Tipos de Texto
Descripción
Consiste en decir cómo es algo, destacando sus cualidades significativas. El contenido de la descripción puede ser de lo más variado. A través de la descripción obtenemos una imagen equivalente a la de una pintura o una fotografía, lo que muestra su carácter estático, frente al dinamismo de la narración. Los textos descriptivos pueden clasificarse según:
- La implicación del emisor al observar la realidad.
- La actitud del emisor ante lo descrito.
- El dinamismo de lo descrito y de quien realiza la descripción.
- El ángulo de visión o el encuadre, sobre todo si se trata de una descripción física.
Narración
Consiste en relatar acontecimientos reales o imaginarios. Continuamente nos referimos a lo que hemos hecho o nos ha pasado. Sus elementos son:
- El narrador y el punto de vista narrativo.
- Los personajes.
- El espacio.
- El tiempo que transcurre la acción.
- La estructura interna de la acción.
Diálogo
Es una forma de comunicación lingüística entre dos o más interlocutores que comparten la situación comunicativa y se alternan en el uso de la palabra. El diálogo constituye la forma más frecuente de caracterización de los personajes que, al hablar, nos informan de su personalidad.
Romanticismo
Las ideas románticas nacieron en Alemania en el último cuarto del siglo XVIII a partir del movimiento prerrománico. La introducción del romanticismo en España comienza con los artículos publicados entre 1814 y 1820, y continúa después del trienio liberal con las traducciones y reflexiones sobre textos románticos aparecidos en la revista El Europeo. Huye del valor didáctico de la literatura para defender al individuo y su libertad en todos los aspectos de la vida, y no solo en el artístico o literario, en el que se mezclan la prosa y el verso.
La Poesía Romántica
Trata del mundo de los sentimientos y es el medio que mejor refleja el alma romántica. Pero los románticos también escribieron una poesía narrativa en la que desarrollaron historias de tradición medieval o del romancero.
José de Espronceda (1880-1842) representa en España el modelo de poeta romántico exaltado. Escribió teatro y novela histórica, pero es conocido por su poesía lírica y por sus poemas narrativos.
La Prosa Romántica
Durante el romanticismo se desarrollaron dos géneros en prosa: la novela histórica, cuya acción se situaba generalmente en la Edad Media, y el costumbrismo, un poco ligado a la actualidad y al desarrollo del periodismo.
Mariano José de Larra: nació en Madrid en 1809, hijo de un médico militar afrancesado, que huyó a París, donde estudió. Mantuvo una conflictiva y apasionada relación amorosa con Dolores Armijo, mujer casada que finalmente lo abandonó.
El Teatro Romántico
Vive en Europa su momento de esplendor a partir del éxito que en 1830 obtuvo el estreno en París de Hernani, de Víctor Hugo. En España, a la muerte de Fernando VII, se produjo una avalancha de estrenos teatrales, obras que marcan pautas del teatro romántico. El teatro asume la libertad como principio, lo que le lleva a renovar la escena española rompiendo con el neoclasicismo que había triunfado pocos años antes.
El Duque de Rivas: nació en Córdoba en 1791. Luchó en la Guerra de la Independencia. En 1823, a la vuelta de Fernando VII, fue condenado a muerte y huyó a Inglaterra. Regresó en 1834 y desde entonces se dedicó intensamente a la política y a la literatura. Murió en 1865. Su obra Don Álvaro se convirtió en el modelo de drama romántico.
Gustavo Adolfo Bécquer
Su poesía supone el comienzo de la lírica moderna en España, y así se valora en la actualidad. A la muerte del poeta, los periódicos se refirieron a él como prosista, y varias obras le dieron la fama en su vida. Reconstruyó de memoria el manuscrito de las Rimas al ser robado en el saqueo de la casa del ministro González Bravo, y sus amigos le reconstruyeron poemas dispersos para así facilitarle la tarea.
Rosalía de Castro
Sus primeros libros añadieron la dificultad de ser una mujer su autora y el uso de la lengua gallega, marginada en el siglo XIX en la literatura. Canta al paisaje gallego con el que se identificaba y la melancolía que le produce la ausencia de su tierra, a la vez que critica al centralismo castellano como causante de la emigración.
Realismo
La literatura española del Realismo es un movimiento literario que forma parte del Realismo, un movimiento cultural que se impulsó en Europa a mediados del siglo XIX al mermar las tendencias del movimiento romántico. La integran: Pedro Antonio de Alarcón, José María de Pereda, Benito Pérez Galdós, Juan Valera, Leopoldo Alas Clarín, Emilia Pardo Bazán y Armando Palacio Valdés.
Leopoldo Alas Clarín nació en Zamora (1852), aunque él siempre se sintió profundamente asturiano. Realizó sus estudios de Derecho en Oviedo, y el doctorado en Madrid, donde perdió la fe. A partir de entonces viviría en permanente lucha espiritual, de la que da testimonio su obra. Clarín gozó de un gran prestigio como crítico literario. Sus artículos evidencian su gran conocimiento y rectitud de juicio (expresado en muchas ocasiones con hiriente sarcasmo). Sus artículos, que le dieron una temida autoridad en el panorama literario español, fueron recopilados por el autor en volúmenes como Solos de Clarín y Paliques.
Benito Pérez Galdós es considerado como el escritor más representativo del movimiento. Nació en Las Palmas de Gran Canaria, en 1843. En su primera época (1867-1878), Galdós escribía comprometidamente contra la intolerancia y la hipocresía. Sus novelas enfrentan a un joven técnico con el ambiente hostil de una pequeña ciudad; lo hace con una intolerancia parecida a la que condena (Doña Perfecta, Gloria, La familia de León Roch), a este grupo. Pérez Galdós inició muy tarde su carrera de autor dramático. El teatro galdosiano se caracteriza por su sinceridad e inconformismo.