Modernismo y Generación del 98: La Búsqueda de Nuevos Caminos Literarios
En la literatura, se inicia la búsqueda de nuevos caminos que puedan explicar en toda su complejidad el mundo interior del hombre y una realidad en constante cambio político y social. El Modernismo, que en sus orígenes pretendía una renovación total de la vida y el arte a través de su postura antiburguesa y de la recuperación de la belleza del lenguaje literario, convive con una profunda preocupación por la realidad política española. Esta preocupación se manifiesta en los autores de la Generación del 98, quienes pretenden regenerar la vida pública de un país atrasado cultural y políticamente, y fuertemente conmocionado por «el desastre», como se llamó a la pérdida de las últimas colonias de Cuba y Filipinas.
Los autores más importantes de estos años militan a menudo en ambos movimientos porque todos buscaban la renovación del lenguaje literario.
Puntos en Común entre Modernismo y Generación del 98
- Búsqueda de un lenguaje literario diferente, más claro, más preciso y más bello.
- Espíritu de protesta y profundo amor al arte.
Diferencias entre Modernismo y Generación del 98
- Modernistas: Buscaban ante todo la belleza y los valores estéticos del lenguaje, con una concepción revolucionaria de la vida, antiburguesa y a veces bohemia.
- Generación del 98: Buscaban ante todo la verdad, aunque cuidaban la belleza de su prosa. Eran los preocupados, los ensimismados.
Valle-Inclán: Entre el Modernismo y la Generación del 98
El Valle-Inclán modernista aparece en Femeninas, seis historias de amor inspiradas en lecturas francesas cuyas protagonistas son mujeres independientes que luchan por la libertad de su vida amorosa y, a veces, actúan como la versión femenina de Don Juan Tenorio. Sus personajes aparecerán más tarde como secundarios de otros relatos, creando un mundo imaginario compacto y verosímil.
Pero la obra más importante dentro del modernismo son las Sonatas, cuatro novelas cortas cuyo protagonista es el Marqués de Bradomín, mezcla de sádico y masoquista, y compendio de perversiones decadentes y refinadas. Las Sonatas son:
- Sonata de Otoño
- Sonata de Estío
- Sonata de Primavera
- Sonata de Invierno
Estas novelas cortas se oponen frontalmente al realismo y sustituyen la fiel reproducción de la realidad por un mundo de misterio, erotismo y fantasía. Son el mejor ejemplo de prosa modernista en España.
El modernismo propugnaba una evasión de la sociedad burguesa, a la que detestaba, escapismo que también veremos reflejado en unas piezas de teatro ambientadas en el siglo XVIII: El ciclo de la farsa. El carlismo, movimiento político tradicional y antiburgués, podría entenderse como otra forma más de escapismo. Valle inicia una serie de novelas sobre las guerras carlistas que presentan un pasado más idealizado:
- Los cruzados de la causa
- El resplandor de la hoguera
- Gerifaltes de antaño
Tras su experiencia como corresponsal de guerra durante la Primera Guerra Mundial, da un giro radical. Se sigue oponiendo a la sociedad burguesa, pero ahora desde posiciones muy críticas. La durísima realidad de España hace que Valle se aproxime a los presupuestos ideológicos reformadores de la Generación del 98, a la que aportará el esperpento.
La Obra Dramática de Valle-Inclán
Su teatro hay que entenderlo dentro de un determinado contexto sociopolítico: la Restauración, el caciquismo, la pérdida de Cuba y Filipinas. Valle es el primer dramaturgo moderno español, el primero que rompe con el teatro realista burgués, lo que lo alejará de los teatros.
La obra dramática de Valle se agrupa en tres ciclos:
- Ciclo Mítico
- Ciclo de la Farsa
- Ciclo del Esperpento
Ciclo Mítico
Aparece una Galicia oscura y ancestral en la que triunfan las fuerzas primarias que rigen a los hombres: sexo, irracionalidad y muerte. La importancia dada a lo irracional es lo nuevo en su teatro, porque se oponía al teatro burgués dominado por la racionalidad y el realismo. Esta experiencia de Valle entronca con corrientes europeas irracionalistas y vanguardistas, como el expresionismo alemán.
Dentro del ciclo mítico destacaremos las Comedias bárbaras y Divinas palabras:
- Comedias bárbaras: Obras ambientadas en la Galicia profunda: Águila de blasón, Romance de lobos y Cara de plata.
- Divinas palabras: Presenta ya elementos esperpentizadores que aumentan el sentido crítico de la obra.
Ciclo de la Farsa
En estas obras, lo sentimental y lo grotesco se complementan y a la vez se contrarrestan mutuamente. Este contraste es el que consigue el tono tragicómico que es el sello de todas las obras de la farsa. Pertenecen a este ciclo:
- Farsa infantil de la cabeza del dragón
- Farsa italiana de la enamorada del rey
- Farsa y licencia de la reina castiza (Valle introduce elementos esperpénticos que se mezclan con los elementos de la farsa).
Ciclo Esperpéntico
Valle desmitifica la España contemporánea mostrando las gravísimas deficiencias que imposibilitan a sus hombres y mujeres llevar una vida digna. El esperpento es la mayor aportación de Valle al teatro europeo. Pertenecen al ciclo del esperpento:
- Luces de bohemia
- Martes de carnaval: Las galas del difunto, Los cuernos de don Friolera y La hija del capitán.
- Retablo de la avaricia, la lujuria y la muerte (formado por cuatro obritas cortas).
El Esperpento
Los años veinte y treinta son tiempos convulsos y dramáticos, que llevan a los intelectuales de la Generación del 98 a denunciar esta situación de opresión, belicismo y atraso secular. La postura de Valle-Inclán siempre fue de compromiso. Pretende mostrar la realidad desde un punto de vista distinto.
La pintura expresionista también utilizaba colores muy fuertes y contrastados, y deformaba los rasgos de sus figuras para representar la verdadera esencia de las cosas. Valle estaba al tanto de las corrientes pictóricas europeas porque fue crítico de arte, conservador del Patrimonio Artístico Nacional, profesor de Estética de Bellas Artes y director de la Academia de Bellas Artes de Roma.
Pretendía reflejar la realidad más profunda de los seres humanos distorsionando o exagerando los rasgos físicos y ambientales con la finalidad de hacer el retrato emocional de la sociedad española de su tiempo. Valle cree que una realidad sórdida y ridícula podrá reflejarse por medio de una estética igualmente deformada. La «matemática» a la que se refiere Valle es la utilización de una estética que deforma los rasgos de los personajes y el entorno que los rodea, exagerándolos y ridiculizándolos para mostrar la degradación espiritual y social en la que viven.