El Realismo
El realismo es un movimiento cultural que surge en la segunda mitad del siglo XIX como consecuencia de las circunstancias sociales de la época: la consolidación de la burguesía como clase dominante, la industrialización, el crecimiento urbano y la aparición del proletariado. En principio, es una reacción contra el idealismo característico del Romanticismo. La novela es el género literario característico de este movimiento. Esta novela vive del público burgués, y si en muchos casos el autor se limita a emocionar con intrigas o a sustentar los principios morales propios de la burguesía, en otras critica a la sociedad burguesa desde dentro con el propósito de retratarla y reformarla.
Emilia Pardo Bazán (1852-1921)
Novelista española introductora del naturalismo en España. Nacida en La Coruña, hija de los condes Pardo Bazán, título que heredaría en 1890. Recibió los estudios elementales propios de una mujer, pero ella quería más y ese impulso la llevó a convertirse en una mujer culta y experta en diferentes disciplinas humanísticas. Casada con José Quiroga, se trasladó a vivir a Madrid, desde donde hacían frecuentes viajes a Francia, Italia, Suiza, Austria e Inglaterra. Era una mujer muy culta y de vigoroso talento. En 1890 viaja a París, donde conoce a Émile Zola, Alphonse Daudet y los hermanos Goncourt; fue también en esta época cuando leyó a los novelistas rusos, que influyeron notablemente en su obra. Además de escritora, tuvo una actividad social y política importante, pues fue consejera de Instrucción Pública y activista feminista, actitud que se está revalorizando en la actualidad. Desde 1916 fue profesora de Literaturas Románicas en la Universidad de Madrid, cátedra que se creó para ella.
Sus principales obras:
- La tribuna (1883), novela proletaria que tiene como protagonista a una obrera de una fábrica de tabacos de La Coruña.
- Los Pazos de Ulloa (1886), panorama muy bien trabado de la vida rural gallega.
- La madre naturaleza (1887), retrato de una relación incestuosa.
- La quimera (1905) y La sirena negra (1905), donde queda patente la influencia novelística rusa.
- La cuestión palpitante (1882-1883), colección de artículos donde trata de explicar su posición ante el naturalismo.
Contexto Histórico-Social del Siglo XIX
El siglo XIX es una época en la que se realizan notables transformaciones en todos los aspectos. Durante este siglo se dio la Revolución Francesa, que con sus ideas reformistas provocó una profunda crisis en la sociedad y la política, que producirá el final del Antiguo Régimen y del sistema monárquico absolutista. En el siglo XIX va a dominar un sistema liberal que defiende la soberanía popular: el poder reside en el pueblo, el cual está representado por personajes elegidos por sufragio universal. También son defendidas las libertades de pensamiento y expresión.
Después de la caída de Napoleón se sucederán una serie de enfrentamientos entre absolutistas y liberales, pero sin consecuencias importantes. Además del liberalismo, se desarrollará el socialismo utópico, defendido por Saint-Simon, que condena los abusos del capitalismo y propone un tipo de sociedad igualitaria. Con la publicación del Manifiesto Comunista de Marx y Engels en 1848 se dará paso al socialismo científico, que produce una revolución en la sociedad y la economía.
Al mismo tiempo se desarrollan los grupos nacionalistas que produjeron independencias en algunos países europeos como Grecia o Bélgica. Más tarde, aparecerán gobiernos más autoritarios que serán apoyados por la burguesía, que había optado por una posición más conservadora para defender sus privilegios, como hizo Napoleón III (Francia) o la reina Victoria (Inglaterra).
Por lo que podemos decir de la sociedad, la tradicional sociedad estamental deja paso a una sociedad de clases. La burguesía toma parte en el poder y sigue ligada con el desarrollo industrial. Esta es la llamada “Era del maquinismo”, donde se desarrolla mucho el ferrocarril, hay grandes avances técnicos y sanitarios (la vacuna por Pasteur) y se inicia el capitalismo.
La expansión demográfica es también uno de los graves problemas durante este siglo. Las grandes concentraciones que se producen en las ciudades más industrializadas provocarán enfrentamientos entre burgueses y proletarios; la clase obrera actuará por medio del socialismo o del anarquismo.
De este siglo, podemos destacar la crisis racional que se produce y el nuevo concepto de cultura, además de nuevas formas de pensar. En la primera mitad de siglo muere el filósofo Kant, y la Filosofía se dirige hacia la teoría idealista de Hegel, que valora bastante las fuerzas del espíritu y se preocupa mucho por la historia. Después, Comte introducirá una reacción filosófica positiva que tiene su origen en los hechos observables, esto supondrá una nueva manera del pensar.
En la parte científica se realizarán grandes progresos, en especial en la Física, Medicina y Biología (evolucionismo de Darwin). Ya en la segunda mitad, las ciencias sociales como la Psicología y la Sociología comenzarán a tener un gran interés y tendrán gran influencia en la Literatura.
En la literatura se viven tres grandes movimientos durante el siglo XIX en España y en toda Europa: Romanticismo, Realismo y Naturalismo.
Tendencia Naturalista
A la discusión sobre el realismo y la idealización de la realidad se superpuso otra polémica sobre el naturalismo. El naturalismo puro no se dio nunca en España, aunque influyó en algunos autores.
Características del Realismo
El realismo se caracteriza por centrarse principalmente en personajes de la burguesía. Es un reflejo de la burguesía, normalmente en forma de novela, y busca retratar la realidad social con exactitud y objetividad a través de descripciones verosímiles, y para ello se basa en una meticulosa observación de la realidad.
