El Socio de Jenaro Prieto: Un Retrato de la Dualidad y la Crisis Económica

El Socio de Jenaro Prieto

Resumen Extendido de la Obra

El socio es una novela del escritor chileno Jenaro Prieto publicada en 1929. Este libro relata la historia de Julián Pardo, un corredor de propiedades, este hombre es bastante pobre y día a día trabaja para llevar el sustento a su esposa Leonor y a su pequeño y débil hijo. A medida que avanza el relato podemos ver como Pardo es consumido por sus mentiras y llevado al punto extremo de desarrollar un Trastorno de identidad disociativo.

La historia comienza cuando Julián es citado por el señor Goldenberg para conversar la participación de Pardo en un negocio aurífero. Este, para zafarse, le miente a Goldenberg diciendo que debía consultar con su socio sobre su participación en el negocio, siendo que verdaderamente este no tenía ningún socio.

A medida que la historia avanza, podemos ver como este «socio» va tomando vida propia dentro de la mente de Julián. Este recibe el nombre de Walter Davis, un hombre inglés de aproximadamente unos 50 años, excéntrico y un negociante genial, casi un genio de la especulación.

Julián es completamente consumido por su mentira y cuando esta lo supera, termina viendo como Davis influye casi físicamente en su mundo, perjudicándolo y vengándose de él. Para poder escapar de su terrible situación, Julián se escribe una carta de amenaza firmada por Davis, y luego de unos días se suicida.

Capítulos XII – XXXI

Capítulo XII

Julián, en su desesperación por terminar con Davis, dio la orden de “liquidar”. Sin embargo, ahora se sentía más atado a él. Don Fortunato Bastías se presentó en su oficina y le pidió que hablara con Davis sobre 5.000 acciones que Goldenberg le cedió del “ADIÓS MI PLATA”, pero ahora estaba perdiendo, y no sabía qué hacer. Julián se compadeció, porque Goldenberg siempre lo perjudicaba y le dio el dato de que Davis ya no tenía acciones en el “ADIÓS MI PLATA”. Fortunato se fue muy agradecido. Al día siguiente le envió de regalo un caballo a Davis, pero Julián no sabía qué hacer con él. También decidió buscar una oficina más amplia en el centro y un apartado postal, con una imponente placa de bronce:

Davis y Cía.
Corredores

Anita aún no llega a la cita con Julián en su nido de amor. Para él, esto es un romance típico con una trayectoria conocida, pero que al final cae pesadamente. Anita el día anterior le dijo:

-No sé qué me pasa, pero me siento tuya, tuya… mi marido me da tanta repugnancia.

Entre tanto pasan los minutos y Anita no llega ¿le habrá ocurrido algo? Ya llegó Anita.

-¡Al fin! ¿Qué le ha sucedido?

– Me encontré con Willy López y me estuvo siguiendo. Entré a un dentista para despistarlo, pero seguía esperándome. Luego me devolví a la casa. Mira lo que traje –mostrando recortes de modelos arrancados de revistas- pondremos una modista francesa, inventada claro, para despistar, y colocó en la ventana los figurines y el anuncio:

Madame Dupres
Modas

Horas más tarde Julián se retira, pero antes desde la acera observa el letrero MADAME DUPRES, la modista inventada ¿no será acaso la mujer de Davis? Apretó el paso y escuchó que desde dentro alguien le llamaba:

-Míster Pardo ¿con qué derecho sale usted de la casa de mi amiga?

Capítulo XV

Julián observa la nueva casa, muy distinta a la sombría que antes ocupaban. Esta tenía mucho sol, el Nito estaba más repuesto, según Leonor, y jugaba con su elefante, regalo de Davis. A Leonor ya le parecía simpático y no eran raros los regalos para ella, como ramos de flores con algunas alhajas, por ejemplo, después de haber retenido a Julián hasta tarde por cosas de trabajo (cuando realmente estaba con Luis Alvear) o al no poder presentarse a la invitación a cenar a la nueva casa.

-¡Davis es un inglés muy divertido, su conversación debe ser muy interesante. Don Ramiro me contó que Anita supo que Davis tuvo amores en Constantinopla y que raptó a la favorita del pachá…

-Leyendas ¿No sabes que Anita es la mujer más fantástica del mundo?

-Tal vez, por eso te interesa tanto..

Julián, serio: – Leonor ¿hasta cuándo vas a embromarme con Anita?

