6.1 . La renovación narrativa de principios del siglo XX . Kafka, Proust , Joyce , Mann
De
1880 al 1890, prácticamente en toda Europa , el movimiento
naturalista llega a su término. La época precedente había visto en
el conocimiento racional y científico la única actitud legítima
del espíritu .
Desde la última década del XIX, por el contrario,
el sentimiento de la existencia subjetiva impone a la revelación del
mundo exterior . Los novelistas dejan de reducir la realidad a su
apariencia material , al encadenamiento estrictamente determinado los
fenómenos psíquicos y sociales y la sumergen en una oscuridad
mágica que le da profundidad . Pero como ese más allá no es una
realidad descriptible , el escritor debe sugerirse por medio de
símbolos sensibles : la poesía simbolista corresponden con
precisión una novela y un teatro donde el mundo de las apariencias
figura la realidad trascendente que es atada.
El
realismo novelesco y teatral está lejos de ser muerto , como es
muerta en la misma época la poesía didáctica o descriptiva . La
novela y el teatro habían encontrado durante su periodo realista la
forma que convenía al lector medio: sobre la misma noción de
realidad , y sobre las técnicas aptas a dar la ilusión , el acuerdo
estaba sólidamente establecido. Pero la aparición de una prosa de
arte y de una novela donde las cosas dichas cuentan menos que la
manera como se dicen, es ya el signo de una mutación del realismo .
Sin embargo , es el realismo mismo lo que pedía esta mutación :
Flaubert fue perfectamente consciente de la necesidad de compensar la
insuficiencia del objeto con el exceso de la forma.
La aproximación entre la novela y el ensayo , la intrusión en la novela de una serie de problemas a debatir , es otro de los signos más evidentes de la evolución del género . Hacia finales del siglo XIX, cada vez son más numerosos los novelistas que ven en la ficción el medio de dar a los problemas que los obsesiona una intensidad mayor. La narración novelesco se convierte en un instrumento de investigación y hace posible el planteamiento de hipótesis a las que no se atreve el pensamiento puro .
Muchas grandes novel modernas comunican una experiencia conseguida en los límites de lo que se puede conocer, en esta frontera de las apariencias sensibles en que el espíritu desemboca en una realidad que no se puede describir objetivamente . El objetivo de la novela moderna es captar » esa cosa esencial» que llamamos » vida o espíritu , verdad o realidad » y que la novela tradicional ofusca bajo las insignificantes apariencias sensibles .
Ahora bien , quien llevó a cabo una auténtica renovación de la técnica narrativa fue el autor francés Marcel Proust ( 1971-22 ) . La elaboración de la extraordinaria novela En busca del tiempo perdido ocupó toda su vida . En esta obra queda bien claro que la idea de entretener al lector ya ha desaparecido del género . Ahora lo que se pretende (todas las tendencias del siglo lo recogen ) es hacerle reflexionar . Y en este caso la reflexión es sobre la memoria , sobre el paso del tiempo y la mirada que se vuelve hacia el pasado . A través de los recuerdos puntuales de hechos vividos , que van y vienen como les parece , hace una espléndida introspección psicológica y evoca el pasado con toda su intensidad . La Búsqueda del tiempo perdido , más allá de las situaciones y de los análisis psicológicos , es al acecho de estos minutos privilegiados en que el pasado resucita en el presente, n’esquinça la trama y hace lucir ese «algo que , común vez al presente y al pasado , es mucho más esencial que ambos » . Las innovaciones narrativas tienen también su importancia en un autor como Thomas Mann ( 1875-1955 ) . En sus obras ( La montaña mágica o La muerte en Venecia ) , las descripciones ambientales no tienen un carácter realista , sino un valor simbólico y al mismo tiempo metafórico , lo que ha permitido ver un cierto matiz decadentista . Están llenas de reflexiones abstractas y de disquisiciones teóricas sobre temas trascendentales como la muerte o el arte . La narración se convierte en ensayo , en ciertos momentos , porque la realidad sólo se intuye como un trasfondo . La obra narra y reflexiona .
En otro plano muy diferente , pero que presenta también este interés por la experimentación del género , encontramos el autor checo Franz Kafka ( 1883 a 1924 ) . Sus obras , escritas en alemán , lo señalan como el autor que mejor expuso en su narrativa el vacío abrumador de la existencia del hombre moderno . Por todos estos motivos se ha dicho a veces que parece un precursor de los existencialistas posteriores , aunque le faltaría la idea del compromiso social que tendrán los demás, o se lo ha metido en la misma corriente del expresionismo literario . Las novelas de Kafka ( El castillo , La metamorfosis y El proceso ) , en forma de parábola , presentan unas situaciones ambivalentes que admiten una lectura intelectual más profunda bajo una historia sencilla , una historia que no sabríamos decir si es producto de un estado de semisomni . El relato ha perdido la lógica de la realidad y se desarrolla de manera absurda una idea o una hipótesis según la nueva lógica que ésta pide . Los menores detalles de la narración y de la descripción figuran la odisea del hombre a la investigación, en el mundo de la caída , del absurdo y de la ausencia , de un sentido indestructible y de una ley escondida .
La
novela realista presentaba los personajes en acción . La nueva novel
interesa menos por el comportamiento que por la motivación : con
Meredith , Henry James , Proust , llega a una sutileza de análisis
totalmente inédita . Y , con Virginia Woolf y James Joyce , llega a
tocar y sugerir lo que , hasta ahora , había permanecido en la
sombra : no los estados de conciencia en su estructura clara, que son
objeto de una formulación intelectual fácil , sino la nebulosa
informe y emocionante : la corriente de la conciencia , la vida
profunda del yo en la duración pura . La ambigüedad , la
inconsistencia de la realidad psicológica que descubren Proust ,
Pirandello , Joyce , Gide , impide a la conciencia de ser el objeto
de una descripción precisa , y lleva el novelista a experimentarla
como una vida confusa que ha de sugerir y que puede formular a su
gusto .
Para
Joyce se trata de encarnar en la obra y en sus más finas estructuras la visión de una realidad que no se puede expresar en su verdad esencial sin liberarla de las trampas de las apariencias .
En lugar de reflejar la realidad , la novela moderna quiere actuar como aquella , poseer las mismas virtudes de sorpresa , de eficacia sorprendente. La obra debe golpear en pleno rostro , debe hacer surgir ante nosotros , desde las primeras frases , una especie de oscura plenitud donde nos debatimos : debe sumergir enseguida in media res . La técnica de la oscuridad sustituye el arte Balzac de las preparaciones . La novela es consistente en la medida en que se nos resiste y que nos hace falta, para entenderla, penetrarla y de alguna manera producirla nosotros mismos , como si en fuéramos el autor . La explicación se reemplaza por el elipsis , la narración tradicional por el montaje .