Memoria y Narración en la Autobiografía
Dos elementos fundamentales constituyen el discurso autobiográfico: la memoria y la narración. Una autobiografía se elabora a partir de los recuerdos del autor; por lo tanto, la memoria es la que suministra los acontecimientos.
La Memoria: Un Proceso Dinámico y Selectivo
- La memoria no es un almacén estático, sino una facultad dinámica y cambiante. Los recuerdos se transforman con el tiempo y se adaptan a las necesidades del presente.
- No podemos esperar recordar nuestra vida tal cual ocurrió. La memoria tiene una función adaptativa: recordamos lo que nos conviene y favorece la imagen que queremos tener de nosotros mismos.
- El autobiógrafo selecciona qué recordar y qué contar. Esta selección está relacionada con la elaboración de la identidad autobiográfica que se quiere construir.
- La memoria no solo recuerda lo vivido, sino también lo deseado, aquello que nos hubiera gustado vivir.
La Narración: Ordenando los Recuerdos
Con los recuerdos seleccionados, el autor debe ordenarlos y escribirlos mediante el discurso narrativo. Al dar un orden a sus recuerdos, los coloca en una trama. Cada acontecimiento, al incorporarse a la trama escrita, adquiere un significado que no tuvo en el momento en que ocurrió.
Las tramas pueden ser muy diversas:
- Narración lineal cronológica teleológica: Presenta la vida como un proyecto o camino.
- Narración fragmentaria por secuencias sueltas: La vida se cuenta por escenas.
- Narración metautobiográfica: Se narra la vida y, a la vez, la dificultad de contarla.
Un ejemplo de narración experimental es Verano, de Coetzee, que presenta la vida como un conjunto de imágenes que provienen de los otros.
El Pacto Autobiográfico: Compromiso y Credibilidad
Generalmente, los autobiógrafos utilizan elementos paratextuales (título, portada, contraportada, prólogos, epílogos, fotografías, notas al pie de página, etc.) para declarar su compromiso de sinceridad y asumir la responsabilidad de su discurso. Buscan, así, obtener el crédito de los lectores.
Este «pacto autobiográfico» se establece en el nivel pragmático, en la relación autor-lector. El lector queda autorizado para comprobar la veracidad de los hechos y juzgar la credibilidad del relato. Sin embargo, contar la vida no equivale a enumerar hechos, sino que implica una interpretación (ideológica, sentimental, moral, estética, etc.) de lo vivido. Se trata de la creación de una identidad mediante procedimientos narrativos y retóricos.
Escribir la vida es un arte. Por lo tanto, la autobiografía es un discurso literario híbrido, fronterizo, que se mueve entre la historia y la novela, entre la realidad y la ficción. Las autobiografías oscilan entre una escritura más creativa, cercana a la novela, y otra más documentada.
Verano de Coetzee: Un Ejemplo de Autobiografía Experimental
Verano forma parte de una trilogía sobre la vida del autor, J.M. Coetzee. No busca un relato compacto, sino una autobiografía por escenas. El libro presenta una supuesta investigación sobre la vida de un escritor llamado Coetzee, ya fallecido. Es una especie de cruce entre biografía y autobiografía.
El autor entrevista a personas que conocieron a Coetzee en Ciudad del Cabo, tras la publicación de su primera novela. A través de estas entrevistas, se presentan diversas memorias y versiones, no del todo ciertas, sobre el escritor. Se explora cómo otras personas perciben a Coetzee, eligiendo a los entrevistados según su presencia en las notas del escritor.
Fragmentos Metabiográficos y la Parcialidad de las Versiones
En la página 216, encontramos un fragmento metabiográfico donde el propio Coetzee se cuestiona a sí mismo. Se sugiere que tanto en cartas como en diarios se crea un personaje, dificultando la determinación de la verdad. Se propone que la verdad reside en sus novelas. Se destaca la parcialidad de todas las versiones, dejando al lector la tarea de juzgar su credibilidad.
En el capítulo de Margot, se cuestiona la posibilidad de escribir una autobiografía a través de entrevistas, reconociendo que todo es parcial y que las entrevistas se adornan para la narración.
Julia y Margot: Dos Perspectivas sobre Coetzee
Julia, amante de Coetzee, ofrece una visión negativa: un hombre raro, callado, solitario e incapaz de amar. Se presenta a sí misma como una persona independiente que busca la felicidad y rechaza los roles tradicionales de madre y esposa. En su relación con Coetzee, ella toma la iniciativa. Realiza un análisis psicoanalítico de él y crea un concepto de luchas raciales. Julia reconoce la inteligencia de Coetzee, pero admite que no puede hablar de él sin hablar de ella misma. En la página 55, un episodio metaautobiográfico señala la ausencia de una parte central en el libro, tanto en la estructura como en el narrador.
Margot, prima de Coetzee, lo describe como alguien frío, misterioso y enigmático. Nadie sabe quién es en realidad.
Reflexiones Finales: La Identidad a Través de la Mirada de los Otros
La autobiografía, como se evidencia en Verano, puede escribirse como si fuera una novela, explorando las siguientes ideas:
- La identidad de cada uno reside en la mirada de los otros, en las imágenes que los demás elaboran de uno mismo.
- El sujeto es múltiple y cambiante, presentándose de manera distinta según con quién se relacione.
- La vida se elabora narrativamente, en las historias que contamos a los demás y en las que nos cuentan.
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