-Yo no he dicho nada, tú te das por aludido.

Don Ramiro ha estado haciendo toda clase de ofertas a Julián para que contara con los servicios del banco. Invitando a Davis a almuerzos y reuniones de negocios.

-Don Ramiro no sabe que Davis rechaza todas las invitaciones – comenta Leonor- excepto para el whisky a las 2 de la madrugada.

¡Qué simpatía! – exclama Graciela- con razón Anita…..

Pero al ver a Julián no continuó la frase. Julián se preguntaba ¿Qué podía ser aquello “con razón Anita”? ¿Qué sentía ella con respecto a Davis?

Capítulo XVI

Goldenberg, todos los días, con un pretexto u otro, le recordaba a Julián comprar un lotecito de acciones de la aurífera “El tesoro”. Julián sabía que no resultaría el negocio, pero se arriesgaría a comprar unas 5.000.-

-Está bien, le diré a Davis- dijo por fin a Goldenberg.

De todos modos, iba a comprar. Goldenberg las haría subir unos 10 puntos como fuera y luego adiós, así también lo dejaría en paz.

Capítulo XVII

Afuera de la oficina de Davis, todos los días se presentaban distintos tipos ofreciendo negocios, inventos, etc., y aunque el mozo les dijera que Davis no llegaría, igual se quedaban por si acaso. La casilla 2413 estaba llena de peticiones y prospectos. Cuando por fin quedaba solo en las noches, abría la correspondencia de Davis. Entonces le comenzaba un terror, veía huesos calcinados en la estufa, sombras de ataúdes. Sentía que había perdido su personalidad, se miraba en los reflejos asustado hasta que se tranquilizaba ¡era él mismo! Ya no era el socio ¡era el secretario de Davis!

Capítulo XVIII

La bolsa es un mar de náufragos. Las auríferas están bajando. Gutiérrez le sugiere a Julián: pregúntele a Davis ¡Alguien está vendiendo! Carraza, a quien Goldenberg hizo entrar “por especial deferencia en el negocio”, golpeaba la mesa.

-¡Ladrones, la bolsa es para comprar, no para vender!

El mozo interrumpió: -Don Julián, preguntan por el Sr. Davis.

-¿Qué se le ofrece?

-Busco a Davis- dijo la mujer furiosa con acento francés- a ese canalla.

-Calma señora, de qué se trata.

-Es fácil pedir calma, soy una mujer abandonada con un hijo. Sí, pregúntele al doctor, el sinvergüenza me prometió una casa de 2 pisos. Yo soy una mujer honrada, pregúntele al señor Alvear…..¡yo pediré justicia!.

Por la cabeza de Julián pasó una pregunta: ¿No será Madame Dupres? Claramente no podía mezclarse en un escándalo.

-Bueno señora, tiene usted razón, Davis me había dicho algo.

Abrió la caja de fondos y le entregó un fajo de billetes. Ella se retira conforme. Luis Alvear tiene que haber suplantado a Davis, seguro que le presentó a la mujer a alguien y dijo que era Davis ¡Qué infamia! Las auríferas bajan 2 puntos más. Julián encuentra a Luis en un café.

-Tengo que hablar contigo- comienza Julián- ¿te hiciste pasar por Davis o le has presentado a esta mujer algún hombre y le dijiste que era Davis?

-Mmm.. no que yo recuerde. Además, no la conozco, creo que te han engañado, seguro necesitaba plata o bien es un simple enredo del gringo.

-Adiós- salió mascullando Julián.

Caminó sin entender nada, entró en un bar.

-Sí, un whisky

Deseaba aturdirse, olvidar aquel día

-¡Más!- repetía a cada término.

De repente comenzó a reír.

-¡Es claro! ¡Ellos tienen la razón! ¡El hijo es de Davis y de Madame Dupres! ¡Qué ridículo! – y suelta una carcajada estrepitosa.

Se paró, se le movía el muro. ¡No, hasta aquí no más llegamos! Se subió a un auto y se fue a la calle del Rosal.

-Me las pagarán.

Con un bastón rompió la ventana del cartel de Madame Dupres y luego de pisarla por un rato ¡ESTABA VENGADO!

Capítulo XIX

Julián en la bolsa, los nervios agobiados por la noche de insomnio, pero debía resignarse a estar allí. Comienza la rueda. El martillero gritaba las ofertas, la pizarra se iba llenando poco a poco de cotizaciones. Llegó el momento de las auríferas.

