El Modernismo Literario: Autores, Características y Obras

El Modernismo

Orígenes

En sus orígenes, el término «modernista» fue usado para llamar despectivamente a los jóvenes artistas que se mostraban inconformistas con el tipo de vida burgués. Con el tiempo, se empleará para designar un movimiento de renovación estética y del lenguaje poético que busca la belleza absoluta y la perfección de las formas. El modernismo literario surge en Latinoamérica hacia 1880, encabezado por el cubano José Martí y el nicaragüense Rubén Darío, como réplica de América Latina a la tradición literaria española: es una afirmación de sus raíces americanas. Será Darío, con sus viajes, el que introduzca el modernismo en España. Sin embargo, en España el modernismo fue menos brillante, exótico y atrevido que en América. Su gusto por lo sensual y por lo sensitivo dio lugar a una corriente más intimista e introspectiva.

Principales Autores Modernistas Españoles

  • Salvador Rueda (uno de los precursores)
  • Francisco Villaespesa
  • Los hermanos Machado
  • Ramón del Valle-Inclán
  • El joven Juan Ramón Jiménez

Rubén Darío

Trabajó como periodista y como diplomático. Rubén Darío fue el que difundió el nuevo estilo americano por Europa. Su primera obra, Azul (1888), es la primera afirmación del modernismo literario. Aparecen también la exaltación de los mitos autóctonos y un cierto rechazo hacia lo español. Esa línea elegante y refinada se consolida en Prosas profanas (1896), obra poblada de abates galantes, marquesas crueles, princesas y cisnes. Representan lo mejor del modernismo exotista, y serán una clara influencia en poetas jóvenes españoles, como Juan Ramón Jiménez, que en obras primerizas como Arias tristes asimila los rasgos formales del movimiento modernista. En 1905 publica Cantos de vida y esperanza. En esta obra, impregnada de sinceridad, Darío reflexiona sobre la propia existencia, el tiempo, la muerte, la religión, el arte, etc., dando lugar a la corriente intimista.

Modernistas Españoles

Manuel Machado (1874-1947)

Estudió en la Institución Libre de Enseñanza y vivió en París. La influencia del Simbolismo, del Parnasianismo y de Rubén Darío es patente en sus poemas. Pero ese tono modernista típico se mezcla con el gusto por las formas populares del folclore andaluz (coplas, soleares, malagueñas…), una tendencia a caer en un pintoresquismo fácil, en el que destacan las fiestas, los toros, etc. Entre sus libros poéticos pueden mencionarse Alma. Museo. Los cantares (1907), El mal poema (1909). Escribió además algunas obras teatrales.

Ramón María del Valle-Inclán (1866-1936)

Aunque más vinculado con el grupo de escritores del 98, incorpora, enriquece y, por último, supera las innovaciones modernistas. Componen las obras de su etapa modernista relatos de horror y misterio, un ensayo sobre el simbolismo titulado La lámpara maravillosa y, especialmente, sus cuatro Sonatas (sobre todo, la primera: Sonata de otoño, 1902). Estas narraciones cuentan las andanzas amorosas de un ya maduro noble, el Marqués de Bradomín, en un escenario decadente; abundan todos los rasgos del estilo modernista (adjetivación sensorial, musicalidad en la prosa, decadentismo en la descripción de ambientes).

Características del Modernismo

  • Rechazo de la realidad cotidiana e inmediata: El escritor tiene dos alternativas: crear un mundo imaginario o buscar una respuesta en su interior.
  • Ambientación en espacios irreales: Con hadas, ninfas, centauros, caballeros y princesas. Se busca lo raro, lo extravagante y lo novedoso; y en general el preciosismo y la sensualidad: la historia antigua, el mundo caballeresco, etc.
  • Melancolía: Se expresan las preocupaciones internas y la angustia, el descontento ante la vida, un interés por la muerte, la soledad, la melancolía, la nocturnidad y el crepúsculo, etc.
  • Influencia del Parnasianismo y del Simbolismo de los poetas franceses: Uniendo la plasticidad y el esteticismo, el poema ha de ser solo belleza, no debe responder a ninguna idea moral.
  • Raíz romántica del movimiento modernista: Especialmente en la corriente intimista. Se observa un rechazo de una sociedad vulgar, una parecida sensación de desarraigo, de soledad. Se huye del mundo para demostrar el desacuerdo con la realidad, en el espacio y en el tiempo, hacia el pasado medieval, con un gusto por la mitología clásica. Un mundo de belleza en el que refugiarse.
  • Estilo: Hay innumerables cultismos y helenismos, se recuperan voces poéticas tradicionales, arcaísmos, y se introducen neologismos; hay constantes menciones de obras de arte, de personajes ilustres.
  • Renovación de recursos expresivos: Por un lado, lo delicado y los tonos acordes con la expresión de la intimidad. Por otro, recursos fónicos, y en general de todos los recursos sensoriales. Uso de sinestesias, metáforas y símbolos. Se enriqueció el repertorio de versos, estrofas y tipos de ritmo, adaptando al castellano formas métricas francesas, resucitando el alejandrino, el dodecasílabo y el eneasílabo, versos muy poco usados hasta entonces.

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