Los autores realistas normalmente utilizan un punto de vista omnisciente y son frecuentes los comentarios del autor con la finalidad de influir en la opinión del lector. Por otra parte, llama la atención el empleo de un estilo natural y de un lenguaje coloquial.
- Aparece una rigurosa observación de la realidad como método descriptivo, influido por las ciencias experimentales; los escritores se documentan sobre el terreno, tomando minuciosos apuntes sobre el ambiente, las gentes, la indumentaria, etc. También buscan en los libros los datos necesarios para conseguir la exactitud ambiental o psicológica.
- Utilización de una técnica objetiva frente al subjetivismo romántico. El autor es un cronista, aunque en ocasiones exponga algunas opiniones personales.
- Intención social de los escritores. Se intenta descubrir las lacras o cualidades, manías y hasta deformidades sociales y contribuir a eliminarlas; renace la idea del “Arte útil”.
- En el estilo se observa una progresiva eliminación de la retórica grandilocuente de los románticos, se adapta el lenguaje a la condición social del personaje. De ahí la importancia que adquiere el reflejo del habla popular.
- El novelista refleja ampliamente la sociedad contemporánea. Se recoge una gran diversidad de ambientes. Entran ahora en la novela sectores sociales como los medios burgueses o las capas inferiores de la sociedad.
Rasgos Generales de la Novela Realista
- Se desea representar la realidad de una forma exacta y objetiva:»la novela es la imagen de la vid».
- El método seguido por el autor es la observación directa, la toma de datos.
- Se presta atención a lo cotidiano, concreto e inmediato.
- Abundan las descripciones minuciosas que atienden a todo tipo de detalles: vestimenta, muebles, etc.
- Se relaciona la vida privada de los personajes con la vida pública, histórica y social en la que se desenvuelven.
- El escritor adopta el papel de cronista que, como narrador, cuenta los hechos y los comportamientos de los personajes, de los que se sabe todo: pensamientos, ideas, es un narrador omnisciente.
- Se suelen plantear posturas ideológicas y reflexiones sobre los valores morales de la sociedad.
- Se busca la naturalidad en el estilo y se refleja la manera de hablar de los personajes.
El Naturalismo: Características Generales
La palabra Naturalismo comenzó utilizándose como sinónimo de Realismo: novela realista y novela naturalista sirvieron indistintamente para señalar las mismas manifestaciones literarias. Más tarde, su sentido quedó limitado para definir un movimiento literario iniciado en Francia por el novelista Émile Zola.
Por otra parte, el naturalismo también representa el choque entre libertad individual y realidad social, ya que es ésta la que impone sus condiciones. Así, el naturalismo supondría un paso más en la crisis de los valores individualistas en la sociedad burguesa, tras el romanticismo y el realismo.
El naturalismo equivale a una especie de realismo llevado a sus últimas consecuencias. Trata de aplicar al estudio de las realidades humanas el método de las ciencias experimentales. Pero ofrece una visión parcial de la realidad, ya que presenta sólo la parte triste y degradante del hombre y de la sociedad. Para éste, las condiciones fisiológicas, el medio ambiente y las circunstancias determinan la personalidad y la psicología de los individuos.
Este principio le lleva a despreciar la inteligencia y a dar preferencia a los instintos, por lo que sus creaciones llegan a ser convencionales.
En España hay dos respuestas en torno al naturalismo: por un lado, la conservadora, que lo considera como <<la mano negra>> (nombre de una organización anarquista), como un movimiento <<maloliente>>, obsceno por la técnica descriptiva que emplea; por otro lado, está la corriente liberal que considera al Naturalismo como experimentación e investigación de la verdad. Por lo que no es más que el pensamiento intelectual que separa a liberales de conservadores.
Tendencia Idealizante
Los autores más señalados de esta tendencia son Pedro Antonio de Alarcón y José María de Pereda, quienes, desde posturas tradicionales y conservadoras, rehuían de relatar los aspectos más crudos o desagradables. Tenían también en sus novelas una notable intención moralizadora que en algunos casos les llevó a deformar en sus novelas aquello que desaprobaban; lo moderno, la ciudad…
Las obras más importantes de Pedro Antonio de Alarcón (del que algunas de sus primeras obras fueron en tono romántico) son: El sombrero de tres picos (1874) y El escándalo (1875).
Pereda, cuyas obras más importantes son Sotileza y Peñas arriba, idealizó la vida rural y el paisaje de su tierra cántabra.
Postura Esteticista
Su autor más señalado es Juan Valera, un diplomático de alta cultura que rechazó tanto los excesos románticos como las posturas moralizadoras de algunas novelas realistas (las de la anterior tendencia). Buscaba sobre todo la belleza, así que era partidario de excluir lo feo y lo desagradable. No copia la realidad, pero tampoco se deja llevar por la imaginación; se basa sobre todo en la observación, en sus recuerdos y en la experiencia.
Escribió cuentos, muchos de ellos propios de la literatura fantástica, y también novelas, entre ellas las más importantes son: Pepita Jiménez y Juanita la Larga.
El Realismo Puro
Leopoldo Alas Clarín y Benito Pérez Galdós son los dos autores más importantes del realismo desde posturas progresistas. Pretenden mostrar la realidad lo más objetivamente posible, sin rechazar ningún aspecto de ella.