Evolución de la Novela Española tras la Guerra Civil: De la Posguerra al Realismo Social y la Renovación Narrativa

La Novela Española en las Tres Décadas Posteriores a la Guerra Civil: Cela, Delibes y Martín-Santos

La Guerra Civil supuso un profundo corte en la evolución de la narrativa española (muerte de grandes modelos, exilio de otros, nuevas circunstancias…). En consecuencia, la novela española en los años 40 debe comenzar de nuevo prácticamente.

1. La Novela de Posguerra (1939-1950)

Los novelistas tendrán que buscar un nuevo camino. Así, nos encontramos en los 40 con múltiples tendencias novelísticas: la novela triunfalista, la psicológica, la poética, la simbólica, la existencial y el tremendismo. También nos encontraremos con autores y obras inclasificables, pero que obtuvieron mucho éxito. En general, los temas de las novelas girarán en torno a:

  1. La amargura de las vidas cotidianas.
  2. La soledad.
  3. La inadaptación y la muerte.

Los personajes se adaptarán a estos temas, de forma que los protagonistas serán:

  • Seres marginados socialmente, como Pascual Duarte en la novela de Cela.
  • Seres angustiados y desarraigados.
  • Seres violentos y oprimidos.

A pesar de la situación que muestran, en ninguna de estas novelas encontraremos una crítica o denuncia directa. Para eso habrá que esperar a los 50. Técnicamente, estas novelas se caracterizan por su sencillez y tradicionalidad.

2. El Realismo Social (1950-1962)

En los 50 la censura se relaja, lo que permitirá la aparición de una “Literatura social”, cuyo eje temático será la denuncia de la pobreza, la persecución y la injusticia. De entre las diferentes tendencias sociales del siglo XX, el realismo ha sido la preferida por los novelistas. De entre las diferentes ramas dentro de este (objetivismo, realismo socialista, realismo mágico…), el Realismo Crítico fue la más usada por los novelistas sociales españoles de los años cincuenta.

Entre los precursores de la novela social nos encontramos a autores como Miguel Delibes con El camino o con Mi idolatrado hijo Sisí; o Camilo José Cela con La colmena. La verdadera novela social se iniciará a partir de 1954 con autores como Ignacio Aldecoa o Caballero Bonald. En cuanto a la técnica, los escritores estaban más preocupados por los contenidos. La nota predominante es la sencillez y el esfuerzo por reflejar los distintos registros, sobre todo el coloquial. Sin embargo, encontramos algunos aspectos innovadores como la concentración espacio-temporal o la preeminencia del diálogo.

3. La Renovación de las Técnicas Narrativas (1962-1975)

A principios de los 70 se produce un cambio en la novela española a causa de:

  1. Cansancio del Realismo Social, pobre técnica y artísticamente.
  2. Aparición de obras que muestran la posibilidad de hacer una novela crítica y a la vez técnicamente innovadora, como Tiempo de Silencio de Luis Martín-Santos o la nueva novela hispanoamericana (realismo mágico), con García Márquez o Vargas Llosa.

Así, los novelistas españoles introducirán múltiples recursos técnicos para apartarse de las formas tradicionales:

  • Desaparecerá la voz del autor (modo cinematográfico, perspectivismo, estilo indirecto libre y, sobre todo, monólogo interior) para evitar al tradicional narrador omnisciente neutral.
  • Dentro del argumento, pierde importancia la historia narrada, se introducen elementos antirrealistas y elementos no narrativos (comentarios, digresiones…).
  • Los personajes se presentan y definen por sus comportamientos, no por lo que el narrador diga de ellos.
  • En cuanto a la estructuración, desaparecen el capítulo y el desenlace (novela abierta), hay concentración espacial, simultaneísmo (técnica del contrapunto, o caleidoscópica si se trata de muchas situaciones, como en La colmena) y desorden cronológico (saltos y elipsis temporales).

Grupos de Novelistas

A) Los que se dan a conocer ahora, como Luis Martín-Santos.

B) Autores que ya habían publicado y se incorporan a esta renovación: Miguel Delibes, Camilo José Cela.

Camilo José Cela

Toda la obra de Camilo José Cela está marcada por un pesimismo que recuerda al de Baroja. Ofrece una visión deformadora del mundo cercana al esperpento de Valle-Inclán. Distinguimos las siguientes etapas:

  • 1ª etapa (años 40), marcada por un reflejo existencial de la posguerra española. Destaca La familia de Pascual Duarte, cuya aspereza inicia la corriente del tremendismo.
  • 2ª etapa (años 50), a la que pertenece La colmena, considerada su obra maestra. Con ella inicia el realismo social y la renovación formal. Encontramos un protagonismo colectivo: más de 300 personajes, con el objetivo de dar una imagen panorámica del Madrid de posguerra.
  • 3ª etapa (a partir de los 60). Con Tiempo de silencio de Martín-Santos se inicia un período de renovación, al que Cela se incluye con San Camilo, 1936. Le siguen otras obras también innovadoras como Oficio de tinieblas 5. También cabe destacar el género del libro de aventuras, muy frecuente para Cela, cuyas obras lo revitalizarían.

Miguel Delibes

La amplia obra narrativa de Miguel Delibes está marcada por un tono ético y humanista. En sus novelas abundan seres indefensos (niños, ancianos…) y ambientes humildes (campo, pueblo). Sin embargo, también se fija en las ciudades provinciales y en la pequeña burguesía. Podemos agrupar su obra en:

  • Época inicial, en la que incluimos La sombra del ciprés es alargada y Aún es de día. Nos encontramos con un escritor inmaduro, que busca comunicar un mundo interior poco elaborado.
  • 2ª época, en la que el autor adquiere una conciencia crítica del mundo. Es iniciada con El camino. Destacan además La hoja roja y Las ratas, que suponen una denuncia social.
  • 3ª época, iniciada por Cinco horas con Mario, el autor adquiere un mayor compromiso y mayor sentido crítico y emplea técnicas narrativas modernas (reducción espacio-temporal y monólogo interior). Le siguen obras como Parábola del náufrago o Los santos inocentes, obras en las que mantiene su compromiso y en las que, en líneas generales, se centra en las formas de deshumanización personal, reafirma una actitud precavida frente a la tecnificación incontrolada. Además, su tradicional pasión por el campo se transforma en posturas ecologistas.

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