Literatura Española del Siglo XVII
2. El Barroco
El Barroco, cultura característica del siglo XVII, se define por una concepción negativa del mundo, marcada por el desengaño. La vida se rige por la idea de la muerte, la realidad se percibe como ilusión y apariencia, destacando la brevedad, caducidad y fugacidad de la existencia. Esta idea de desengaño se manifiesta como angustia existencial, sátira y diversión. La estética barroca se caracteriza por el dinamismo, el contraste, la luz y las sombras, elementos presentes en la arquitectura, pintura y escultura. En literatura, se aprecia en el lenguaje sencillo, la armonía, las expresiones brillantes, las ideas ingeniosas y las agudezas complicadas. Frente al dinamismo y movimiento, la literatura barroca se caracteriza por la abundancia de imágenes, metáforas, oposición de contrarios y exageración, llegando incluso a la deformación.
3. Conceptismo y Culteranismo
No se trata de movimientos opuestos, sino de dos caras de una misma moneda que rompen el equilibrio clásico entre forma y contenido. El conceptismo se caracteriza por un lenguaje conciso y denso, jugando con los conceptos a través de recursos como la antítesis, la paradoja, la condensación, la hipérbole, los equívocos y las disemias. Por otro lado, el culteranismo busca la belleza y la ornamentación exuberante mediante el uso de metáforas, sinécdoques, metonimias, perífrasis, hipérboles, imágenes, aliteraciones, paranomasias, palabras esdrújulas, hipérbatos, encabalgamientos y cultismos léxicos, creando un estilo suntuoso y colorido.
4. La Poesía Barroca
La poesía barroca se divide en lírica, épica y dramática. Se difundió tanto oralmente como a través de la imprenta. Los temas abarcan el amor, reflexiones morales, problemas existenciales, historia, naturaleza, costumbres, anécdotas particulares y objetos.
4.1 Luis de Góngora
Hombre adusto, sombrío y orgulloso, con enemigos personales y literarios (Quevedo, Lope de Vega). Sus letrillas y otras poesías de arte menor eran muy conocidas en su época. Escritor culto, con temas graves, humorísticos o satíricos, utilizaba chistes y alusiones desvergonzadas. En sus romances, el Romancero nuevo alcanza sus mayores cimas, alternando lo serio y lo burlesco. Los temas incluyen: caballerescos, moriscos, de cautivos, pastoriles, amorosos, mitológicos y satíricos. Un ejemplo de romance extenso es la Fábula de Píramo y Tisbe, con rasgos opuestos: cultismo y popular, visión burlesca y reflexión juiciosa, refinamiento exquisito y expresión vulgar. En sus sonetos, trata temas amorosos (petrarquistas), burlescos, morales (representan la vida del poeta, en tono serio o burlón, expresando inquietudes personales), mitológicos y de circunstancias. La Fábula de Polifemo y Galatea y las Soledades son la culminación del estilo culterano. En Polifemo, se desarrolla el mito clásico del cíclope enamorado de la ninfa Galatea. Las Soledades, con su lenguaje complejo, cantan a la vida natural. Los temas de la poesía de Góngora son el amor, la mitología y la naturaleza, reelaborados de forma original y satírica. Góngora disfruta de la vida, es refinado y sensual, con una lengua afilada y un espíritu burlón, apreciando la belleza del mundo como un humanista tardío.
4.2 Poesía de Lope de Vega
Excelente poeta, Lope de Vega muestra varias facetas: poeta vitalista, petrarquista, imitador de Góngora, poeta filosófico y religioso. Sus obras líricas incluyen Rimas y Rimas humanas y divinas del licenciado Tomé de Burguillos. Sus composiciones incluyen letrillas, canciones, villancicos, romances y redondillas.
4.3 Poesía de Francisco de Quevedo
Sus temas son filosóficos, morales, religiosos, amorosos, satírico-burlescos y de circunstancias. Destacan sus sonetos a la muerte y la brevedad de la vida. Su poesía amorosa es petrarquista y neoplatónica, donde el ideal amoroso se ve afectado por la muerte, o tratado de forma irónica o cómica. Sus sátiras se dirigen a mujeres, maridos burlados, judíos, médicos, boticarios, escritores, modas y el poder del dinero. Los temas recurrentes son la muerte y el desengaño barroco. Su estilo se caracteriza por juegos de palabras, equívocos, dilogías, polisemias, paranomasias, hipérboles, antítesis, paradojas y deformaciones grotescas. Utiliza todos los registros de la lengua. La intensidad afectiva de su poesía se manifiesta en la abundancia de oraciones interrogativas, exclamativas y apelativas, llamadas directas al lector, diminutivos y aumentativos. Su juego con los conceptos define su conceptismo.
8. Francisco de Quevedo: Su Obra en Prosa
Muy estimado en la Corte por su ingenio y agudeza, y entre el pueblo por sus escritos jocosos, chistes y procacidades. Su obra refleja escepticismo y pesimismo. Escribió libros políticos, filosóficos y satírico-morales. Su obra filosófica más destacada es La cuna y la sepultura. Son importantes sus libros satírico-morales, como los Sueños, que narran diversos tipos y profesiones. Su obra en prosa más conocida es la novela picaresca La vida del Buscón llamado don Pablos, que parte del Lazarillo, con el afán de ascenso social y el hambre como motor de sus acciones. Esta novela es un prodigio de ingenio lingüístico, mostrando la evolución del personaje. El Buscón ansia el ascenso social, pero nunca lo logra y es castigado, reflejando la movilidad social y defendiendo que cada uno permanezca en su condición social de origen. Su estilo se caracteriza por la agudeza lingüística, la exageración, la caricatura basada en comparaciones hiperbólicas, el conceptismo, los contrastes, las paradojas, las hipérboles, los equívocos, las dilogías, las polisemias, las paronomasias, las elipsis y diversos juegos verbales.