Evolución de la Narrativa Española: Desde la Posguerra hasta Finales del Siglo XX

La Narrativa Posterior a la Guerra Civil

Después de la Guerra Civil, en la narrativa española, como en la lírica y el teatro, se produce una ruptura con las tendencias anteriores. Lo que se impone ahora es un nuevo realismo que pretende ofrecer al lector un testimonio de la vida contemporánea.

Los Años 40: La Novela Existencial

Destaca en esta época la novela existencial, centrada en dos temas: la incertidumbre de la existencia humana y la dificultad de comunicación entre los seres humanos. Los escritores más representativos de esta etapa son Camilo José Cela y Miguel Delibes.

Cela protagonizó el resurgir de la narrativa en la posguerra con La familia de Pascual Duarte, prototipo de la novela existencial. Esta obra entra dentro de la corriente conocida como tremendismo, que se caracteriza por una especial crudeza en la presentación de la trama (frecuencia de situaciones violentas), por el tratamiento de los personajes (normalmente, seres marginados, criminales, prostitutas, etc.) y por el lenguaje desgarrado. La familia… narra la vida de un condenado a muerte por sus crímenes, de forma autobiográfica y con ciertos ecos de la novela picaresca.

Pero la novela que consagró a Cela como novelista fue La Colmena, donde se nos ofrece una visión caleidoscópica de la sociedad española. Su costumbrismo y su valor testimonial anticipan la novela social.

Miguel Delibes comienza su andadura en esta época, si bien tiene una larga trayectoria. Aunque su producción es muy amplia, destacamos La sombra del ciprés es alargada, que entra de lleno en la corriente existencial, y Cinco horas con Mario, novela muy novedosa desde el punto de vista formal.

Otros autores muy representativos que inician su labor narrativa en los años 40 son Carmen Laforet (Nada) y Gonzalo Torrente Ballester (La saga / fuga de J.B.).

Los Años 50: El Realismo Social

Es una tendencia representada por los autores de la llamada Generación de medio siglo. Su propósito es mostrar las condiciones de vida de los españoles bajo la dictadura. Su talante es antiburgués, crítico e inconformista. En esta corriente hay dos tendencias:

  1. La objetivista, que pretende reflejar el comportamiento externo y las palabras de los personajes, dejando que sea el lector quien extraiga sus propias conclusiones sobre dicho comportamiento. Entre los narradores objetivistas hay que mencionar, entre otros, a Rafael Sánchez Ferlosio (El Jarama) y a Carmen Martín Gaite (Entre visillos).

  2. El realismo crítico, que proyecta la ideología del autor sobre el narrador y los personajes y hace una denuncia social explícita. Destacamos aquí a Juan Marsé (Últimas tardes con Teresa), Juan Goytisolo (Señas de identidad) o Ana María Matute (Los hijos muertos).

Los Años 60: La Novela Estructural

Se produce en esta época una renovación de fondo y forma, que da lugar a esta nueva tendencia caracterizada por:

  • La introducción de elementos oníricos y fantásticos en el argumento.
  • La utilización del estilo indirecto libre y el monólogo interior.
  • Los saltos temporales.
  • La complejidad psicológica de los personajes.

El escritor más representativo de esta tendencia es Luis Martín Santos, con su gran obra Tiempo de silencio, obra de notable repercusión en los novelistas de la época, que inaugura el modelo de novela estructural.

Tiempo de silencio narra la historia de Pedro, un joven médico investigador del cáncer en Madrid, que se deja arrastrar a un noviazgo que no le apetece. Entra en los círculos burgueses y frecuenta la noche madrileña. Pero también tiene contactos con el mundo marginal: frecuenta a una familia de un barrio de chabolas para conseguir ratones que le sirvan en sus investigaciones. Se ve envuelto en la muerte de una muchacha de esta familia a la que intenta salvar tras un aborto que le han provocado en su casa, y es detenido por la policía y acusado de haber sido él quien le ha practicado el aborto. A partir de entonces se encadenan una serie de sucesos desgraciados que culminan en el desenlace trágico de la novela.

Los Años 70

Nos encontramos ahora con un grupo de escritores que tienden un puente hacia la novela realista y hacia géneros como la novela negra (detectivesca) o el relato de aventuras. Ganan terreno los temas intimistas y cosmopolitas y se recupera el gusto por el relato lineal.

En esta generación de escritores debemos citar a Manuel Vázquez Montalbán, Eduardo Mendoza, Javier Marías o Juan José Millás.

De los Años 80 Hasta Finales del Siglo XX

Los autores de las dos últimas décadas tienen trayectorias muy particulares, y sus temas son muy variados (históricos, de aventuras, autobiográficos, eróticos, etc.) pero todos coinciden en un punto: la tendencia al realismo.

Entre estos autores destacan claramente Luis Landero, Rosa Montero, Soledad Puértolas, Gustavo Martín Garzo, Almudena Grandes o Antonio Muñoz Molina.

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