La Poesía del Grupo Poético del 27: Etapas, Autores y Obras Representativas
En el periodo de entreguerras en España, que abarca de lleno los años veinte y treinta, la literatura española estuvo marcada no solo por el novecentismo o los movimientos de vanguardia, sino también por el surgimiento de la llamada Generación del 27, un grupo poético con voz propia que fusiona tradición y vanguardia.
Los poetas del 27 no constituyen en sí mismos una generación literaria, sino un grupo poético dentro de una amplia generación de intelectuales y artistas.
La nómina de este grupo poético incluye a Pedro Salinas, Jorge Guillén, Federico García Lorca, Dámaso Alonso, entre otros… A los que hay que añadir, en el entorno generacional, a las denominadas «Sinsombrero», entre las que destacan escritoras como Concha Méndez, Rosa Chacel,…
El grupo toma su nombre del homenaje al poeta Luis de Góngora que se realizó en 1927 en el Ateneo de Sevilla con motivo del tercer centenario de su muerte, en el que participaron algunos de los que habitualmente se consideran sus miembros. El acto supuso una vuelta a Góngora y un reencuentro con la poesía barroca en aspectos como la libertad de imaginación e ingenio y la supremacía de la metáfora.
Los Vínculos del Grupo del 27
Los vínculos del grupo son múltiples:
- Procedían de la burguesía acomodada.
- La Residencia de Estudiantes de Madrid (creada por la Institución Libre de Enseñanza) fue su lugar de encuentro. Allí viven y acuden muchos de ellos, atraídos por sus tertulias y actividades culturales.
- Colaboraron en las mismas revistas literarias, como Litoral (Manuel Altolaguirre) u Octubre (Rafael Alberti).
- Con respecto a lo político y social, el Grupo del 27 se puede definir como liberal, progresista y universitario. Todos tuvieron una vinculación estrecha con la literatura desde la faceta de filólogos, críticos literarios, editores o profesores de literatura.
- Tienen conciencia de grupo, como muestra, por ejemplo, la antología de Gerardo Diego Poesía española.
Síntesis Poética del Grupo del 27
Con estas influencias, los poetas del 27 son capaces de encontrar el equilibrio en una poética de síntesis:
- Entre lo intelectual (poesía pura) y lo sentimental (poesía humana): “Inteligencia, sentimiento y sensibilidad contra intelectualismo, sentimentalismo y sensiblería”, decía J. Bergamín. Asimismo, llegan a la síntesis entre el concepto de la poesía como un ejercicio de técnica e intelecto (así lo planteaba el novecentismo) y el concepto romántico de la creación como el resultado de un arrebato de inspiración. García Lorca definió muy bien esta síntesis: “Si es verdad que soy poeta por la gracia de Dios –o del demonio– también lo es que lo soy por la gracia de la técnica y del esfuerzo”.
- Los poetas del 27, como el Barroco en su momento, cultivaron tanto una poesía culta y hermética (el gongorismo de R. Alberti en Cal y canto) como una poesía neopopular (el mismo Alberti en Marinero en tierra).
Tradición y Vanguardia en la Poesía del 27
En el mismo sentido, la poesía del 27 se define por una perfecta fusión entre la tradición y la vanguardia: De la tradición, no solo bebe el neopopularismo, sino también la poesía que mira a los clásicos: destaca el cultivo de nuestra tradición sonetista desde Garcilaso (los sonetos de G. Diego); hasta el influjo de Bécquer (Luis Cernuda, Donde habite el olvido). De la vanguardia, se nutren tanto del creacionismo y el ultraísmo como del surrealismo: G. Diego es el mejor representante de nuestro creacionismo (Imagen) o R. Alberti con su poemario surrealista (Sobre los ángeles).
Esta fusión de lo español y lo universal es lo que caracteriza la poética del 27.
Temas de la Poesía del Grupo del 27
La temática es muy variada, tanto como las voces y las inquietudes de los distintos poetas del 27:
- El tema de la gran ciudad, los avances tecnológicos, el progreso durante los “felices veinte”, el cine… aparecen al principio desde una perspectiva optimista y hedonista. Después, llegados los años treinta, la perspectiva será crítica. El modelo de vida de la gran ciudad será Nueva York en la que se inunda la incomunicación, soledad, racismo, las injusticias… (Poeta en Nueva York de F. García Lorca).
