
- Interferencias del castellano sobre el valenciano: cada vez penetran más los castellanismos en el hablar cotidiano.
Recuperación Lingüística: La Renaixença y la Normativización
Al llegar el siglo XIX, se produjo la Renaixença, un movimiento de recuperación de la identidad nacional y de reivindicación del uso social de la lengua. Se recuperó la literatura culta. Para poder devolver la lengua a los usos cultos y formales, era necesaria una norma común para todo el territorio, y por tanto, había que recuperar el estándar. La norma debía ser fiel a la tradición, eliminar barbarismos, incorporar palabras de los dialectos, enriquecer la lengua con neologismos.
A principios del siglo XX, se produjo la normativización de la lengua, que fue encargada a Pompeu Fabra por el Instituto de Estudios Catalanes. Este dotó a la lengua de unas normas ortográficas, sintácticas y léxicas. Publicó la Gramática Catalana y el Diccionario General de la Lengua. En el País Valenciano, esta normativización se adaptó y aceptó con las Normas Ortográficas de Castellón (1932). Carles Salvador, M. Sanchis Guarner o Enric Valor fueron algunos de los intelectuales que firmaron estas normas. En 2001, se constituyó la Academia Valenciana de la Lengua, que tiene como objetivo establecer la norma lingüística y potenciar su uso social.
Sociolingüística, Bilingüismo y Diglosia
- Sociolingüística: Es la ciencia que tiene como objetivo estudiar el lenguaje desde una óptica social. Se ocupa de las relaciones entre la lengua y la sociedad que la hace servir. La diversificación lingüística implica la existencia de una diversificación étnica, es decir, pueblos diferentes hablan lenguas diferentes. Ahora bien, esta unidad PUEBLO / LENGUA ha sido alterada a lo largo de la historia debido a la creación de estados, estructuras más bien artificiales, donde raramente coinciden lengua, pueblo y estado.
- Bilingüismo: Bilingüe es el individuo capaz de utilizar dos lenguas en un mismo nivel, en los mismos lugares, circunstancias, situaciones. El bilingüismo es la habilidad que se posee individualmente y que forma parte del comportamiento psíquico. El bilingüismo solo se produce en situaciones de lenguas en contacto. Es un hecho individual. Una persona domina la lengua propia (L1) y puede dominar otra u otras (L2, L3 …). Siempre habrá interferencias lingüísticas. El bilingüismo es más bien utópico, así que trasladado a nivel colectivo el bilingüismo es prácticamente imposible ya que suele acabar en conflicto lingüístico y en el abandono de una de las dos lenguas.
- Diglosia: Desde el punto de vista etimológico, bilingüismo y diglosia tienen el mismo significado: «uso de dos lenguas». La diferencia está en la consideración social. En el bilingüismo, ambas lenguas tienen la misma consideración social, son utilizadas en todos los ámbitos de uso (todos los lugares, todas las circunstancias…). En cambio, la diglosia supone la existencia de dos lenguas con funciones lingüísticas repartidas.