-¡A 17 próxima vendo 100 auríferas! Era la voz de Uriarte.

Nadie responde.

-¡A 16 y 1/2 vendo 100 auríferas!

Silencio.

-¡A 16 vendo 100 auríferas!

-¡A 15 vendo 100 auríferas!

La voz de Gutiérrez resonó.

-A 14 las compro.

-¡Conforme 1000 vendo!

Julián observa a Goldenberg que se reía, lo que lo enfurece, ¡canalla! ¡miserable! Y desesperado sin saber qué hacer tocó a Gutiérrez en la espalda:

-¡Compre! ¡Compre! ¡Todas!

-¡Conforme!- grita Gutiérrez- compro las 5.000 y 1.000 más

Urioste mira a Goldenberg, sabía que eran las últimas y que su cliente estaba en descubierto. Goldenberg responde afirmativamente.

-¡Conforme!

-1.000 más compro – repite Gutiérrez.

Goldenberg aún tenía las 15.000 de Bastías de reserva.

-¡Qué diablos! Hay que dominar el movimiento y aceptó.

El edificio estaba a punto de explotar, ahora todos querían comprar, pues se había corrido el rumor que Davis estaba comprando. Veinte voces al unísono.

-200 compro

-1.000 compro

-500 compro

-Julián ¡felicitaciones a Davis!¡qué gran hombre!. Goldenberg me tiene loco pidiéndome las acciones, pero yo no vendo hasta que el señor Davis me avise- advirtió Bastías.

Todos le agradecían a Davis pues estaban salvados. Al término de la rueda las auríferas subían 12 puntos; entre las felicitaciones alguien dijo: ¡Goldenberg está arruinado!

Capítulo XX

Leonor y Graciela se quedan mirando unas esmeraldas en la joyería.

-Mira Graciela, qué esmeraldas más hermosas.

-Lindas, ¿Por qué no las compras?

-Son muy caras.

-Ya sé, cámbialas por los aros de perlas antiguas.

-Son un recuerdo de la mamá de Julián.

-Entonces pide que te den una copia exacta y el anillo de esmeraldas a cambio de los aros de perlas antiguos.

-Sí, y le diré que Davis me lo regaló.

-¡A este paso va a quebrar el infeliz!

Capítulo XXI

Anita encuentra a Goldenberg totalmente abatido, sudoroso y deprimido en su escritorio.

-¡Samuel por Dios! ¿Qué te pasa?

Pero él solo sollozaba: “la quiebra”, “el remate”, “los acreedores” y luego responde:

-Si dentro de 2 días no se produce un cambio en el mercado yo no podré cumplir mis compromisos. Estoy embotellado. Vendí 50.000 acciones más de las que tengo y Fortunato no me quiere vender las de él, ¡es un canalla!

-¿Y Julián?

-Él puede ayudarme, habla con él

-No, por nada.

-Pero habla con Davis…Julián te lo puede presentar.

-Con Davis sí- dijo ella.

Se retiró a maquillarse, estaba segura de que Julián le presentaría a Davis y él la comprendería, todo se arreglaría. Le diría de su interés por él, su admiración por el hombre con más talento de la bolsa. Ya lista se despide de su marido.

-¡Si no lo consigue ella..!

Capítulo XXII

Julián y Anita se reúnen en su nidito de amor, abrazados conversan sobre los recuerdos, los años, el amor, pero Julián siente que Anita está lejana, que la está perdiendo.

¿Anita, porque eres así? ¿Por qué no me hablas como antes? ¿ya no me quieres?

-Ella se irguió violentamente, le contesta que por algo ella estaba allí, que ella nunca le ha pedido nada como acostumbran las mujeres a sus amantes, pero ella lo estima y lo respeta demasiado, tiene problemas, pero no quiere preocuparlo, solo necesita pedirle algo.

– Por favor dímelo ¡no sabes cuán feliz me harías!

-Necesito hablar con Davis.

Julián se volvió loco, ¿para qué? ¿supongo que no es para darme celos?, sé por Graciela que te interesa…

Anita disgustada le advierte que, si no quería presentárselo, lo hubiera dicho. Julián reacciona y le pide disculpas desesperado, le explica que Davis no existe, pero ella no le cree y más se enfurece.

