Literatura, Medios de Comunicación y Publicidad en la Posguerra Española: Evolución y Características

Narrativa Española Posterior a 1939

1940: Narrativa Existencialista

Se caracteriza por la angustia del ser humano y el fracaso, con una visión pesimista y existencial. Obras destacadas: Nada, de Carmen Laforet; La familia de Pascual Duarte, de Camilo José Cela.

1950: Realismo Social

Se centra en el interés por el colectivo y busca el objetivismo. Se critica el realismo crítico y se busca cambiar la realidad. Obras representativas: La colmena, de Camilo José Cela; El Jarama, de Rafael Sánchez Ferlosio.

1960: Novela Experimental

Se experimenta con nuevas formas narrativas, influenciadas por la literatura europea e hispanoamericana. Se exploran aspectos técnicos como la narración en primera persona, los personajes y la acción. Se presta especial atención a la perspectiva y al tratamiento del tiempo, que puede ser lineal o con saltos temporales. Autores y obras influyentes: Joyce (Ulises), Delibes (Cinco horas con Mario), Cortázar (Rayuela), García Márquez (Cien años de soledad), Vargas Llosa (La ciudad y los perros).

1962-1975: Nueva Etapa Experimental

Iniciada con Tiempo de silencio, de Luis Martín-Santos. La novela se fragmenta y se critica la cultura, incluyendo a Ortega y Gasset, quien también es ensayista.

1980-Actualidad

Retorno a la novela tradicional, con interés por el contenido y por contar buenas historias. Se observan diversos subgéneros:

  • Intimista
  • Histórica
  • Aventuras: Carlos Ruiz Zafón, Arturo Pérez-Reverte
  • Policíacas: Manuel Vázquez Montalbán
  • Experimental

Autora destacada: Carmen Riera, miembro de la Real Academia Española (Te dejo, amor, en prenda el mar).

Teatro Español Posterior a 1939

1940: Teatro Humorístico y Drama Ideológico

El teatro humorístico, representado por Jardiel Poncela y Miguel Mihura (Tres sombreros de copa), ofrece una visión amarga y escéptica de la realidad. El drama ideológico, con autores como Antonio Buero Vallejo (Las meninas) y Alfonso Sastre, evoluciona hacia el realismo social, con un tono ético que busca renovar y dignificar la escena. La ausencia de dramaturgos se debe a la censura, el aislamiento cultural y los intereses empresariales.

1960: Evolución del Realismo Social

Se caracteriza por una visión crítica de la realidad y una estética simbólica. Los temas principales son la crítica social y la denuncia. Se emplea una estética alegórico-simbólica, expresionista o en tono de farsa, con un lenguaje violento. Obras destacadas: La llanura y Las salvajes en Puente San Gil, de José Martín Recuerda.

1970: Experimentalismo

El teatro se concibe como un espectáculo vanguardista y experimental. La escenografía cobra mayor importancia y se difuminan los límites entre géneros. Dramaturgos vanguardistas: José Ruibal, Francisco Nieva.

1980-Actualidad

Se afianza el teatro de autor, con temas como la guerra. Se observan obras realistas o con un realismo paródico cercano a la farsa esperpéntica.

  • Teatro de tipo tradicional: Fernando Fernán Gómez (Las bicicletas son para el verano)
  • Teatro-farsa: José Luis Alonso de Santos (La estanquera de Vallecas)
  • Teatro experimental: La Fura dels Baus, con un teatro-espectáculo

Poesía Española Posterior a 1939

Se distinguen los poetas muertos (Lorca, Miguel Hernández, Unamuno, Machado), los exiliados (Juan Ramón Jiménez, Guillén, Salinas, León Felipe) y los del exilio interior (Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre, Gerardo Diego).

1940: Poesía Arraigada y Desarraigada

  • Poesía arraigada: Se publica en revistas como Escorial y Garcilaso. Se caracteriza por el uso del soneto. Autores: Luis Rosales (La casa encendida), Dionisio Ridruejo.
  • Poesía desarraigada (existencial): Se publica en revistas como Espadaña y Corcel. Trata temas como el mundo caótico. Se emplean sonetos y versículos. Autores: Dámaso Alonso (Hijos de la ira, 1944), Vicente Aleixandre (Sombra del paraíso).

1950: Poesía Social

Se pasa del «yo» al «nosotros». Es una poesía comprometida en contra de la injusticia, que busca llegar a la inmensa mayoría. Trata el tema de España y lo colectivo. Autores: Blas de Otero (Pido la paz y la palabra, 1955), Gabriel Celaya (Cantos iberos, 1955), quien define su poética.

1960: Poesía de la Experiencia

Es intimista y reflexiva. La componen los poetas de la promoción de 1955. Los temas son la experiencia personal e intimistas, con una actitud crítica y una reflexión cívica o ética. Aparece la expresión irónica. Se valora la expresión poética y se emplea un lenguaje natural. Es una poesía más minoritaria, escrita con simbolismo y tono irónico. Autores: José Agustín Goytisolo, Jaime Gil de Biedma.

