La Prosa de Principios del Siglo XX
En el campo de la prosa se comprueba, como en el de la poesía, la progresiva crisis del Realismo, que va dejando paso a las tendencias innovadoras. La prosa es cada vez menos el vehículo de narraciones en sentido clásico y, así, los relatos más o menos convencionales conviven con libros en prosa progresivamente más descriptivos, líricos o ensayísticos, en los que las fronteras genéricas empiezan a ser difusas. Lo característico es una prosa impresionista.
Temas Comunes
Los temas comunes de estos escritos de principios de siglo son el voluntarismo frente a la abulia, la pasión frente a la inteligencia, problemas de personalidad, críticas sociales diversas…
Autores Relevantes
- José Martínez Ruiz, Azorín: Como Maeztu, Baroja y Unamuno, en su juventud defendió ideas políticas radicales (anarquistas) como en Anarquistas literarios (1895). Sus obras literarias más interesantes son La voluntad, Antonio Azorín, Las confesiones de un pequeño filósofo, Los pueblos y Castilla.
- Miguel de Unamuno: Su primera novela, histórica o intrahistórica, fue Paz en la guerra (1897). En 1902 publica Amor y pedagogía, una fantasía satírica y grotesca, próxima al ensayo, sobre la utopía pedagógica y positivista que rompe los moldes realistas. La más importante de sus novelas es Niebla (1913), subtitulada «nivola», presenta novedades formales: el autor se convierte en personaje de ficción. Su tema trascendental es la existencia y la identidad personal.
- Pío Baroja: Es el novelista por antonomasia de su época. Escribió casi una decena de libros de cuentos y relatos breves y más de 60 novelas. Pueden distinguirse tres etapas en su obra. En la primera, la más importante, publica, entre otras, la trilogía La lucha por la vida (La busca, 1904; Mala hierba, 1904 y Aurora roja, 1904). También escribe en esta época algunas novelas de aventuras y acción: Zalacaín el aventurero.
- Ramón del Valle-Inclán: Podemos distinguir tres períodos:
- a) Etapa modernista: Su producción hasta 1906 puede considerarse modernista. Las obras más importantes del período son las cuatro Sonatas.
- b) Etapa del primitivismo: En esta etapa escribe la trilogía La guerra carlista (1908-1909). La violencia, la crueldad, la barbarie, la destrucción… son rasgos comunes a estas novelas.
- c) Etapa de los esperpentos: El año 1920 supone un importante giro hacia la deformación y lo grotesco. Las grandes novelas de esta época (Tirano Banderas, El ruedo ibérico).
- Ramón Pérez de Ayala: Sus primeras cuatro novelas, Tinieblas en las cumbres (1907), A.M.D.G (1910), La pata de la raposa (1912) y Troteras y danzaderas (1913) tienen un marcado carácter autobiográfico. Relatan la crisis de conciencia individual, próxima a los tipos pasivos y existencialmente desorientados de las novelas de principios de siglo. En los años veinte escribe novelas intelectuales: Belarmino y Apolonio (1921) y Luna de miel, luna de hiel, Los trabajos de Urbano y Simona (1923), y Tigre Juan y El curandero de su honra (1926). Lo importante de estas novelas no es la trama sino las reflexiones diversas (filosóficas, literarias, estéticas…) que las acercan al ensayo. Predomina el tono reflexivo, la ironía y en cuanto a la técnica, el perspectivismo (contraste de varios puntos de vista).
- Ramón Gómez de la Serna: Conecta con las letras europeas que intentaban nuevas formas de expresión. Las greguerías son el eje de su extensa obra. Es definida por el propio creador como humorismo + metáfora, se enlazan las cosas más dispares o alejadas, y cuanto más lejanas son las relaciones entre las realidades, más fuerte y potente será la imagen. Este arte de la «greguería» es puro juego de lenguaje, El torero Caracho (1926) o La Nardo.
La Novela de Posguerra
La Guerra Civil supuso un profundo corte en la evolución literaria española debido a una serie de razones:
- a. La muerte de algunos de los grandes modelos de la novela española del siglo XX (Unamuno, Valle-Inclán).
- b. El exilio obligado de otros autores que habían comenzado a destacar en la década de los treinta: Max Aub, Francisco Ayala, Ramón J. Sénder, etc…
- c. Las nuevas circunstancias políticas y la censura impiden que se siga con una tendencia de novela de corte social.
Por las razones arriba expuestas, los novelistas de estos primeros años, por tanto, tendrán que buscar un nuevo camino, y ese hecho explica que nos encontremos en la década de los 40 con múltiples tendencias novelísticas:
- a. Novela triunfalista. Esta novela defiende los valores tradicionales (Dios, Patria, Familia) y justifica la Guerra Civil.