La Lengua Estándar y la Norma Lingüística
La lengua estándar es una base común que permite que los hablantes de un mismo idioma se entiendan, independientemente de sus diferencias. Es la variedad lingüística que recoge lo más común entre todas las variaciones, ya sean geográficas o sociales.
Características de la Lengua Estándar
- Es un vehículo de entendimiento entre hablantes diversos y en situaciones diferentes.
- Posee un alto grado de formalidad y se usa para temas generales y especializados.
- Se transmite principalmente por escrito, pero también en el oral planificado.
- Sus características se recogen en gramáticas, diccionarios y libros de ortografía.
Funciones de la Lengua Estándar
- Unifica o neutraliza las diferencias internas, permitiendo el entendimiento.
- Da prestigio al individuo y al grupo que la utiliza.
- Es modelo de corrección y norma lingüística.
- Facilita la extensión y el desarrollo de la cultura a través de la participación de muchos hablantes.
La norma lingüística es el conjunto de reglas aceptadas por todos los hablantes de una lengua y que facilitan la comunicación. La Real Academia Española (RAE) contribuye a fijar la lengua estándar. Entre sus obras más importantes se encuentran:
- La ortografía de la lengua española, consensuada por la RAE y las academias hispanoamericanas de la lengua.
- La gramática de la lengua española.
- El diccionario de la lengua española (DRAE), que es normativo, selectivo y descriptivo.
El Teatro Español de 1939 a 1975
El teatro fue el género más desfavorecido durante la posguerra. La renovación dramática iniciada por Ramón María del Valle-Inclán y Federico García Lorca se vio truncada, ya que los grandes dramaturgos habían muerto o se habían exiliado.
El Teatro en el Exilio
Está representado por Jacinto Grau, Max Aub, Rafael Alberti y Alejandro Casona, así como por actores, directores, etc., que se vieron forzados a salir de España y que siguieron haciendo teatro fuera del país. Alejandro Casona abandonó España siendo un dramaturgo estimado. Antes de la guerra escribió Otra vez el diablo, Nuestra Natacha o La sirena varada, premiada en 1933. En el exilio, sus mejores obras fueron La barca sin pescador, La dama del alba y Los árboles mueren de pie. A diferencia de Max Aub o Alberti, el teatro escrito por Casona en el exilio continúa con la línea estilística y temática que el autor había iniciado antes de la guerra. Sus obras, bien escritas y estructuradas, se entrecruzan en la realidad y la fantasía.
El Teatro de los Años 40 y Principios de los 50
En España triunfa el teatro de evasión, ajeno a la posguerra y destinado a un público burgués.
La Comedia Burguesa
Está protagonizada por las clases sociales acomodadas. Las tramas son de adulterio y se ensalzan las virtudes de la burguesía, tras la que late una amable crítica de costumbres. El mayor representante de la comedia es Jacinto Benavente (Gente conocida, La noche del sábado, La Malquerida).
El Teatro de Humor
Jardiel Poncela en los años 40 y Miguel Mihura en los 50 emprenden la renovación del teatro cómico, pero no son bien aceptados y chocan con los gustos del público.
- Jardiel Poncela apuesta por un teatro donde lo inverosímil, lo original y lo absurdo se oponen a lo cotidiano y lo convencional (Cuatro corazones con freno y marcha atrás, Los ladrones somos gente honrada). Sus características incluyen el encadenamiento de situaciones para provocar la risa, la cosificación y deshumanización de los personajes, y una comicidad basada en el lenguaje, la parodia y la ironía.
- Miguel Mihura evidencia la incomprensión de empresarios, directores y público con obras como Tres sombreros de copa (1936). La pieza muestra dos mundos: el de Dionisio, caracterizado por el aburrimiento y la vulgaridad, y el de Paula, más rebelde y bohemio. Sus características incluyen el rechazo de las convenciones sociales que asfixian al individuo, un humor que transgrede lo establecido por la lógica, la ternura y una comicidad verbal con un lenguaje muy creativo y de gran eficacia dramática.
El Teatro Comprometido
En 1949 se estrena Historia de una escalera de Antonio Buero Vallejo, obra que tiene una línea de preocupación e inconformismo que lleva a escena los problemas existenciales. Surge otra corriente de teatro realista y social cuya intención es dar testimonio de las injusticias sociales. Los principales dramaturgos son: Antonio Buero Vallejo, Alfonso Sastre, Lauro Olmo, Carlos Muñiz y Rodríguez Méndez.
Antonio Buero Vallejo
- Primera etapa: Caracterizada por el enfoque existencial y la estética realista (En la ardiente oscuridad o Historia de una escalera). Plantea la imposibilidad de las clases humildes de escapar de la pobreza.
- Segunda etapa: Adopta un enfoque social (El tragaluz) y cultiva el drama histórico. Se trata de entender mejor nuestra historia y nuestro presente.
- Tercera etapa: Participa de la experimentación de los años 70 y aborda contenidos sociales y políticos (La Fundación).
Características de su obra: Sentido trágico, preocupación por la dimensión existencial y social, temática en torno al anhelo de realización humana y sus dolorosas limitaciones, y una intención de inquietar y curar.
Hacia un Nuevo Teatro
A mediados de los años 60, los dramaturgos adoptan los principios renovadores y vanguardistas de las corrientes experimentales del teatro europeo.
- Temas: Dictadura, injusticia.
- Tratamiento: Se adopta un enfoque simbólico o alegórico.
- Personajes: Constituyen símbolos que encarnan al dictador, al oprimido.
- Técnicas: Se recurre a la farsa, a lo grotesco.
- Lenguaje: Poético y ceremonial.
- Recursos extraverbales: Presencia de elementos sonoros y visuales.
- Fernando Arrabal: Fundador del teatro pánico, que quería conciliar lo absurdo con lo cruel.
- Francisco Nieva: Cuya dramaturgia viene marcada por la ironía, el ingenio y la brillantez. Su desbordante imaginación le permite crear situaciones de farsa, furia y absurdo (La carroza de plomo candente, Pelo de tormenta, Malditas sean Coronada y sus hijas).