1970: Experimentalismo

Tendencia innovadora contra el realismo social. Autores: José Elías, Fernando Millán. Poetas nacidos en la posguerra, formados en la cultura de masas (cine, cómics, música, radio y televisión). Se observan referencias a la cultura de masas y a la alta cultura. Tono culturista, que combina lo grave con actitudes frívolas. Preocupación por la renovación del estilo. Combinan temas intimistas con sociales, con una actitud pesimista y escéptica.

1980-Actualidad

Varias tendencias poéticas:

  • Neosimbolismo o neorromanticismo intimista: Francisco Bejarano
  • Vanguardismo experimental: Félix Grande
  • Culteranismo: Antonio Colinas
  • Clasicismo: Luis Alberto de Cuenca
  • Minimalismo: Andrés Sánchez Robayna
  • Poesía de la experiencia: Gil de Biedma

La Radio

Es un medio de telecomunicación social que transmite sonidos a distancia. Fue el primer medio en aplicar la electrónica a la comunicación de masas. Sus funciones son informar, entretener y educar. Utiliza como código básico la lengua oral, complementada con música, efectos sonoros y silencio. Los géneros se agrupan en informativos y de entretenimiento, y a menudo aparecen combinados en los programas.

La Televisión

Es un medio de telecomunicación social que transmite imágenes y sonido a distancia. Es el medio con mayor influencia y poder de persuasión. Utiliza un lenguaje heterogéneo muy completo, compuesto por códigos verbales (orales y escritos) y no verbales (icónicos y sonoros). Los géneros se agrupan en informativos, de entretenimiento y educativos.

En la radio y la televisión, el lenguaje debe ser claro, con un léxico sencillo y frases breves. Varía según el género.

La Publicidad

Es un sistema de comunicación social que utiliza todos los medios de comunicación de masas y aplica un conjunto de técnicas para convencer al público de que lleve a cabo una acción.

Elementos de la Publicidad

  • Emisor: El publicista o agencia.
  • Receptor: Un público definido.
  • Mensaje: El anuncio.
  • Referente: Un producto o servicio.
  • Canal: Los medios de comunicación.
  • Código: Mixto (visuales o auditivos).

Funciones de la Publicidad

  • Apelativa: Para ser recordada.
  • Fática: Para llamar la atención.
  • Referencial: Para dejar claro cuál es el producto.
  • Poética: Para emplear un lenguaje creativo.

Tipos de Publicidad

  • Prensa
  • Radio
  • Televisión
  • Exterior (carteles, vallas publicitarias, pancartas)
  • Directa (circulares, folletos, catálogos)
  • Diversos (promociones, escaparates, camisetas u otras prendas)

Según la manera de tratar el producto, los anuncios pueden ser directos o de presentación, o indirectos o de cualificación. También existe la publicidad encubierta y la subliminal. Para persuadir al receptor, el mensaje publicitario embellece la realidad y disimula u oculta lo negativo. La publicidad transmite valores sociales y culturales.

Estilo y Estructura de la Publicidad

El estilo es breve, conciso e innovador, buscando el máximo significado con el mínimo de palabras. La estructura incluye:

  • Marca: El nombre que identifica al producto.
  • Eslogan: Una frase breve, atractiva y clara para ser recordada.
  • Cuerpo de texto: Suele ser breve, claro y sencillo.

La tipografía juega un papel importante en el mensaje publicitario.

Nada, de Carmen Laforet: Reflejo de la España de Posguerra

Esta novela refleja el estancamiento y la pobreza de la España de posguerra. Carmen Laforet supo transmitir, con un estilo literario innovador para la prosa de la época, la lenta desaparición de la pequeña burguesía tras la Guerra Civil. La novela existencial de los años 40 se centra en temas como la miseria y sordidez de la vida cotidiana, la frustración y la angustia personal, la inadaptación social, la soledad y la muerte. Los personajes son desarraigados, desorientados o marginados. La autora utiliza en ocasiones elementos de la literatura fantástica para describir situaciones o personajes: “el rostro del tío Juan se le antoja una calavera”, “el cuarto de baño le parecía una casa de brujas”. La casa de la calle Aribau, que un día fue un hogar normal y feliz, y que ahora ha sido reducida a la mitad (han vendido parte del piso), está atestada de muebles astillados, de chinches escondidas en el mugriento empapelado, de miseria y violencia. Es un preciso y escalofriante retrato de la España de posguerra. Los dos hermanos que se aman y se odian, que se intentan matar y se lloran el uno al otro, y que guardan un pasado de traiciones y denuncias, son un evidente trasunto de la locura fratricida del 36. Las técnicas narrativas que encontramos son las de la novela realista tradicional. Carmen Laforet, en primera persona, hace un retrato de la vida sórdida y monótona de los años de posguerra en Barcelona a través de las experiencias de su protagonista.

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