El Realismo Literario y la Innovación Narrativa en la Segunda Mitad del Siglo XIX: Benito Pérez Galdós

El Realismo: La Innovación Narrativa en la Segunda Mitad del Siglo XIX. Benito Pérez Galdós

Alberto Gamarra Gonzalo

En la segunda mitad del siglo XIX, el desarrollo de la Revolución Industrial determinó el ascenso de la burguesía. Esta clase social, interesada por su momento histórico y satisfecha de sí misma, volcó su interés sobre la realidad, lo que artísticamente se tradujo en el movimiento del Realismo, el cual se propuso representar la realidad de acuerdo con los intereses de la sociedad burguesa. La forma de pensamiento predominante en la época fue el positivismo, cuyos métodos se basaban en la experimentación y la observación objetiva. El desarrollo científico dio lugar a un progreso técnico que se reflejó en el auge de la industria y repercutió en las formas de vida, con adelantos como el ferrocarril o la luz eléctrica.

  • Se pasa del Romanticismo al Realismo mediante, por un lado, la eliminación de ciertos elementos como el subjetivismo, lo fantástico, etc.; y por otro, el desarrollo de elementos como el interés por la naturaleza, lo regional o local, etc.
  • Interés por la observación rigurosa y la reproducción fiel de la vida. Existe una descripción y un análisis minucioso de costumbres y ambientes (urbanos o rurales, populares o refinados, burgueses) y de su influjo en los personajes, cuya psicología y mundo íntimo son sometidos a examen.
  • Técnicas y estilo: En lo narrativo, el novelista adopta preferentemente una actitud de cronista. Las descripciones adquieren un papel importante. El estilo tiende a la sobriedad mientras que los diálogos de los personajes reflejan su extracción social. La novela es el género propio por excelencia del Realismo.

El Naturalismo

A finales del siglo XIX, el Realismo evolucionó hacia el Naturalismo, corriente impulsada por el francés Émile Zola que lleva al extremo los presupuestos del Realismo y que se propone llevar a la literatura los principios científicos. Para su iniciador, el hombre es el resultado de la herencia genética y las circunstancias sociales en las que nace y se forma. De acuerdo con esto, las novelas fueron protagonizadas por seres con taras dominados por sus cargas biológicas y sociales (alcohólicos, psicópatas).

El Realismo en España

La Gaviota, publicada en 1849 por Fernán Caballero, es la primera novela realista. El Realismo se desarrolla en España desde 1870, con las novelas de José María Pereda, Juan Valera y Benito Pérez Galdós que reflejan la vida y costumbres españolas.

  • Juan Valera: Cordobés culto y refinado, cuyas novelas transcurren en Andalucía, cuyos aspectos rurales se describen de forma idílica y tratan temas amorosos, sobre todo relaciones entre una joven y un hombre mayor. (Pepita Jiménez, Juanita la larga).
  • José María de Pereda: Representante del Realismo regionalista. Sus obras presentan una visión idílica del campo frente a las novedades y la corrupción de la ciudad. Destacan Sotileza (forma de vida de los pescadores) y Peñas Arriba (montañeses).
  • Emilia Pardo Bazán: Sus obras incluyen elementos naturalistas: descripciones minuciosas, influencia del medio, situaciones escabrosas. Los Pazos de Ulloa y Madre Naturaleza describen la Galicia campesina del siglo XIX (caciques, criados codiciosos, decadencia y barbarie).
  • Blasco Ibáñez: Novelista español más cercano al Naturalismo. Sus novelas presentan Valencia en tres aspectos socioeconómicos: el comercio (Arroz y Tartana), la agricultura (La Barraca) y la pesca (Cañas y barro). Sus personajes están dominados por fuerzas primitivas que determinan su conducta. Predominan los ambientes violentos y repugnantes.
  • Leopoldo Alas “Clarín”: Zamorano afincado en Oviedo, en cuya universidad enseñó Derecho. De profundas inquietudes espirituales, critica al catolicismo tradicional, y debido a sus ideas republicanas sus novelas están teñidas de una crítica hacia las injusticias sociales. Al igual que Galdós, escribe desde el bando burgués, pero contra las aberraciones de esta clase social. Aparte de una serie de cuentos y de la novela Su único hijo, destaca La Regenta, novela ambientada en la ciudad de Vetusta que presenta el conflicto de dos personajes (Ana Ozores, Fermín de Pas) dominados por el anhelo amoroso.

Benito Pérez Galdós

Nacido en Las Palmas, se trasladó muy joven hasta Madrid, ciudad clave en sus obras. Fue periodista y diputado, participando activamente en la sociedad de su tiempo. Sus últimos años fueron duros pues, a su ceguera, se sumó su apretada economía y la imposibilidad de que le concedieran el premio Nobel debido a la oposición de sus detractores.

El Realismo de Galdós. Técnica y Estilo

Galdós logra combinar de manera excepcional la descripción de ambientes y el análisis psicológico. Plasma con un riguroso proceso de documentación escenarios, gentes y costumbres además de captar la esencia de los personajes caracterizándoles por su habla. Estilísticamente, Galdós se mostró espontáneo, irónico y antirretórico, y su prosa ágil y de gran expresividad, además de demostrar gran modernidad al utilizar el monólogo interior.

La Obra Novelística de Galdós

a) Episodios Nacionales: Conjunto de cuarenta y seis relatos con los que Galdós pretendía explicar la época en la que vivía. Constituyen novelizaciones de acontecimientos históricos tratados desde el punto de vista de personajes anónimos que participaron o fueron testigos de los hechos (Trafalgar, Bailén, Zaragoza, O’Donnell).

b) Primeras Novelas: Las primeras novelas de Galdós (Doña Perfecta, Gloria) son llamadas de tesis porque se someten a la ideología del autor: enfrentan a personajes de mentalidad conservadora con otros de ideas progresistas.

c) Novelas Contemporáneas: En las llamadas novelas contemporáneas, Galdós plasmó la realidad madrileña del momento, reflejo de la del resto de España: retrató tanto a sus lugares (calles, barrios) como a sus habitantes (comerciantes, cesantes, burgueses, etc.). Obras más importantes: La Desheredada, Lo Prohibido, Miau, y Fortunata y Jacinta. En esta última se presenta el amor por el mismo hombre (Juan Santa Cruz) de dos mujeres pertenecientes a distintos grupos sociales: Jacinta (burguesía comercial) y Fortunata (símbolo de la naturaleza, el pueblo y la rebeldía frente a las reglas).

d) Novelas Espirituales: Influenciadas por el Realismo ruso, se centran en el mundo interior de los personajes y en valores como la caridad, encarnados en individuos de enorme grandeza moral pese a su condición humilde. (Misericordia, El Abuelo, etc.).

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