- El paisaje (el paisaje castellano de G. Diego, el andaluz de Lorca o el marinero de R. Alberti) y el amor (erótico, desagarrado, esencial, frustrado…), nutren infinidad de perspectivas poéticas.
- El republicanismo de la mayoría de los poetas del 27 y la urgencia de la Guerra Civil (y del exilio posterior) traerán consigo una poesía social y comprometida en el caso de algunos poetas.
Etapas de la Poesía del Grupo del 27
Aunque no todos los poetas del grupo las cumplen en la misma medida ni al mismo tiempo, podemos distinguir tres etapas generales, al margen de los tanteos iniciales, marcados por resabios posmodernistas y, sobre todo, tonos becquerianos:
1ª Etapa: Desde los años veinte, hasta 1927 (Tricentenario de la muerte de Góngora). Hay un seguimiento de las primeras vanguardias (creacionismo y ultraísmo/futurismo) con una poesía pura. En ella prima la metáfora como seguimiento del gongorismo y su metáfora hermética. Se da también la “deshumanización en el arte” de la que habla Ortega y Gasset, pero la poesía del 27, por su capacidad de fusión, no llega a una profunda “deshumanización”, pues lo humano no deja de latir en sus poemas.
2ª Etapa: Desde los años treinta, hasta la Guerra Civil. Coincidiendo con la gran influencia del surrealismo en España, se inicia un proceso de “rehumanización” de la poesía tal y como lo plasmará Pablo Neruda en su «Manifiesto por una poesía sin pureza», publicado en su revista Caballo Verde para la Poesía. La metáfora surrealista será el vehículo a la sensibilidad social.
3ª Etapa: Posguerra (dictadura franquista) y exilio. Durante la guerra, Lorca fue ejecutado en 1936. Y en la posguerra, con la dictadura, excepto G. Diego, que apoyó al franquismo, la mayoría marchó al exilio, aunque algunos permanecieron en España en un silencio disconforme, lo que D. Alonso llamó “exilio interior” (serán poetas que alimentarán la “poesía desarraigada”): Hijos de la ira de D. Alonso.
Autores y Obras Clave del Grupo del 27
En un breve repaso de los poetas del 27, podemos destacar los siguientes autores y obras:
1) Pedro Salinas: En sus primeros poemarios, en los años veinte, se inscribe en las primeras vanguardias y la poesía pura de J.R. Jiménez (Seguro azar). En su plenitud (años treinta) destaca por su poesía amorosa (Razón de amor).
2) Vicente Aleixandre: En los años treinta y de la mano del surrealismo, es el mayor artífice generacional de la “rehumanización del arte” en La destrucción o el amor. Ya en la posguerra, vive en el “exilio interior” de la poesía “desarraigada”: Sombra del paraíso. Será un referente de la poesía española tras la Guerra Civil (al igual que su gran amigo Dámaso Alonso con quién compartió el “exilio interior”) y ganará un Premio Nobel en 1977, en la Transición.
3) Luis Cernuda: en un inicio, sigue la línea de la poesía pura en Perfil del aire. En los años treinta, cultiva la poesía surrealista en Los placeres prohibidos y, ya con un tono más personal y desgarrado, en Donde habite el olvido. Este título remite a un desolado verso de Bécquer, poeta que, junto a Garcilaso, fue su inspiración clásica. Ya en el exilio, destaca Desolación de la quimera; y reunió su obra completa en La realidad y el deseo, título que expresa certeramente el conflicto de su vida y poesía.
4) Federico García Lorca:
- En su 1ª etapa combina a la tradición (neopopularismo) y la vanguardia, una fusión que alcanzará la perfección con el Romancero gitano.
- En la 2ª etapa, tras su viaje a Nueva York, que supone un hito en su vida, se adentra en el surrealismo con Poeta en Nueva York, en la que denuncia la opresión de una sociedad deshumanizada. También nos llegó su elegía Llanto por Ignacio Sánchez Mejía y una dolorosa poesía amorosa con dos poemarios: Diván de Tamarit y Sonetos del amor oscuro.