La Lírica desde el Siglo XX hasta 1939
El Modernismo
La situación de crisis en la cultura occidental a finales del siglo XIX, agravada en el caso español por el desastre del 98, provocó un cambio en el rumbo artístico. Este movimiento se denomina Modernismo.
El Modernismo se inspira en dos movimientos del siglo anterior: el Parnasianismo (formalista, el arte por el arte) y el Simbolismo (intimista, pretende encontrar la realidad que se esconde tras las apariencias a través de un nuevo lenguaje basado en los símbolos).
Los temas básicos del Modernismo son: la soledad, el cosmopolitismo, el amor y el erotismo.
Rubén Darío (Azul, Cantos de vida y esperanza) y Manuel Machado son los principales representantes del Modernismo de corte parnasiano.
Antonio Machado fue el principal poeta simbolista. Su primera obra Soledades, galerías y otros poemas, reflexiona acerca del paso del tiempo y la muerte. En su segunda obra, Campos de Castilla, además trata el tema de España, y una serie de poemas dedicados a su mujer, Leonor.
Juan Ramón Jiménez empezó en el modernismo con Sonetos Espirituales para luego ir formando un estilo esencial y propio. El poeta entiende la escritura como la búsqueda constante de la belleza y la perfección.
La Poesía de Posguerra: Espiritualidad, Compromiso Social y Vanguardias
Primeros Años y Poesía Espiritualista
La poesía de la primera posguerra está fuertemente condicionada por la situación histórica española. Ante el horror de la guerra recién concluida, los poetas buscan respuestas y frecuentemente realizan una poesía espiritualista que dirige a Dios sus quejas y a veces se rebela ante él.
Poesía Social y Revistas Literarias
Con posterioridad, se vuelven los ojos hacia los demás y los poetas desearán convertirse en la voz de la mayoría: surge la poesía social. La actividad de esta época se centra fundamentalmente en la colaboración en revistas literarias: Garcilaso agrupa a los poetas más cercanos al régimen oficial, como Luis Rosales y Leopoldo Panero, mientras Espadaña es la revista de los poetas contrarios al régimen, como Leopoldo de Luis.
El Grupo Cántico y la Poesía Pura
En la posguerra también hubo lugar para la poesía pura, gracias a un grupo de poetas cordobeses que fundaron en 1947 la revista Cántico. Su nombre procede de la obra del poeta puro por excelencia Jorge Guillén. También se hallan muy influidos por Luis Cernuda. Pablo García Baena es el principal representante del grupo Cántico. El amor, sobre todo prohibido, es el tema fundamental.
El Postismo: Surrealismo Ibérico
La revista Postismo da nombre al último de todos los «ismos», que se autodefine como el surrealismo ibérico. El gaditano Carlos Edmundo de Ory es su fundador. Se trata de un movimiento que reivindica la libertad creativa y el sentido lúdico del arte. Por problemas con la censura solo publica un número.
Evolución de la Poesía Social: Del Yo al Nosotros
La primera poesía de posguerra se caracteriza por un tono individualista. Los poetas alzan sus ojos a Dios para pedirle explicaciones acerca de lo que observan a su alrededor. Esto se modificará de forma que en los cuarenta surge una poesía social que evoluciona del yo al nosotros. Los dos autores más representativos del momento son Gabriel Celaya y Blas Otero. La poesía social evita los problemas íntimos, individuales, para centrarse en lo colectivo. Asimismo rechaza el esteticismo y la poesía pura: el poeta debe dejar de lado sus problemas personales y comprometerse. Se pretende crear una poesía clara para la inmensa mayoría con rasgos coloquiales para que se entienda mejor.
La Generación del 50: Inconformismo y Estética
A mediados del siglo XX irrumpe en el panorama literario un nuevo grupo de poetas que se aparta de la poesía social. Nos referimos a poetas como Antonio Gamoneda o Ángel González. La poesía de estos autores vuelve a preocuparse por el Hombre, se trata de una poesía inconformista y escéptica. Observamos en estos poetas una clara preocupación por la estética.
La Narrativa desde 1940 hasta los Años 70
Realismo Tremendista
En los años 40 las historias eran de gran crudeza, a lo que se llamó realismo tremendista, un estilo en el que destaca lo más desagradable de la realidad, pero evitando referencias históricas debido a la censura.
Los principales representantes de esta época son Camilo José Cela (La familia de Pascual Duarte) y Carmen Laforet (Nada).
Novela Social
En los años 50 surgió la novela social. Como en la poesía, se pasó del yo al nosotros, ya que las novelas se centraban en los problemas de la sociedad. Algunos novelistas optaron por el realismo crítico, que pretendía agitar las conciencias y denunciar las injusticias sociales.
Narrativa Experimental
En 1962 se publica La ciudad y los perros de Mario Vargas Llosa. Con este tipo de obra se inicia otra nueva forma de narrativa, más preocupada por el estilo y la estructura. A este estilo se le denomina narrativa experimental.
La Narrativa desde los 70 hasta la Actualidad
A principios de los 70, con Gonzalo Torrente Ballester (La saga/fuga de J.B.) se inicia la recuperación de los pilares de la narración y el arte de contar historias como base de la novela. Se observan diversas tendencias:
- Intriga: Eduardo Mendoza con La verdad sobre el caso Savolta inicia esta línea. Le siguen otros como Arturo Pérez Reverte con El maestro de esgrima.
- Histórica: Eduardo Alonso con Palos de ciego y Alberto Méndez con Los girasoles ciegos.
- Metaliteraria: el propio hecho narrativo ocupa un lugar en la trama. Luis Landero con El guitarrista.
- Autoficción: utiliza la vida del escritor como historia. Javier Cercas con Soldados de Salamina.
- Estilística: Francisco Umbral con Mortal y rosa y Luis Mateo Díez con Las horas completas.
- Intimista: Adelaida García con El Sur y José Luis Sampedro con El río que nos lleva.
- Cuento / Novela corta: Manuel Rivas con El lápiz del carpintero.
- Novela negra: Juan Madrid con Tánger.
- AfterPop / Generación Nocilla: Agustín Fernández Mallo con Nocilla Dream.