-Gracias ¿entonces la especulación fue suya? Lástima que nadie cree en su talento comercial- y se retira dando un golpe a la mampara.

Julián en su cama sentía una gran angustia, no podía respirar, se sentía morir, soñaba con Davis y Anita abrazados y le enfurecía deseando ahorcarlo, lo toma del cuello apretándolo con todas sus fuerzas, pero luego ve que es Anita y despierta viendo a Luis que lo está sacudiendo.

-Son las 10 y roncando.

-Tuve una pesadilla.

-Te has portado como un sinvergüenza con Anita, todos saben que Goldenberg está en la ruina y yo le expliqué a Anita que tú no podías ayudar a Samuel porque la especulación es de Davis.

-La operación es mía- gritaba Julián con desesperación ¿Por qué nadie me cree…?

Cuando se tranquilizó escribió 2 cartas:

A Gutiérrez: por orden de Davis, le ruego entregar a Samuel Goldenberg 30.000 auríferas, a 45.

A Bastías: Por encargo de Davis; le aconsejo liquidar las 20.000 acciones que usted tiene….

-¡Pobre Davis! Qué caro le va a salir tu reconciliación- comenta Luis.

Capítulo XXIII

En la bolsa se comenta la acción de Julián, “El tal Pardo engaña a Davis”. Todos recriminan la devolución de acciones y sospechan que Julián lo ha hecho sin autorización de Davis. Para todos los hombres de negocios es incomprensible sacrificar un centavo por la amistad. Luis le avisa que Willy López anda comentando que Pardo se la juega a Davis. Julián furioso enfrenta a Willy quien le afirma que Davis en persona le ha dicho, pero Julián no tiene como demostrar lo contrario y se retira. Decide no seguir un día más con Davis, pero no sabe cómo hacerlo. De repente se le ilumina. Una polémica, esa era la solución. Se instala frente a la máquina y redacta 2 artículos, uno de Julián donde renunciaba a la sociedad con el señor Davis porque no cumplió, pues le habría asegurado toda la participación ya que creía tener derecho como autor exclusivo de las operaciones comerciales y bursátiles realizadas por cuenta del señor Davis desde 2 años a la fecha… Luego la respuesta violenta y airada de Davis, pero sin desmentir nada. Todos quedarían sorprendidos y reconocerían en Julián como un genio de la bolsa y Davis habría vivido de esa genialidad. Anita le admiraría. Se sentía libre nuevamente.

Capítulo XXIV

Julián llegó feliz al bar luego de leer la respuesta de Davis en el periódico. Anguita y otros lo presionan para que se debata en duelo con Davis, pues él lo ha ofendido en su artículo tratándolo de poco caballero y otras cosas ofensivas. Julián acepta, incluso elige padrinos, pero dentro de su cabeza busca la manera de evitar el duelo. En casa a las 10 pm Julián no encuentra solución, si no va al duelo queda como sinvergüenza, si va como embaucador. Había que matar a Davis.

-¡Al diablo todo! Necesito escribir.

A las 11 llegarían los padrinos.

-Oye, mira – se dirige a Leonor- te dejaré una carta para Carranza, yo tengo que salir de Santiago y dale mis excusas ¡Adiós!

Sale de la casa diciendo que debe salir porque Davis lo necesita. La carta estaba destinada para Julián supuestamente escrita por Davis, donde le indicaba que no quería gente extraña y que sus empleados matarían a quien lo acompañara, que el duelo era solo entre ellos y que se juntaran en los Andes donde habían ido a cazar. Más abajo con letra manuscrita Julián les da las gracias a sus amigos por el apoyo, pero no pueden presentarse al duelo. Los padrinos leen la carta y deciden acompañar de todas formas a Julián, pero no le cuentan a Leonor lo que sucede. Julián se instala en “La posada del crucero” y se siente a salvo por lo menos por 2 días, envía de vuelta al chofer en el auto.

Capítulo XXV

Al día siguiente Julián recibe un telegrama de Carranza:

Espéreme, llevo orden carabineros para que nos escolten. Carranza.

