El Barroco
Características generales
- Es un movimiento cultural que se desarrolla en España y Europa durante el siglo XVII.
- Es una época de crisis en todo el Barroco (España perdió la hegemonía política y militar que tenía en el siglo XVI). Es una época de pesimismo.
Temas de la literatura barroca
- Hablan de los temas del Renacimiento.
- Fugacidad de la vida (tempus fugit).
- Temas filosóficos (se plantean qué hacen en este mundo).
- Satíricos (se meten con la gente que los ha llevado al fracaso) y burlescos (poemas que hacían reír).
La poesía barroca
Los poetas del Barroco desean impresionar y deslumbrar. Los escritores barrocos van a complicar los poemas para impresionar porque ellos creen que es significado de belleza (recargados de figuras retóricas).
Tendencias de la literatura barroca
Culteranismo
Es una técnica para hacer poesía que pretende impresionar (la forma (escrito) está por encima del contenido (mensaje)).
- Lo importante no es el mensaje sino la manera complicada de decirlo.
Los autores utilizan el léxico culto, metáforas complicadas y mitología clásica. Principal representante: Luis de Góngora (1561-1627)
Conceptismo
Tendencia popular, finalidad sorprender. El contenido está encima de la forma. Eran igual de complicadas pero eran más fáciles que el culteranismo. Las figuras retóricas son: antítesis, paradoja, hipérboles, metáforas originales. Un autor: Francisco de Quevedo (1580-1645), enemigo de Luis de Góngora.
Tanto los culteranistas como los conceptistas pretendían conseguir la belleza y la sorpresa.
Don Quijote
La obra narrativa más importante de todas las épocas anteriores y posteriores es “Don Quijote de la Mancha” de Miguel de Cervantes. La intención era ridiculizar las novelas de caballerías típicas del Renacimiento por su cualidad de idealizadas y fantásticas. Se convirtió en mucho más que una burla ya que hay temas importantes de la época barroca.
Hay 2 partes:
- Primera parte (1605): primera salida en solitario y la segunda salida con su escudero Don Sancho Panza.
- Segunda parte (1615): tercera salida de Don Quijote, con su escudero Sancho Panza.
Teatro barroco
Lope de Vega
- Entretener
- Mezcla de elementos trágicos y cómicos
- Polimetría
- Introducción del «gracioso»
- Introducción de canciones populares y bailes
- Rompe las 3 unidades: acción, tiempo y lugar
- Distribución de 3 actos
Obra teatral
Calderón de la Barca (1600 – 1681)
- Dramas filosóficos
- Dramas de historia y leyendas españolas
- Comedias de capa y espada
- Autos sacramentales
La literatura en el siglo XVIII (La Ilustración)
En España, la muerte sin descendencia de Carlos II supuso la instauración de la dinastía de los Borbones, circunstancia que facilitó la entrada de las ideas propias de la Ilustración, el movimiento cultural que preconizaba la primacía de la razón en todos los ámbitos. Con los nuevos monarcas se asentó en España el despotismo ilustrado, modelo político que pretendía la mejora de las condiciones de vida del pueblo pero sin contar con este a la hora de tomar decisiones. El despotismo ilustrado se resume en el lema «todo para el pueblo, pero sin el pueblo». Se impuso una monarquía centralista y se emprendieron un conjunto de reformas que tenían por objeto la modernización del país.
La mentalidad ilustrada se caracteriza por la confianza en la razón y en la ciencia. Los ilustrados pensaban que solo mediante la educación podría transformarse la sociedad.
La literatura neoclásica defiende estos principios:
*La creación literaria se rige por la razón, que guía el espíritu crítico de los escritores ante el mundo que les rodea.
*La literatura debe tener una intención didáctica, ha de «enseñar deleitando».
*Los autores tienen que ajustarse a la preceptiva clásica, que imponía reglas a cada género, e imitar a los escritores grecolatinos.
El estilo persigue la claridad y la adecuación, y rechaza la afectación y los excesos que se consideraban propios de la literatura barroca.
La prosa: el ensayo y el género epistolar
En el neoclasicismo, el espíritu crítico y el afán didáctico dan especial relevancia al ensayo, el género en prosa más cultivado. Los ensayistas más destacados fueron Benito Jerónimo Feijoo y Gaspar Melchor de Jovellanos.
La poesía
La poesía del siglo XVIII sigue los principios de didactismo y utilidad, propios de la literatura neoclásica. Esta idea queda reflejada en las palabras de Ignacio de Luzán en su Poética: «la poesía es imitación de la naturaleza con doble finalidad: utilidad y deleite». Se imponen 2 tipos de poesía: una poesía social y filosófica, que ensalza las ideas de la Ilustración, y una poesía clasicista, ambientada en una naturaleza idealizada y armónica.
El principal representante de la poesía neoclásica es Juan Meléndez Valdés, cultivador de ambas fórmulas. Otro género muy cultivado son las fábulas, composiciones en las que se narra una historia protagonizada por animales o seres inanimados de la que se desprende una enseñanza. Los autores de fábulas más destacados son Tomás de Iriarte y Félix María Samaniego
El teatro
El teatro del siglo XVIII estuvo marcado por la polémica. En los escenarios se seguían representando comedias y dramas de inspiración barroca, con complicadas tramas en las que prevalecía la acción y cuyo único objetivo era entretener al público; los dramaturgos ilustrados, en cambio, mantenían que el teatro debía contribuir a la educación del pueblo y a la reforma de la sociedad. Finalmente, se impuso la preceptiva clásica frente a la barroca, y los ilustrados, conscientes de la importancia social del teatro, lo utilizaron para difundir su ideología reformista. Los autores ilustrados defendían la preceptiva clásica:
Respeto de las unidades de tiempo, lugar y acción.
Separación de lo trágico y lo cómico.
Defensa de la verosimilitud en la acción y del decoro en el lenguaje.
Leandro Fernández de Moratín
La figura más representativa del teatro neoclásico fue Leandro Fernández de Moratín (1760-1828). Moratín defendía una comedia que «imita a los hombres como son, imita las costumbres nacionales, los vicios y errores comunes, los incidentes de la vida doméstica». Sus principales obras:
*La comedia nueva o el café es una sátira en la que el autor critica las obras teatrales que aplaudía el público de la época y propone la reforma del teatro.
*El sí de las niñas es una crítica de los matrimonios de conveniencia, en los que era frecuente casar a una joven con un hombre mayor. El autor cuestiona la educación que se da a las jóvenes y propugna modelos de conducta basados en la razón.