El chofer había contado todo. Carranza quería una guerra campal. Rápidamente Julián consigue un caballo, un guía y un revólver, y se alejan a todo galope adentrándose en la carretera. Luego, al amanecer, le pide a Serafín que se fuera, pero que no volviera pues los carabineros lo buscan y no quiere entrometerlo. Solo en la oscuridad Julián se imagina a Anita jugando a las cosquillas con Davis. Comenzó a sentirse solo y una mano que recorría su espalda. Subió al caballo y galopó, de repente se detuvo. Julián le enterraba las espuelas, pero no avanzaba como si alguien le sujetara la rienda, luego dio un salto y Julián voló para caer de cabeza. No veía nada, solo una voz con un acento distinto.

-¡Vamos!

-¡Canalla!

-¡No venía a matarme! Dispare si se atreve míster Pardo.

A tientas agarró el revólver, Davis también tenía el suyo en la mano. Se oyó el eco simultáneo de 2 disparos. ¡Oh! ¡Cómo le dolía la cabeza! Pero estaba vivo. Su revólver salió volando y la cachimba de Davis estalló como fuego artificial. Julián observa el cielo. Al amanecer se levanta y sube apenas al caballo, no encontró el revólver, ¡por fin se acabó Davis! Ya le dejaría solo en sus negocios y dejaría de cortejar a Anita.

¡Qué abrazo le daría el coronel Carranza!

Capítulo XXVI

Julián, paseando a Nito, siente en el aire la antipatía alrededor. Nadie se ha acercado a saludarlo. Todos lo culpan del duelo. Observa el diario que comenta la tragedia, incluso coloca una foto de Davis, no se sabe su estado, pero sospechan que es grave. Ella abraza y besa la foto, por fin le conocía, era tan guapo y recuerda las palabras de Madame Bachet:

-Usted se enamorará de un hombre que no existe.

¿Por qué no le exigió a Julián que se lo presentara? Y lloraba abrazando la foto. El público opinaba que Pardo era un canalla ya que le debía su fortuna a Davis y no había motivo para el duelo. Leonor le pregunta si lo mató, parece más preocupada de Davis que de Julián.

-Una herida en el brazo únicamente…

Capítulo XXVII

Después de pocos meses la pobreza llega a Julián, tuvo que hipotecar la casa y vender el caballo. En los pasillos de la bolsa se refieren a él:

-Ahora sin Davis no es capaz de nada.

Especuló para demostrar su habilidad, pero Davis especuló en contra y fracasó. Ya no hay préstamos sin Davis. No hay gas ni luz. No le importaba, pero Anita ni lo miraba, la última vez en la calle le dijo:

-No acostumbro a conversar con asesinos.

Todo terminó para él. No, aún tenía a Leonor y al Nito, ellos no lo dejarían. Pero todo había cambiado, la casa no parecía un hogar, Leonor le miraba torvamente y hacía lo que podía por poner orden en la casa, pero estaba cansado y triste. “Tú te lo buscaste”, “podrías haber tenido más paciencia con Davis” …su propia mujer justificaba a Davis.

Capítulo XXVIII

El niño está muy grave, acostado, húmedo de la transpiración. Julián junto a él, pero no quiere mirarlo. Leonor camina apurada preparando alguna medicina, tan buena y abnegada, tan distinta de Anita, ¿Cómo pude?.

-¡Mamá! ¡El gringo! ¡Ahí!- apuntando la pared.

Una sombra alargaba sus brazos como queriendo estrangular al enfermo.

-¡Ay! ¡Ay!

Leonor llegó sobresaltada, Julián cayó de rodillas junto con la sombra.

-Fue Davis – repetía Julián

-Hay que ir a buscar al médico.

Julián se levantó y salió corriendo a la calle, la sombra le seguía los pasos. Un hombre se acerca y le pregunta

-¿hay un incendio?- con un marcado acento inglés

-¿Incendio?¡Estúpido! ¿Por qué te burlas?

Julián se le lanza gritando que es un asesino y quiere matar a su hijo. Lo arrojó al suelo quedando encima de él, le da golpes. Llega la policía y lo separan, llevándoselo a la comisaría. Cuando al amanecer logra salir tropezó con Leonor en las escaleras. Con aspecto terrible le dice: “ El niño ha muerto, tú eres el culpable” abrazándolo. Cuando él quiso explicarle que el culpable era Davis ella le contestó

-Es inútil míster Pardo ¡su señora me defiende! Todas me defienden.

Escuchaba todo el día burlas de Davis, aburrido sale a la calle para despejarse. Al llegar a la Quinta Normal se encontró con Bastías quien lo invitó a sentarse con él, Julián lo hizo de mala gana. Bastías le preguntaba de Davis y le comenta que, a fin de cuentas, Davis era una mala persona pues había vendido el fabuloso caballo que él le había regalado. Además, Goldenberg era un cornudo, ya que Davis se veía en casa de una modista con Anita y la devolución de acciones de la aurífera fue el pago a la señora por sus servicios. Julián miraba sorprendido ¿De manera que Davis también se veía con la Anita en la casa de Madame Dupres? , ella era su contacto. También lo felicitaba por haber terminado su sociedad con Davis ya que era un hombre de maledicencia y él sufría cuando le contaban que Davis iba mucho a su casa, él se preocupaba.

-Davis nunca fue a mi casa- Julián pálido de ira, se levantó y se fue.

La cabeza le bullía, así que todos hablaban de él, de Davis en su casa de noche, de Leonor, nunca sabría quién empezó el rumor. Comenzó a recordar que él vio a Davis varias veces en la casa espiando, escondido tras la puerta, el Nito también lo vio. Davis iba a su casa y ahora también a la nueva, había visto varias veces la ventana del escritorio abierta. Se fue a una oficina de mensajería y envió una carta a Leonor.

-Si hay algo entre ellos encontrarán la manera de comunicarse.

Así esperó en la iglesia, luego se instaló a una cuadra de su casa. La nota le avisaba a Leonor que Julián viajaría ese día y no llegaría. Esperó y esperó hasta el amanecer, pero Davis no apareció.

Capítulo XXX

Julián observa a Leonor que teje, ella evita mirarlo a los ojos, algo le pasa. Julián siente que el último rayo de luz había muerto en ellos con el Nito. Sale para buscar trabajo, pero realmente es para despejarse, y se encuentra con Luis Alvear quien lo invita a celebrar el nacimiento de la niñita de Graciela. Como a las 10 de la noche Julián llegó a su casa, Leonor lo espera y le muestra el dinero y papeletas de las joyas que vendió. Julián toma una papeleta

-¿Qué significa este anillo de esmeraldas? Yo no te lo he dado.

-Me lo dio Davis el día de mi santo.

Julián no podía hablar hasta que logró decir:

-¡Basta! todo ha concluido.

Capítulo XXXI

Leonor bajó lentamente la escalera, Julián solo observa la papeleta “anillo de esmeraldas $2.000.-“. Se escucha un portazo, Leonor ya no está en la casa, él mismo la había echado.

-¡Leonor perdóname!.- gritó y se asomó por la ventana, vio un bulto negro frente a la puerta. Bajó la escalera y entró al escritorio, miró por una rendija, el bulto seguía allí. Abrió un cajón y sacó un revólver, lo colocó sobre la mesa, lo acarició y se pregunta quién le cerraría los ojos en un momento más. Alguien golpea la ventana, luego la puerta, Julián se paró y abrió, era Davis con capa de agua.

-Buenas noches míster Pardo- entró y se sentó- ¿quiere usted que conversemos?

– Sí, es necesario- contesta Julián con voz ronca- ¿Por qué viene a mi casa?¿ se mete en mis asuntos?.

Davis se saca los anteojos y los limpia.

-Recuerda estos anteojos, son los que rompió cuando en Valparaíso tomó mi nombre e hizo la escritura.

-Tomar tu nombre, tú no tienes nombre, yo te inventé, te hice rico, mataste a mi hijo, alejaste a mi mujer.

-Usted quiso matarme.

-Aún quiero.

-No puede, usted dijo que yo soy un invento.

Julián no aguanta y le dispara en el pecho, pero Davis continuó impertérrito explicándole que él jamás podría matar a un personaje creado por su mente. Julián inerte comenzó a dudar de la existencia de varios personajes de la literatura como Hamlet, El Quijote, Aquiles.

-Viviré más que usted- agregó Davis- sí, soy una mentira que ha tomado cuerpo y no hay nada más difícil que matar una mentira.

De repente escucha la voz de Oscar Wilde, “los únicos seres reales son los que nunca han existido”- me vengaré- y tomando la pluma escribió.

Señor Pardo:

Usted me ha herido; pero yo sabré buscar la ocasión oportuna….y estoy seguro de que le pesará…..Yo no perdono.

Luego apoyó el revólver sobre su sien derecha.

………………………………………………………………………………………………………………………

El examen y todos los antecedentes indican que fue un asesinato. Desde entonces la policía busca al sospechoso Davis…

Profundizando en El Socio

Es el autor quien crea un personaje, pero muchas veces, éste se crea a sí mismo a través del primero, llegando a adquirir una identidad propia incluso más fuerte que la de quien lo engendró. Esta idea, conocida entre otras, desde la tétrica historia del Frankenstein de Mary Shelley, es la que actualiza Jenaro Prieto en El Socio.

Temas y Narrativa

A continuación, se presenta un breve análisis sobre la obra:

  • Tema: Unión entre realidad y fantasía, llegando esta última a transformarse en algo posiblemente existente.
  • Narrador: Es heterodiegético, ya que no se encuentra representado en el relato; además es omnisciente porque sabe todo lo que los personajes piensan, sienten y padecen.
  • Mundo Narrado: Fantástico

Personajes Principales y Secundarios

  • Julián Pardo: En torno a él se desarrolla la historia, es un personaje en relieve y dinámico. Es un hombre sentimental e imaginativo, pero no tiene la influencia ni la audacia necesaria para desarrollarse con facilidad en el mundo de la bolsa. Para esto crea el personaje de Davis, que abre las puertas para Julián. Luego la mentira crece y este termina suicidándose.
  • Walter Davis: Inglés inventado por Julián para salvarse del negocio aurífero de Goldenberg. El nombre de este personaje fue inventado por él mismo debido a la presión que ejercía Bastías en una taberna para que le contara más de su «socio».
  • Samuel Goldenberg: Excompañero de colegio de Julián Pardo, hombre de sólida condición económica, astuto para los negocios y a lo que engaño se refiere.
  • Anita Velasco: Es la esposa de Goldenberg. Mujer joven, muy elegante, inteligente y amorosa. Se siente un poco desolada por su matrimonio, que a pesar de darle todo lo material que necesitara, no recibía el amor ni el cariño que ella esperaba. Tiene una aventura con Julián, termina enamorándose de Davis, tal como le predijera una adivina «te enamorarás del hombre equivocado».
  • Leonor: Esposa de Julián. Era muy sumisa, triste, responde al estereotipo de ama de casa, preocupada por su hijo y por su esposo.
  • El Nito: Hijo de Julián que pasa gran parte de la historia enfermo. El día de su muerte podía ver la sombra de Davis que lo ahorcaba, pero podríamos deducir que fue Julián quien lo ahorcó.
  • Luis Alvear: Tipo alegre, simpático y gozador de la vida. El placer es lo importante para él y no le preocupa la moral. Tiene una aventura con la esposa de un bancario, pero como le da hijos a este matrimonio infeliz él considera que realiza una buena acción en vez de asumir sus errores
  • Willy López: Averiguador e intrigante, es un chismoso.
  • Fortunato Bastías y Sr. Gutiérrez: 2 corredores de bolsa. Cree ciegamente en Davis
  • Urioste: Corredor de bolsa involucrado en los negocios auríferos de Goldenberg
  • Serafín: Fue quien guió a Julián en los Andes

Contexto Espacio-Temporal y Lenguaje

  • Acontecimientos: Plural, encadenados, ya que se van dando varios uno tras otro.
  • Espacio: Concreto; dentro de la casa de Pardo, del despacho que transformaron él y Anita para verse, de la casa de Goldenberg y dentro de la Bolsa. Abstracto; ambiente comercial, donde primaba la situación económica de las personas, donde la sociedad era muy chismosa y se sabía todo lo que pasaba con las personas.
  • Tiempo: La duración del relato es de unos pocos meses en algún año de la década de 1920 y el tiempo en que se desarrolla es una época muy económica y centrada en el ámbito comercial, donde la clase alta tenía gran status como es el caso del inventado Mr. Davis, quien a pesar de no ser conocido por nadie, como se sabía que poseía riqueza era muy famoso e importante en la sociedad santiaguina.
  • Lenguaje: Sencillo y coloquial.

Trasfondo Histórico y Social

Movimiento al que pertenece: Prieto no es encasillable dentro de alguna generación literaria o movimiento. Pero sí se puede decir que por ser bisnieto de un presidente de la república chilena, poseía un fuerte ímpetu y afán nacionalista y político, lo cual se ve reflejado en sus obras, ya que aborda el tema principal de esa época: la economía.

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